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Micheli y Yasky, de la CTA, rechazaron la rebaja salarial acordada entre la UIA y la CGT

Hugo Yasky advirtió hoy que la CTA no firmará acuerdos de baja de salarios y calificó de "pésima señal" el alcanzado entre la UIA y la CGT, por el que se pagará un 25% menos a quienes estén suspendidos por la pandemia. Ayer Pablo Micheli, de la CTA - Autónoma también había rechazado el acuerdo. 
Miércoles, 29 de abril de 2020 17:37

El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, advirtió hoy que esa organización sindical no firmará acuerdos de baja de salarios y calificó de "pésima señal" el alcanzado entre la UIA y la CGT, por el que se pagará un 25% menos a quienes estén suspendidos por la pandemia.
"Hay empresas en las que los trabajadores deberán acordar para no perder los puestos. Pero no se puede asimilar como una norma general", remarcó el sindicalista.

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El secretario general de la CTA, Hugo Yasky, advirtió hoy que esa organización sindical no firmará acuerdos de baja de salarios y calificó de "pésima señal" el alcanzado entre la UIA y la CGT, por el que se pagará un 25% menos a quienes estén suspendidos por la pandemia.
"Hay empresas en las que los trabajadores deberán acordar para no perder los puestos. Pero no se puede asimilar como una norma general", remarcó el sindicalista.

Agregó que "en un contexto de aumento en los productos de primera necesidad no se puede acordar una baja del 25% porque va a generar un efecto contagio. Hay empresarios que ven esto y ahora la tienen servida en bandeja".

Este lunes, la CGT firmó con la Unión Industrial un convenio para garantizar el pago del 75% del salario (que implica un recorte del 25%) para aquellos trabajadores que estén suspendidos a raíz de la pandemia del coronavirus.

"La CTA no va a firmar ningún acuerdo general que dictamine baja de salarios, con el amparo de un decreto de del Gobierno nacional que no permite despedir", dijo Yasky en declaraciones a FM La Patriada.

Añadió que "el acuerdo de la UIA y la CGT es una pésima señal" y denunció que la central obrera manejó esta situación "herméticamente".

"Hay que defender el ingreso de los trabajadores y los puestos de trabajo con uñas y dientes", remarcó el dirigente, y señaló que "la rebaja de salarios en el Estado es una señal pésima para muchos que a la primera de cambios tienen como una especie de compulsión por el despido o la rebaja de salario".

El legislador del Frente de Todos consideró que "hay que discutir mirando para adelante lo que será la salida de esta crisis, el papel que tienen que lugar las pymes".
"La idea esa de esperar que lluevan las inversiones externas, en este mundo eso es una utopía absoluta. Hay que pensar de qué manera volvemos a crecer con lo nuestro", sostuvo.

Más rechazos

Ayer, el dirigente sindical Pablo Micheli había rechazado  "el inconsulto acuerdo firmado en nombre de la mayoría de los trabajadores del país" entre la CGT y la Unión Industrial Argentina (UIA) porque presupone "millones de empleados en calidad de suspendidos y una reducción salarial del 25 por ciento desde este mes".

Micheli y la dirigente Dora Martínez, ambos del espacio opositor de la Central de los Trabajadores de la Argentina Autónoma (CTAA), sostuvieron que "la cuarentena que acata de forma disciplinada la inmensa mayoría del pueblo, no puede ser utilizada para empeorar la calidad de vida de los trabajadores".

En un documento firmado por los dirigentes, se indicó que el Gobierno nacional dispuso "una asistencia gratuita de gran escala al hacerse cargo del 50 por ciento del salario de los trabajadores de las empresas que soliciten salvataje -con un máximo de 33.500 pesos- para que ello no suceda, pero denunció que al día de hoy hay 450 mil compañías que requirieron ese beneficio por parte del Estado".

Pablo Micheli, de la CTA- Autónoma 

"Los trabajadores no impulsan aún las paritarias de este año por la imprevista situación que los sacude a nivel social, no obstante el impacto de la inflación regular que, a marzo último, alcanzó el 7,8 por ciento y cuyo componente fue provocado por aumentos de precios en la canasta, sin controles efectivos", sostuvieron.

También afirmaron que dos millones de trabajadores sufren "el injusto e ilegítimo impuesto al salario, en muchos casos por cumplir tareas en zonas inhóspitas o por turno, por percibir antigüedad, tener especialización o cargos de responsabilidad u otras formas de compensación salarial acordadas", por lo que "ese esfuerzo no puede ser ensombrecido por convenios inconsultos recientemente rechazados".

Para los sindicalistas, la pandemia de coronavirus desnudó "la inutilidad de la riqueza en pocas manos y la pobreza de las mayorías", y solicitaron discutir propuestas alternativas y determinar pautas de equilibrio socio-económico para transitar "la grave crisis con nuevos parámetros de equidad y solidaridad colectiva".
 

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