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Algunos detalles del parte de la victoria, redactado por el general Manuel Belgrano

Casi una semana le llevó al creador de la Bandera redactar el parte de la Batalla de Salta.
Domingo, 23 de febrero de 2020 01:21

Recién el 27 de febrero de 1813, Belgrano pudo elevar al gobierno de Buenos Aires, el parte de la Batalla de Salta. Su anterior informe era del 13 de febrero y allí contaba que el Ejercito del Norte había cumplido, a orillas del Río Pasaje “ahora Juramento” con la orden de jurar obediencia a la Asamblea General Constituyente. También contó que había jurado ante la bandera que él había creado.

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Recién el 27 de febrero de 1813, Belgrano pudo elevar al gobierno de Buenos Aires, el parte de la Batalla de Salta. Su anterior informe era del 13 de febrero y allí contaba que el Ejercito del Norte había cumplido, a orillas del Río Pasaje “ahora Juramento” con la orden de jurar obediencia a la Asamblea General Constituyente. También contó que había jurado ante la bandera que él había creado.

Luego de una breve introducción, el General describe la marcha hacia a Salta, su arribo a Castañares, el ingreso a la ciudad, acciones de guerra, formación del ejército y por último, menciona a de sus jefes.

El parte

Fue redactado y escrito de su puño y letra por Belgrano y tomado de “Apuntes Históricos sobre Salta” del Dr. Atilio Cornejo. Dice así: 

“Excmo Señor: El ejército se propuso en el río del Juramento, otro tiempo “El Pasaje”, venir a celebrar el reconocimiento de la Soberanía de las Provincias Unidas del Río de la Plata, arrojando a los tiranos de esta capital, pues cabalmente esto es lo que ha sucedido de un modo digno de los americanos libres. Desde aquel punto (Juramento) escribí a Ud. el día 13 y a las seis de la tarde, emprendí la marcha a La Ciénaga con toda la fuerza reunida, seguí a la Cabeza del Buey, y en la mañana del 14 con motivo del parte Nº 1, continué a Cobos sin ser sentido por el enemigo. 

El suceso de la avanzada a que se refiere el expresado parte (del 13 de febrero) llegó desfigurado a su noticia (al enemigo), y sobre si era una de las partidas del Ejército o el todo. Llegue a Castañares en la noche del 17 sin encontrar más impedimentos que las aguas que a torrentes cayeron sobre nosotros desde Cobos, y un retazo de camino tan pésimo que el empeño y la constancia de mis bravos camaradas supo vencer, cuando los baquianos creían imposible el tránsito; ello es que las doce piezas de artillería que he arrastrado y cincuenta carretas pasaron felizmente, y en la mañana del 18 todo estaba reunido en el punto de Castañares, y aun el enemigo no lo creía.

Me había propuesto sorprenderlo hasta entrar en las calles de la capital; las aguas me lo impidieron; y ya fueron indispensables otros movimientos; pues que habíamos sido descubiertos, y era necesario dar algún descanso a la tropa, y permitirle que secase su ropa, sus armas, recorrer sus municiones y demás. Así se ejecutó hasta que a las once de la mañana del 19 salí con el Ejército de Castañares y me dirigí a su Pampa (tablada o campo de Castañares) aproximándome a esta, hasta situarme en las inmediaciones de Gallinato (Tres Cerritos), con cuyo movimiento logré descubrir la fuerza enemiga y las diferentes posiciones que tomó con sus guerrillas. Hasta que oscureció permanecí en esa situación y luego reuní en masa sobre la columna del centro, las cuatro restantes de ambos costados y no quise valerme de las granadas (cañones) por no perjudicar tal vez a las personas oprimidas por la tiranía ni hacer destrozos en un pueblo que no tenía la culpa de que se abrigasen en él nuestros enemigos” .

Menciones y sablazos

Luego de referirse a la formación del Ejército, tema que obviamos, Belgrano escribe del valor de sus jefes: “No hallo Excmo. Señor, expresiones bastantes para elogiar a jefes y oficiales, soldados y tambores y milicias que nos acompañaron del Tucumán al mando de su Coronel BERNABE ARAOZ, como igualmente los hijos de Salta al mando del Coronel de Milicia Urbana, APOLINAR FIGUEROA, cuyo ardor lo condujo a tan inmediación del enemigo que se encontró envuelto con él, y recibió un sablazo del general TRISTÁN, que le rompió la casaca, y éste por el buen caballo, logró escapar, según TRISTAN me lo ha referido”. 

“Una batalla muy sangrienta...” 

Así la califica el general Belgrano, en su parte elevado a las autoridades.

Sobre la acción bélica, Belgrano dice: “El Ejército amaneció el día 20 empapado. Más benigno, el cielo comenzó a despejarse y nos dio lugar para que las tropas se secaran, alistaran armas y comer; luego reuní a mi segundo, el Mayor General EUSTOQUIO DIAZ VELEZ, jefe de la derecha y al coronel MARTIN RODRIGUEZ, jefe de la izquierda a quienes instruí. Cerca de las 12, formadas las columnas de ataque llevando 4 de ellas a su retaguardia 8 piezas de artillería, empezaron su marcha con tanta exactitud como si estuviesen en un ejército doctrinal. El enemigo nos esperaba formado en batalla al Norte del Tagarete que llaman de Tineo y apoyada su ala derecha al cerro San Bernardo. Marchando el ejército hacia él, hice avanzar 2 compañías de cazadores del batallón que formaba la cabeza, saliendo al mando de su comandante MANUEL DORREGO a las que mandé sostener con la caballería del ala derecha. Avanzando toda la línea del Ejército en medio del fuego más horroroso que hacía el enemigo, hizo un cambio de frente a retaguardia, y arrolló cuanto se le presentó e hizo huir a las líneas del enemigo y refugiarse en la plaza dejando el campo cubierto de cadáveres y heridos y muchos ahogados en el Tagarete. Solo se mantuvieron exiliados en el Cerro, bosque y zanja de su frente de guerrillas y el Real de Lima y Paucartambo, pero al fin con los fuegos del cuerpo de reservas y ala izquierda del Ejército y piezas de artillería mandadas por el Capitán VILLANUEVA y el ayudante de Dragones JOSE MARÍA PAZ, cedieron el puesto, al huir unos y rendirse el resto. Entretanto el ala derecha y parte del centro con el comandante JOSE SUPERI, 2 piezas al mando del benemérito Teniente de artillería LUNA, entró a la ciudad y se apoderan de iglesia y convento de La Merced. Habiendo echado pie a tierra, los Dragones se apoderaron de varias calles y las alturas hasta cuadra y media de la plaza, así como los piquetes de Cazadores al mando de su Sargento Mayor ECHEVERRIA, pardos Nº 6 al mando de su Comandante PICO y Escuadrón de Dragones al mando de CORNELIO ZELAYA como el resto de los Cazadores al mando de MANUEL DORREGO y los que había en la línea del Nº 6 al mando de D. CARLOS FOREST, y 2 piezas más al mando del subteniente de Artillería RABAGO a quién mande a reforzar La Merced. Acosado el enemigo y temeroso de su total ruina, previno la intimación que le iba hacer y me envió un parlamentario. La acción duró 3 horas y medias y ha sido muy sangrienta tanto en el campo como en calles de la ciudad; el enemigo se ha comportado con mucha energía y valor, pero cedieron al ardor del fuego y entusiasmo patriótico del Ejército a mi mando”. 

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