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“Arrabalera, por amor a Tita” arrasó en la entrega de los Premios Victoria

Se llevó 11 reconocimientos, incluidos Mejor Director y Mejor Espectáculo de Teatro. La apertura de sobres y anuncio de los ganadores se realizó por la plataforma Zoom. 
Domingo, 26 de julio de 2020 21:38

El viernes pasado, a partir de las 20.30 y a través de la plataforma Zoom, se realizó la apertura de sobres y el anuncio de los ganadores de la octava edición de los Premios Victoria a las Artes Escénicas. La gala y premiación del más prestigioso galardón teatral de la provincia estaba programada para el 5 de abril, pero debió suspenderse de manera indefinida por el contexto mundial de pandemia. Los ganadores deberán retirar sus certificados y premios el 5 de agosto próximo por la tarde en el Salón Auditórium (avda. Belgrano 1349).

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El viernes pasado, a partir de las 20.30 y a través de la plataforma Zoom, se realizó la apertura de sobres y el anuncio de los ganadores de la octava edición de los Premios Victoria a las Artes Escénicas. La gala y premiación del más prestigioso galardón teatral de la provincia estaba programada para el 5 de abril, pero debió suspenderse de manera indefinida por el contexto mundial de pandemia. Los ganadores deberán retirar sus certificados y premios el 5 de agosto próximo por la tarde en el Salón Auditórium (avda. Belgrano 1349).

Adecuándose a los tiempos que corren la transmisión la realizaron desde sus hogares las actrices Roxana Lugones y Andrea Yacuzzi. La conducción en conjunto durante una hora y media resultó fresca, ágil y cálida. No faltaron los intercambios con los nominados, conectados desde sus casas y varios reunidos para compartir la desbordante adrenalina por saber cómo resultaría cada terna. En muchos tramos el espectador pudo percibir la camaradería entre los “teatreros” salteños.

La directora del Salón Auditórium, Ana María Parodi, hizo incursiones en vivo y grabadas. “Estamos tristes, porque hay un escenario vacío, una platea vacía, nuestro corazón dolido. Hemos perdido a un amigo también (por el teatrista y profesor de Artes Jorge Aragón, fallecido el 16 de este mes)”, inició Parodi, filmada sobre el escenario del Auditórium, sola y envuelta por el himno de Sui Generis “Cuando me empiece a quedar solo”.

“Este premio no representa de ninguna manera una feroz competencia entre mejores y peores (…). Es simplemente un reconocimiento al esfuerzo del teatro salteño, negado, ninguneado, postergado, pero seguimos como siempre. ‘Hemos recorrido un largo camino, muchacha, decía una publicidad. Estoy en el teatro desde 1981, cuando no teníamos salas, subsidios, talleres, escuelas. Fuimos abriendo camino los dinosaurios del teatro: José Antonio Lázzari, Jorge Rodríguez, la Negra Ramos”, describió Parodi para refrescar el tenor de los Victoria. Luego dejó que la emoción le ganara la voz al decir que está “con el corazón puesto en una esperanza: la del pronto regreso. La esperanza porque el teatro no va a morir. Nosotros vamos a salir adelante. Amigos, victoria es continuar. Si te va la vida en ello, actúas para Dios y derrotas el olvido”.

Luego de sucederse el momento In Memoriam a Jorge Aragón, nombraron las menciones especiales: una del jurado -compuesto por Daniel Torrejón, Rodolfo Fenoglio y María Pía Budonet- a la obra “Ayer, hoy y siempre”, del grupo Consentidos del colegio Verbum. También dos del Auditórium: al estudio de danzas Raíces de mi patria, dirigido por Juan José Giménez, y a la primera obra que se estrenó en la sala anfitriona de los Premios Victoria en 2003, la obra “Las siervas”, protagonizada por Mary Gervino y Ana Carolina Beltrán, una adaptación de Soledad Pérez Fernández del texto “Las criadas”, de Jean Genet.

Tras desvelarse a varios de los premiados, vino un nuevo pasaje grabado de Parodi mientras colocaba piezas de vestuario y accesorios sobre las butacas vacías del Auditórium. Ella recitó -en una interpretación rica en matices como un arpa en la que fuera capaz de pulsar dos melodías al unísono: la de la emoción y la de la esperanza- “Los vestuarios saldrán por las calles”, de Cristina Escofet: “Los vestuarios saldrán por las calles/ los balcones serán las carrozas y las mesas y sillas y bares/ Harán coro sirviendo licores/ y cantando, cantando iremos todos a fundar una patria lejana/ Donde artistas de todas las razas celebremos la gloria el arte”. También hubo momentos de humor como cuando se anunció el premio honorífico de la sala “Vida de artista” a Mary Gervino, y que ella celebró con gozo en primer plano porque se reconectaba después de que le habían cortado la luz. Dijo que recientemente había cumplido 80 años y que el reconocimiento del Victoria era “un regalo formidable”. Además, agradeció “a esas hermosas mujeres que hacen teatro. A esos heroicos caballeros que no desmayaron nunca de producir sobre las tablas”. El otro honorífico “El gran Victoria” se lo concedieron a Carlos Delgado.

El batacazo lo dio “Arrabalera, por amor a Tita” que ganó en Mejores Maquillaje Mariké Muñiz y Delia Pantaleón; Vestuario Mariké Muñiz y Delia Pantaleón; Banda Sonora, Rafael Monti; Dramaturgia Local, Rafael Monti; Coreografía, José D. García; Escenografía, Susana Núñez; Actor de Reparto, Enrique Marini; Actriz de Reparto, Delia Pantaleón; Actriz Protagónica, Mariké Muñiz; Director, Rafael Monti; y Espectáculo de Teatro. Un total de once alas.

Los premiados se completaron con Mejor Actor Protagónico Alfredo Ferrario, por Suplentes, “Cuando los cerdos arrasan; Mejor Iluminación, Juan Carlos Sarapura, por #Uno Menos; y Mejor Espectáculo de Taller de Teatro “Bienvenidos al Primer Mundo”, del Taller de Teatro del colegio de Vaqueros, dirigido por Carlos Delgado.

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