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Una artista ofreció retratos y se convirtió en un éxito en redes sociales

Macarena Escudero ya hizo más de cien dibujos durante la cuarentena. Sus clientes los usaron de foto de perfil de Face y tuvo una gran repercusión.
Martes, 09 de junio de 2020 01:32

Las implicancias del aislamiento social, preventivo y obligatorio al que estuvo sometido el mundo serán evaluadas en un largo plazo. 
Por el momento, salió a superficie que la población se volcó a consumir arte y se ha vuelto arte para transitar este periodo de encierro. Los artistas acompañaron estas inclinaciones o -por qué no necesidades- poniendo a trabajar a tiempo completo su usina imaginaria y sus hábiles manos. 
Macarena Escudero (30) es estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicología de la Ucasal e ilustradora. 
Durante la cuarentena fue notorio cómo muchos usuarios cambiaron sus fotos de perfil por dibujos hechos por ella. Fue tanta la trascendencia en solo tres semanas que ya superó los 120 trabajos y volvió a tomar encargos. En diálogo con El Tribuno, Macarena contó que al iniciar la pandemia y el confinamiento obligatorio debió postergar sus compromisos laborales como muralista y tatuadora. También muestras individuales y colectivas de las que participaría. “Se me ocurrió hacer retratos por encargo porque vi que había una intención fuerte de la gente por expresarse en medio de este encierro. Se notó la necesidad de mostrar recuerdos, fotos con familiares, con amigos, por el simple hecho de extrañar eso que por un rato se frenó”, definió. Realizados en primera instancia a lápiz y sobre papel, luego pintados con tinta china y coloreados de manera digital, en los retratos es notorio el sello de autor.

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Las implicancias del aislamiento social, preventivo y obligatorio al que estuvo sometido el mundo serán evaluadas en un largo plazo. 
Por el momento, salió a superficie que la población se volcó a consumir arte y se ha vuelto arte para transitar este periodo de encierro. Los artistas acompañaron estas inclinaciones o -por qué no necesidades- poniendo a trabajar a tiempo completo su usina imaginaria y sus hábiles manos. 
Macarena Escudero (30) es estudiante avanzada de la Licenciatura en Psicología de la Ucasal e ilustradora. 
Durante la cuarentena fue notorio cómo muchos usuarios cambiaron sus fotos de perfil por dibujos hechos por ella. Fue tanta la trascendencia en solo tres semanas que ya superó los 120 trabajos y volvió a tomar encargos. En diálogo con El Tribuno, Macarena contó que al iniciar la pandemia y el confinamiento obligatorio debió postergar sus compromisos laborales como muralista y tatuadora. También muestras individuales y colectivas de las que participaría. “Se me ocurrió hacer retratos por encargo porque vi que había una intención fuerte de la gente por expresarse en medio de este encierro. Se notó la necesidad de mostrar recuerdos, fotos con familiares, con amigos, por el simple hecho de extrañar eso que por un rato se frenó”, definió. Realizados en primera instancia a lápiz y sobre papel, luego pintados con tinta china y coloreados de manera digital, en los retratos es notorio el sello de autor.

La médica y aficionada por la fotografía Marianela Sierralta, una mirada serena.

A quien los ve le resulta dificultoso descontextualizar de su entorno las figuras centrales. Los personajes aparecen entre follajes sempiternos, ramas rugosas y nervudas, hojas detalladas, cielos brunos plagados de estrellas y gobernados por lunas de luminosidad intensa o cerros modestos con altos soles. Flores desmesuradas y cristales irrumpen entre elementos que denotan al espectador la profesión, el oficio y la querencia del retratado. Los gestos de los personajes, de una gran capacidad expresiva, muestran una intimidad con su creador inobjetable. “Siempre ellos me contaban su idea preliminar para que la plasme en el retrato. Me hablaban sobre un recuerdo o también los recreaba en una fantasía que tuvieran, o los mostraba haciendo lo que les gusta: su profesión, lo que aman. Algunos pidieron que los mostrase simplemente fuera de las paredes de su casa, en la naturaleza, en algún viaje... y la verdad es que fue muy lindo porque se crea un vínculo con la persona, llegás a entender un poco su mundo para plasmarlo como ellos quieren”, señaló Macarena. Entre las intenciones que muchos pusieron en estos pedidos ella contó que “vieron la posibilidad de hacerle un regalo a alguien que extrañaban, entonces me pedían ese retrato u otros querían recuperar alguna escena o momento de la vida”. 
Incluso al sentirse entrar en el terreno de la ficción hubo quienes se permitieron sanar emociones y honrar a sus familiares y mascotas que se encuentran en otro plano. 
“Mucha gente también me pidió que retrate a la familia entera, o sea, un retrato por persona. Otros, el grupo familiar en un solo retrato. Otros, que retrate familiares o a sus animalitos fallecidos. Me pidieron muchos bebés, muchos de embarazo”, enumeró.

La cosplayer y estudiante de Diseño Gráfico Nicole Fernández, como un ser mítico. 

Quienes la contrataron obtuvieron una versión digital en alta calidad enviada por e-mail y ahora con el inicio del distanciamiento obligatorio podrán ir a retirar su retrato en papel. “La mayoría de los retratos fueron muy bien recibidos por las personas, les encantaron, se recoparon. Se vieron reflejados y se comunicaron conmigo para decírmelo. De hecho, no pensé que iba a tener tanto éxito y que me iba a mantener tan entretenida. Fueron cien dibujos en dos o tres semanas, así es que estuve a full desde muy temprano a la noche, dibujando, y eso me sacó del bajón de la cuarentena, porque me mantuvo muy activa creativamente. Siento que le sirvió tanto a ellos como a mí, nos hicimos un favor mutuo”, comentó Macarena. Antes de este hito de pandemia, ella se dedicaba “a los personajes imaginarios. Siempre fueron mi inspiración la naturaleza y las mujeres, la lucha feminista. Si hago un hilo de mi trayectoria, mis musas fueron mujeres y la mayoría de las protagonistas de mis obras en su mayoría son mujeres, bajo la luna, en situaciones de libertad, con animales, con mucha vegetación, en bosques, en selvas. Siempre me llamó la atención la naturaleza y siempre está presente. Igual me amoldo a los trabajos que vayan surgiendo”. 

Una artista autodidacta
Puesta a mirar su trayectoria hacia atrás hasta volver al punto de origen de su gran talento, Macarena señaló que no cumplió una formación profesional estricta. 
“Lo mío siempre fue lo artístico. Lo que más me gusta, lo que más me llama es eso. No estudié arte de manera formal, pero sí a través del autoaprendizaje y están las influencias: los artistas que me gustaron de niña o de adolescente, que también son mis maestros”, expresó. 
Entre estos se destacan como referentes en su carrera Pedro Vilar, ilustrador en la década del 60 de clásicos de María Elena Walsh como “Tutú Marambá”, “Dailan Kifki”, “Zoo Loco”, “Manuelita” y “El Reino del Revés”; Harry Clarke, ilustrador de cuentos de Andersen, Perrault y Edgar Allan Poe y descollante vitralista irlandés; Luisa Rivero y Klimt o Freeorgy (también tatuadora) y Yuko Shimizu. 
Además de estas lecturas y contactos en los que agudizó su ojo artístico, de niña asistió al Taller Azul de Silvia Katz, un espació de arte para niños y adolescentes multipremiado y que superó las dos décadas de existencia. 

“Creo que eso me fue abriendo el deseo de seguir dibujando. Como todo niño, esto comienza siendo un juego, pero también produce un goce cuando uno es adulto. Nunca dejé de dibujar. No hubo un momento en mi vida que haya cortado eso. Lo que sí puede ser que haya marcado un comienzo son las primeras muestras que hice o cuando me animé a publicar obras mías, ya sea en revistas o haciendo muestras en galerías”, comentó. De hecho, comenzó muy joven a exponer sus obras y pintar en vivo en 2008 y en Córdoba capital, donde residió un tiempo. Desde aquella vez ha dado a conocer su arte en varias exposiciones e intervenciones en vivo, incluso ilustró libros y portadas de álbumes. La última muestra que hizo este año fue “Arte y mujer”, en la Galería El Palacio, que se había habilitado un día antes de que se declarara la cuarentena.
“En esta nueva normalidad, estoy trabajando en mi estudio privado de tatuaje. No lo estoy abriendo al público, pero sí trabajando con un turno por día, extremando las medidas de higiene, que de por sí son bastante extremas en este rubro”, acotó. 
Sobre el mediano plazo agregó: “Hay muchas cosas que quedaron en veremos. Lo que voy a continuar seguro es ilustrando un libro de poemas de Jacquelin Manoff, que saldrá en algún momento a fin de año”.
 

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