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6 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Una violencia inquisidora atenta contra la paz social en Rosario de Lerma

Una joven trabajadora fue víctima del coronavirus y víctima de la irracionalidad.
Miércoles, 13 de mayo de 2020 10:32

Producto del miedo y la desinformación, se vivieron anoche momentos de extrema violencia y de mucha angustia en la localidad de Rosario de Lerma. La detección de una joven trabajadora víctima de coronanvirus en esa ciudad, generó reacciones irracionales. Corrieron voces que alentaban linchamientos y hasta hubo algunas que proponían incendiar la morada donde permanecía la mujer, quien estaba cumpliendo con el aislamiento obligatorio establecido por los protocolos para los que llegan de afuera desde otros puntos de la provincia, el país y desde fuera de los límites nacionales. 
No se salvaron ni el personal, ni los vehículos sanitarios al accionar de una muchedumbre enardecida, que no se sabe hasta qué límites podía llegar, si se tiene en cuenta que apedrearon ambulancias y al personal médico, según trascendió.
De acuerdo al “sentido común”, pero sobre todo a los consejos médicos especializados de los principales referentes del mundo y de la provincia, “la situación epidemiológica de una comunidad no debería cambiar si se respetan las  medidas de prevención vigentes y se sigue con el aislamiento focalizado”. 

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Producto del miedo y la desinformación, se vivieron anoche momentos de extrema violencia y de mucha angustia en la localidad de Rosario de Lerma. La detección de una joven trabajadora víctima de coronanvirus en esa ciudad, generó reacciones irracionales. Corrieron voces que alentaban linchamientos y hasta hubo algunas que proponían incendiar la morada donde permanecía la mujer, quien estaba cumpliendo con el aislamiento obligatorio establecido por los protocolos para los que llegan de afuera desde otros puntos de la provincia, el país y desde fuera de los límites nacionales. 
No se salvaron ni el personal, ni los vehículos sanitarios al accionar de una muchedumbre enardecida, que no se sabe hasta qué límites podía llegar, si se tiene en cuenta que apedrearon ambulancias y al personal médico, según trascendió.
De acuerdo al “sentido común”, pero sobre todo a los consejos médicos especializados de los principales referentes del mundo y de la provincia, “la situación epidemiológica de una comunidad no debería cambiar si se respetan las  medidas de prevención vigentes y se sigue con el aislamiento focalizado”. 


Fomentar la violencia, la persecución y el linchamiento, no solo infringe la ley sino que nos transforma en una sociedad inquisidora y nos condena a vivir en la anarquía. 

Siguiendo el pensamiento aislacionista y fascista, hoy toda la ciudad de Rosario de Lerma debería quedar excluida del territorio provincial y sus habitantes impedidos de ingresar a la ciudad de Salta y a otros municipios, por el “peligro que potencialmente representan”. Lo mismo sucedería con cada jurisdicción, donde el virus de alcance global ingresara. De esta manera se configuraría un “mapa de guetos”, destruyendo todo tipo de convivencia y fraccionando la sociedad en mil pedazos. 
De ninguna manera está en duda los recaudos y las estrictas medidas de control que se deben aplicar en cada municipio para proteger a la población, como tampoco debería estar en duda el derecho de cada ciudadano de retornar a su hogar. Miles de familias esperan en todo el país a sus hijos estudiantes y trabajadores, que lamentablemente quedaron presos de esta situación. Los salteños no deberíamos cargar un sufrimiento más a las víctimas del coronavirus.

 

 


 

  
 

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