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Raffaella Carrá, siempre vigente, exitosa y por sobre todo, libre

Exitosa y muy recordada en nuestro país, la artista cumplirá 77 años el próximo jueves. Y se molesta mucho si la llaman “reina de la televisión”.
Viernes, 12 de junio de 2020 17:10

 

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Llegó a ser el ombligo de Italia y a la vez motor de la gran grieta italiana: despertó la ira del Vaticano por mostrar el ombligo y su palabra preferida sigue siendo la misma: “Libertá”.
Pasó de naif y kitsch a convertirse en una gema buscada por Rolling Stone Italia. Dice en la última charla con ese medio que lo suyo no era solo “cantar con las cuerdas”, que su mérito fue haber cantado “con la cabeza, el cabello, la libertad del cuerpo”. Que había algo de “liberación sexual feminista” en esos arqueos.
Algo molesta con la industria televisiva italiana dejó en claro hace unos meses en una entrevista otorgada a Il Fatto Quotidiano: “Hoy en día es raro encontrar personas que te cuiden. Se usa a alguien porque es hermoso y tiene 20 años, pero dentro de tres años será reemplazado por otro. Es un juego cruel”.
“Si has crecido con una educación rigurosa, lograr ser libre es aún mucho más hermoso, porque realmente la libertad explota”, dijo a Rolling Stone. No tuvo hijos y por esa decisión vive teniendo que explicar a los periodistas -todavía- el motivo: “Se pasó el tiempo biológico y no pudo ser”.
Con los años se convirtió, sin buscarlo, en un ícono del orgullo gay. Su música es un estandarte durante las marchas: “No hice nada para serlo, pero me encanta. Porque creo en el mirar adentro de las personas”.
Llegó por última vez a la Argentina en 2005, para visitar a un viejo amigo. Después de 23 años aterrizó en suelo porteño especialmente invitada por Diego Maradona para La noche del 10. De pasó, se prestó a un especial de El Trece conducido por Jorge Guinzburg. 

Sus inicios


La familia había viajado a Roma, se toparon con el director Mario Bonnard, quien buscaba a una niña de su edad, 9 años, para el filme Tormento del passato. Terminada la secundaria se decidió a estudiar actuación. Al final de la cursada, Florestano Vancini la eligió para La larga noche del ’43, una historia con guión de Pier Paolo Pasolini en la que tuvo un rol pequeño pero que le sirvió para mostrar su dramatismo. Su película más destacada fue, tal vez, I compagni, 11 años después, dirigida por el gran Mario Monicelli, en la que compartió rodaje con Marcello Mastroianni y saltó a Hollywood, meca del cine que no eligió.
Después, enfiló para Buenos Aires, y hay películas que hoy emite Volver, como Bárbara, con Jorge Martínez. 
Argentina fue el primer país de Latinoamérica en el que triunfó. “Cuando llegué con la canción Para hacer bien el amor hay que venir al sur, tuve que cambiar la letra para que no me censuraran y salió ‘Para enamorarse bien...’”, contó.
Mientras el público italiano espera que la inoxidable Raffaella regrese con su ciclo de entrevistas de la RAI, ella dice que “Trabajo menos porque ahora elijo mejor. No sé si logré cierta liberación femenina, pero creo que a las mujeres les he dado toda la energía y positividad que llevo dentro. Yo sí que pagué el precio de mi libertad”. 
 

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