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La hermandad de Argentina con Almería y Salta

Desde muy joven a Cristóbal Muñoz Martínez le atrajo el movimiento de un pabellón en el cielo. Hoy, en siete de sus propiedades flamea una bandera. 
Viernes, 19 de junio de 2020 20:40

El fuerte productor tabacalero de Cerrillos Cristóbal Muñoz es ahora para muchos de sus coterráneos, el “Señor de las Banderas”. Es que este hijo de españoles de Andalucía, desde hace unos años se le dio por ir sembrando silenciosamente banderas argentinas. Y lo hizo en cada uno de sus predios. La primera albiceleste que izó en el cielo del Valle de Lerma, fue en la finca que su padre bautizó “Pulpí”, en Cerrillos, en la orilla oriental de la RP N° 21, como yendo al pueblito de San Agustín. Pero esa bandera celeste y blanca no está sola. La acompañan dos enseñas más: la de Pulpí”, el pueblo nativo de los Muñoz Martínez, en la lejana Almería, y la otra, la güemesiana de Salta. Las tres flamean en lo alto junto a un pedestal que sostiene un viejo tractor que aún luce los colores clásicos de los “John Deere”. Esa máquina que está en lo alto tiene para la familia un profundo significado, y por eso dos columnas de cemento la sostienen. Es que fue una de las herramientas que posibilitó que Muñoz Martínez lograse ser el mayor productor mundial de tabaco Virginia. Y ahí están al viento, la bandera lugareña de Pulpí que flamea como lo hace en su terruño español, quizá, para que los miembros de la familia siempre tengan presente sus lejanos orígenes; la de Salta, en homenaje a la valentía de esta tierra gaucha; y la argentina, para honrar a la patria que los acogió y les brindó la posibilidad de trabajar y poder recoger los frutos de un solar generoso.

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El fuerte productor tabacalero de Cerrillos Cristóbal Muñoz es ahora para muchos de sus coterráneos, el “Señor de las Banderas”. Es que este hijo de españoles de Andalucía, desde hace unos años se le dio por ir sembrando silenciosamente banderas argentinas. Y lo hizo en cada uno de sus predios. La primera albiceleste que izó en el cielo del Valle de Lerma, fue en la finca que su padre bautizó “Pulpí”, en Cerrillos, en la orilla oriental de la RP N° 21, como yendo al pueblito de San Agustín. Pero esa bandera celeste y blanca no está sola. La acompañan dos enseñas más: la de Pulpí”, el pueblo nativo de los Muñoz Martínez, en la lejana Almería, y la otra, la güemesiana de Salta. Las tres flamean en lo alto junto a un pedestal que sostiene un viejo tractor que aún luce los colores clásicos de los “John Deere”. Esa máquina que está en lo alto tiene para la familia un profundo significado, y por eso dos columnas de cemento la sostienen. Es que fue una de las herramientas que posibilitó que Muñoz Martínez lograse ser el mayor productor mundial de tabaco Virginia. Y ahí están al viento, la bandera lugareña de Pulpí que flamea como lo hace en su terruño español, quizá, para que los miembros de la familia siempre tengan presente sus lejanos orígenes; la de Salta, en homenaje a la valentía de esta tierra gaucha; y la argentina, para honrar a la patria que los acogió y les brindó la posibilidad de trabajar y poder recoger los frutos de un solar generoso.

FOTOS: JAVIER CORBALÁN

FOTOS: JAVIER CORBALÁN

Pero en la finca “Pulpí” hay un dato llamativo y curioso que destacar, referido a la bandera de ese lugar español: todos los años su alcalde, don Juan Pedro García Pérez, le remite a Cristóbal Muñoz Martínez una bandera nueva para que reemplace la vieja. Y hace seis años que eso ocurre y por eso Cristóbal guarda celosamente en la sala de esa finca las cinco enseñas, tal como marca el protocolo. Solo un gran mapa de España traído por su padre, y que data de 1935, acompaña a las banderas en un salón decorado con cerámicas valencianas. Y así es que en esta finca, siempre flamea una bandera nueva de Pulpí, un pueblito de algo más de diez mil habitantes, ubicado muy cerca del mar Mediterráneo.

EL MÁSTIL MÁS ALTO EN CABRA CORRAL. 

Las otras banderas

Pero “Pulpí” no es el único predio rural donde la familia de Cristóbal Muñoz Martínez plantó banderas. También lo hizo en Tres Acequias, sobre la RP N°23; en Cerritos, ese morro que más allá de La Merced se levanta al naciente de la RN N°68, y que alguna vez, allá por los años 50 del siglo pasado, la Aeronáutica Argentina (ahora Fuerza Aérea) quiso balizar por razones de seguridad referidas al primitivo tráfico aéreo del Aeropuerto “El Aybal” (ahora “Martín Miguel de Güemes”. Bueno allí hay un mástil donde también flamea una bandera albiceleste.

CRITOBAL MUÑOZ MARTÍNEZ. FOTO JAVIER CORBALÁN

Pero hay más enseñas argentinas erigidas por Cristóbal. A las ya mencionadas hay que agregar la de finca “Las Palmas”, en la margen sur de la RP N°88, una vieja sala ya remodelada, que cuando era propiedad del exgobernador de Salta, don Emilio Espelta, supo alojar la primitiva Escuela Nacional N° 234, hoy “Gobernador Emilio Espelta”.
Otra bandera argentina instalada por Cristóbal se encuentra en la finca “El Rodeo” en Gral. Güemes.

ESTACIÓN DE SERVICIO DE CERRILLOS. FOTO: JAVIER CORBALÁN

UN 25 DE MAYO DE 2020, LA ACADEMIA DE DANZA "MARCOS TAMES".

BANDERA DEL PUEBLO NATAL (ANDALUCÍA) DE LOS MUÑOZ MARTÍNEZ EN LA FINCA PULPÍ DE CERRILLOS. FOTO: JAVIER CORBALÁN

Estaciones de servicios

Pero Cristóbal Muñoz Martínez no se contentó con hacer flamear los colores albicelestes en sus propiedades rurales. También lo hizo en sus dos estaciones de servicio Shell: la “Convoy” en la rotonda de Limache y la de Cerrillos en Villas Los Tarcos. El nombre de la primera también guarda un significado afectivo: es el lugar donde nació su madre, doña María Martínez de Muñoz. Allí, Cristóbal resolvió elevar la bandera argentina más vistosa de esta parte del Valle de Lerma. El paño de nueve metros por 4,50 se iza y arrea todos los días en un mástil que tiene 28 metros de altura. Al atardecer, dado su enorme tamaño, se guarda en un especie de cofre instalado exprofeso al pie del mástil, lo que permite al día siguiente izarla con mayor facilidad. Y sobre esta práctica ocurrió que un día, una señora se presentara muy molesta en la estación de servicios pidiendo hablar con el propietario de la misma. Según manifestó, quería hacer llegar su queja, referidas al lugar donde a diario se guardaba la enseña patria. Luego de una breve diligencia, la señora logró entrevistar a don Cristóbal Muñoz. Le manifestó ser directora de un establecimiento educativo y que su queja estaba referida a la forma en que se guardaba la bandera. Explicó que luego de arreada la enseña patria, esta debía ser convenientemente doblada y guardada, y no, introducida directamente en una urna tal como ella había observado. Ante ello, Muñoz explicó a la señora que por el tamaño del paño, la firma Convoy había ideado un dispositivo especial que permitía que la bandera se guardase sola a medida que esta era arreada por personal de la estación. Y como para que no quedaran dudas del mecanismo, Muñoz invitó a la señora que presenciara personalmente el arreo de la bandera a la hora del ocaso. Y así fue que luego de visto ya en tierra el tamaño de la tela y el funcionamiento de la urna, la señora felicitó la iniciativa. A cambio, y por su celo patriótico, la señora recibió de obsequio por parte de la firma Convoy: una bandera argentina para el mástil de su escuela.

Nace en Cerrillos una  tradición patriótica

FOTO: JAVIER CORBALÁN

En cuanto a la bandera argentina de la estación de servicios Shell de Cerrillos, su historia es breve. La primera vez que se expuso fue el 25 de Mayo pasado en una ochava del edificio. Su presencia causó tanta admiración, que esa mañana cientos de peatones y automovilistas se detuvieron para poder guardar un recuerdo fotográfico del inmenso pabellón. 

Cuando El Tribuno preguntó al propietario don Cristóbal Muñoz, la razón de la iniciativa respondió que en realidad la de la idea había sido su esposa Adriana Jiménez. “Ese paño -contó- estaba en lo alto del mástil de 40 metros, en nuestra casa de Cabra Corral. Antes que se deteriore por el permanente flameo, la cambiamos por otra un poco más grande, fabricada en Córdoba por una textil especializada en banderas por encargo. Así fue que a la vieja la trajimos a Cerrillos y se guardó como hacemos con todas las que dejamos de usar. Y este año Adriana la sacó, la acondicionó debidamente y el 25 de Mayo pasado se expuso por su iniciativa y por primera vez, en la ochava de la estación de servicios, sector sur, sobre la RN 68. Su exposición tuvo un éxito inesperado y por eso de ahora en más, esa bandera será expuesta en fechas patrias. Así será los 25 de Mayo, 20 de Junio, Día de la Bandera y 9 de Julio. La de Salta, en cambio, se la expondrá en fechas conmemorativas del General Güemes y de Salta. Además, por esta vez y en nombre de la familia Muñoz, obsequiaremos a cada una de las escuelas del municipio de San José de los Cerrillos, una bandera de flameo”. 

La más grande

“La bandera más grande y que más alto está, es la de Cabra Corral -cuenta Cristóbal-. Su mástil tiene 40 metros y el paño mide 9 metros por 4,5. Sin dudas, un punto de referencia en el perilago del embalse. 
 

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