El estallido mundial del coronavirus impactó de forma profunda en la industria del entretenimiento, en particular, el cine. Y como un efecto dominó, todos los estrenos pautados para esta época del año se van cancelando, alguno con fecha incierta de exhibición. Un cese de actividades forzado con el fin de evitar una mayor propagación de esta enfermedad.
Una de las primeras producciones que se hizo eco de este virus fue la película Misión Imposible 7, que con Tom Cruise a la cabeza desistió de continuar la filmación en Italia, uno de los países más afectados por este virus. Todos los upfronts de las cadenas más populares de Estados Unidos también se vieron afectadas: tanto Quibi como A&E Networks decidieron informar sus estrenos sin convocar a periodistas o público en general.
La película No time to die, la última 007 con Daniel Craig al mando de James Bond, traspasó su estreno pautado para abril hasta noviembre, en vísperas del Día de Acción de Gracias. La novena entrega de Rápido y Furioso también vio opacados su planes de estreno del 2 de mayo: se retrasará 11 meses, con lo cual llegaría a las salas recién en 2021. Peter Rabbit 2 debía estrenarse el mes próximo, y ahora pasa a agosto. Y la tan esperada segunda parte de A quiet place se acaba de bajar de la ola de estrenos; todavía no tiene una fecha definida de salida al mercado.
Mulan, la nueva versión live action de Disney, auguraba un estreno en China de magníficas dimensiones, ya que su protagonista es de aquel país. Pero los planes le jugaron una mala pasada y se deberá esperar un tiempo prudencial para que los cines vuelvan a estar en funciones en el país en el cual surgió el virus. Se estima que las empresas de cine han perdido en lo que va del año unos 2,15 billones de dólares en el mercado chino.
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El estallido mundial del coronavirus impactó de forma profunda en la industria del entretenimiento, en particular, el cine. Y como un efecto dominó, todos los estrenos pautados para esta época del año se van cancelando, alguno con fecha incierta de exhibición. Un cese de actividades forzado con el fin de evitar una mayor propagación de esta enfermedad.
Una de las primeras producciones que se hizo eco de este virus fue la película Misión Imposible 7, que con Tom Cruise a la cabeza desistió de continuar la filmación en Italia, uno de los países más afectados por este virus. Todos los upfronts de las cadenas más populares de Estados Unidos también se vieron afectadas: tanto Quibi como A&E Networks decidieron informar sus estrenos sin convocar a periodistas o público en general.
La película No time to die, la última 007 con Daniel Craig al mando de James Bond, traspasó su estreno pautado para abril hasta noviembre, en vísperas del Día de Acción de Gracias. La novena entrega de Rápido y Furioso también vio opacados su planes de estreno del 2 de mayo: se retrasará 11 meses, con lo cual llegaría a las salas recién en 2021. Peter Rabbit 2 debía estrenarse el mes próximo, y ahora pasa a agosto. Y la tan esperada segunda parte de A quiet place se acaba de bajar de la ola de estrenos; todavía no tiene una fecha definida de salida al mercado.
Mulan, la nueva versión live action de Disney, auguraba un estreno en China de magníficas dimensiones, ya que su protagonista es de aquel país. Pero los planes le jugaron una mala pasada y se deberá esperar un tiempo prudencial para que los cines vuelvan a estar en funciones en el país en el cual surgió el virus. Se estima que las empresas de cine han perdido en lo que va del año unos 2,15 billones de dólares en el mercado chino.