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“Tenemos una gran inversión salteña que está frenada en el Concejo Deliberante”

Entrevista con Iván Beccar Varela, socio de Proyecto Norte.
Domingo, 17 de mayo de 2020 01:26

En medio de una crisis económica sin precedentes como la que está viviendo el mundo, y Salta no es una excepción, no son muchos los que se animan a invertir y a dar trabajo. Entre esos pocos se encuentra la empresa salteña Proyecto Norte, que espera desde hace más de dos años que el

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En medio de una crisis económica sin precedentes como la que está viviendo el mundo, y Salta no es una excepción, no son muchos los que se animan a invertir y a dar trabajo. Entre esos pocos se encuentra la empresa salteña Proyecto Norte, que espera desde hace más de dos años que el

Concejo Deliberante capitalino se expida sobre el emprendimiento inmobiliario privado La Verbena, que significa mano de obra para cientos de salteños y una solución para hacer frente al déficit habitacional. 

La Verbena es un barrio privado que está proyectado sobre la avenida Banchik, a metros del aeropuerto. Consta de 460 lotes y promete grandes innovaciones a nivel ambiental y de gestión interna, que lo podrían convertir en un caso modelo. 

La empresa tiene una larga y reconocida trayectoria. Es responsable de emprendimientos como Praderas de San Lorenzo y Jardines de San Lorenzo, entre otros.

El arquitecto Iván Beccar Varela, uno de los socios de la firma, alertó que el proyecto se encuentra “inexplicablemente” frenado en el Concejo, donde se debe tratar una excepción para que pueda iniciar su construcción.

¿Por qué está frenado La Verbena?

Técnicamente el proyecto no tiene fisuras, tiene un análisis e informe positivo de la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad de aquel entonces y va totalmente en armonía con lo que el PIDUA 2 (Plan Integral de Desarrollo Urbano Ambiental) pretende de la ciudad: descentralización, multifocalidad, sustentabilidad, servicios, densidades medias, espacios verdes y recreativos, accesibilidad, etcétera. La normativa vigente tiene más de 30 años de antigüedad y por esto la mayoría de los emprendimientos urbanísticos tiene que salir por la vía de la excepción, lo que no significa nada raro, simplemente que no está contemplado en la normativa vigente. Dada esta antigüedad de 30 años, hoy la excepción se ha convertido en el camino habitual para tratar proyectos urbanísticos. Han pasado por el Concejo numerosos proyectos con la figura de excepción, incluso proyectos no alineados con el espíritu del PIDUA 2, y han sido aprobados sin problemas, de a varios, en sesiones del año anterior. Todos menos La Verbena. La única excepcionalidad de este proyecto es que el Concejo no lo trata. 

¿Y por qué cree que el Concejo no lo quiere tratar?

Bueno, yo no sé si no lo quiere tratar, pero no se me ocurre en este momento otra explicación. Debe ser un tema político dentro del Concejo, supongo. Porque no es un tema técnico. Hubo numerosas conversaciones con especialistas de urbanismo y ambiente del municipio, intercambiando propuestas e incorporando modificaciones al proyecto hasta arribar a un producto que técnicamente no tiene observaciones, y es ampliamente superador de otras iniciativas. Incluso lo hemos explicado frente a las comisiones del Concejo. Entendemos que este es un Concejo nuevo y le ha tocado debutar en un año extremadamente complicado, por la pandemia. Pero ahora el Concejo está sesionando, de modo que ahora sí, ya no quedan excusas. Y a nosotros ya no nos queda tiempo.

¿Por qué dice que ya no queda tiempo?

Como en muchos proyectos inmobiliarios, La Verbena funciona con la modalidad de suscripción. Hoy no se venden terrenos, porque el barrio no está aprobado, sino que se toman reservas, que están sujetas a aprobación y también a la viabilidad comercial. La viabilidad comercial ya está asegurada, con unas 300 personas que han reservado lotes y manifestado su voluntad de comprar tan pronto como el proyecto esté aprobado. Ahora falta la aprobación municipal.
 
¿Cree que el hecho de que sea un barrio privado, o que sea una empresa como la suya, constituye una traba ideológica en el Consejo Deliberante?

Con La Verbena estamos precisamente llegando a un sector medio, residente en la zona sudoeste, y de ninguna manera se considera un proyecto exclusivo, sino todo lo contrario: es inclusivo e innovador, por el área de servicios prevista para toda lo zona, y porque el mercado ya le dio el visto bueno, con casi 300 reservas. En cuanto a que sea barrio privado, este proyecto está literalmente confinado entre dos barrios privados, de modo que incluso la Secretaría de Planeamiento de la Municipalidad nos sugirió que lo enmarquemos en esta figura, dejando por supuesto un área de servicios adelante para abastecer a toda la zona, cosa que hicimos. Y por eso mismo luego la Secretaría de Planeamiento lo sacó con informe positivo. En su momento planteamos la posibilidad de que sea un barrio abierto y fue la misma Municipalidad la que nos dijo que por esta particularidad, convenía que fuera cerrado. 

¿Qué pasa si el proyecto no es aprobado?

Como en todos los casos en los sistemas de suscripciones, llamaremos uno por uno a los 300 salteños que han creído en este emprendimiento, les devolveremos la reserva y les diremos que lamentablemente, en una provincia donde no sobran oportunidades de vivienda, el trabajo ni la inversión, hay gente que no quiere permitir que una empresa local de trabajo genuino ponga en marcha una obra que calculamos en 600 millones de pesos. De dinero local puesto a trabajar, con todos los puestos de trabajo e impuestos que eso supone.

Eso sería una lástima, más en estos tiempos en el que se requieren inversiones, sobre todo de la parte privada...

Más que lástima, me causa indignación. Es una lástima por todas las personas que proyectaron sus sueños de vivienda en La Verbena, y una lástima por toda la expectativa que este proyecto generó en nuestra empresa y la energía que le venimos poniendo hace mas de dos años. Pero es indignante que un proyecto no se pueda concretar por temas administrativos, cuando hay tanta necesidad de trabajo, cuando el mercado está confirmando que es viable y lo está pidiendo. Es indignante como mensaje hacia la ciudadanía, hacia todos los emprendedores, grandes, y también pequeños que quieren hacer algo en Salta y se encuentran con estas inexplicables trabas. Este tipo de situaciones de alguna manera explican por qué en nuestro país es tan complicado salir adelante. 

¿Cuánta mano de obra estima que puede dar si se pone en marcha este proyecto?

Estimamos que directamente en el tema de las obras que necesita este barrio como inversión es arriba de los 600 millones de pesos, pero indirectamente después están todas las viviendas que puedan aparecer con el tiempo y que pueda crecer exponencialmente. Como funcionamos con el sistema de subscripción con el que la gente va reservando su lote, con una seña le damos un tiempo para estudiar la viabilidad comercial o de los organismos que tienen que terminar las aprobaciones y la administración y en ese punto o se devuelve la seña o se sigue adelante. Esto lo que tuvo es un éxito rotundo, tuvo más de 300 subscripciones y se nos está terminando el tiempo para arrancar con el proyecto. Este proyecto es un aporte a la economía salteña.

¿Qué dicen en el Concejo al respecto?

No lo sabemos. Tenemos muy pocas comunicaciones, fui a muchas reuniones de comisión en años anteriores en las que fui a explicar el proyecto, pero ahora sentimos que somos ajenos a que haya cambiado el Concejo y no se haya tratado en sesiones anteriores, siendo que se trataban proyectos similares, que fueron aprobados y en algunos casos tenían otro tipo de excepciones más agresiva, esta que pedimos es una muy leve. Realmente no se entiende lo que está pasando. 

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