El encargado del club Paz Junior, ubicado en el sector de la Banda Este de la ciudad de Güemes, denunció ayer el robo de una cortadora de césped con carro, autopropulsada. La misma fue sustraída del interior de un pequeño vestuario que es usado para guardar los pocos elementos con que cuenta la institución.
De acuerdo a lo informado por Emilio Salinas, no sería la primera vez que sufren un robo. Y el hecho de que la cancha se encuentre rodeada de cañaverales y muy poco iluminada favorece el accionar de los delincuentes.
“Lamentablemente las personas que roban a nuestra institución son gente que vive en las cercanías y saben del esfuerzo que hacemos para mantenernos. Creo que tenemos algunas sospechas de quienes podrían ser, durante la mañana nos dedicamos a ver si podíamos encontrar la cortadora, con una recorrida por los cañaverales, porque en muchas oportunidades las dejan tiradas por ahí para recogerlas después, eso pasó siempre que robaron en escuelas o colegios, pero no encontramos nada”, relató Salinas a El Tribuno.
“A nuestro club le cuesta cada clavo que compra porque no tenemos muchos socios, nuestro único patrimonio es la cancha donada por el Ingenio San Isidro. Por esa razón me duele mucho que seamos víctimas de delincuentes, que no miden el daño que hacen”, expresó.
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El encargado del club Paz Junior, ubicado en el sector de la Banda Este de la ciudad de Güemes, denunció ayer el robo de una cortadora de césped con carro, autopropulsada. La misma fue sustraída del interior de un pequeño vestuario que es usado para guardar los pocos elementos con que cuenta la institución.
De acuerdo a lo informado por Emilio Salinas, no sería la primera vez que sufren un robo. Y el hecho de que la cancha se encuentre rodeada de cañaverales y muy poco iluminada favorece el accionar de los delincuentes.
“Lamentablemente las personas que roban a nuestra institución son gente que vive en las cercanías y saben del esfuerzo que hacemos para mantenernos. Creo que tenemos algunas sospechas de quienes podrían ser, durante la mañana nos dedicamos a ver si podíamos encontrar la cortadora, con una recorrida por los cañaverales, porque en muchas oportunidades las dejan tiradas por ahí para recogerlas después, eso pasó siempre que robaron en escuelas o colegios, pero no encontramos nada”, relató Salinas a El Tribuno.
“A nuestro club le cuesta cada clavo que compra porque no tenemos muchos socios, nuestro único patrimonio es la cancha donada por el Ingenio San Isidro. Por esa razón me duele mucho que seamos víctimas de delincuentes, que no miden el daño que hacen”, expresó.
Para ingresar y perpetrar el robo los delincuentes rompieron una puerta de rejas y después otra puerta de madera, las que requerirán también de una inversión para su reparación.
El club Paz Junior fue formado en el año 1995, recibiendo en calidad de comodato un importante terreno perteneciente al ingenio San Isidro, para que sea utilizado en la práctica deportiva. La activación de este club beneficiaría principalmente a los niños y jóvenes del barrio San Isidro, debido a la cercanía con la cancha.
“La comisión anterior se fue dejando al club acéfalo hace como 5 años. Desde entonces me hice cargo en forma provisoria. No hay una comisión que me acompañe; yo prácticamente trabajo solo. Puedo contar con alguna ayuda, pero es en forma esporádica. Y cuando digo trabajar hablo de cortar el césped durante todo el año, pechando el carrito de la cortadora, regando la cancha, manteniendo todo en condiciones, se trata de un trabajo físico y no de papelerío; debo hacerlo porque el único ingreso que registra la institución es por el alquiler de la cancha chica a las escuelas de fútbol y la cancha grande para los torneos de veteranos”, explicó el encargado con amargura.
Y continuó: “Es mucho el trabajo, pero logramos bastante en poco tiempo, como la iluminación, el riego y el césped, porque antes era una cancha de tierra”.
Su único pedido es que los vecinos también aporten con el cuidado, simplemente informando cuando vean algo sospechoso.
“Ya nos robaron los reflectores de la cancha chica, donde practican los más pequeños, la que podemos alquilar para fútbol reducido. Ahora ingresaron al pañol, nadie vio nada, pero si lo hicieran a futuro les pido que me avisen o llamen a la policía”, finalizó Salinas.