Don Carlos Luis Mansilla, desde enero que intenta tramitar su jubilación en la Anses, pero no logra ningún resultado favorable hasta la fecha. Trabajó como operador de playa en YPF, en la venta de combustible. Realizó cuarenta y siete años de aporte al estado.
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Don Carlos Luis Mansilla, desde enero que intenta tramitar su jubilación en la Anses, pero no logra ningún resultado favorable hasta la fecha. Trabajó como operador de playa en YPF, en la venta de combustible. Realizó cuarenta y siete años de aporte al estado.
Desde hace seis meses, todas las semanas ingresa a la página web de la institución a través de la atención virtual y desde la misma la respuesta es: "Su caso debe ser analizado en forma presencial, con turno previo, ya que requiere de análisis de su caso particular".
El hombre de 75 años de edad, trabaja desde los 18 años, y desde hace dos se encuentra incapacitado por una amputación en su pierna derecha, producto de la diabetes. Sumado a eso es hipertenso y asegura que de hacer tantos trámites está dañando su salud mental ya que esta situación altera sus valores en los análisis de rutina.
Desesperado, don Carlos convocó a El Tribuno para relatar su triste realidad. También comentó que no es el único que no puede jubilarse.
"Tengo un problema con la Anses. Desde enero que intento y no puedo hacer la gestión para jubilarme. En enero me dieron turno para febrero. Me presenté y me decían que faltaban unos recibos, luego llegó marzo, empezó la pandemia y nunca pude ni siquiera lograr un expediente o un número de legajo. Llega agosto y sigo sin poder iniciar el trámite porque me dicen que es personal", señaló indignado.
"Ya he agotado todos los recursos. No sé a dónde más concurrir para que alguien me ayude o me dé una solución. Me comuniqué con gente del Ministerio de Trabajo, mandé correos electrónicos a la Anses en Buenos Aires, pero nadie responde. Sé que hay mucha gente de Rosario de la Frontera que está en la misma situación", comentó
"En Rosario de la Frontera no hay nadie en las oficinas, la excusa es que los que atienden son personas de riesgo y no pueden abrir", explicó.
Agregó: "Aunque abran las oficinas estamos en la misma porque ni siquiera puedo lograr que me den un turno. O sea que van a largar los turnos pero ya con medio año de atraso. Necesito que al menos me habiliten la gestión on line".
En cuanto al trabajo que desempañaba, el hombre contó: "Yo trabajaba en la estación de servicio YPF de Luis Carrizo".
"Encima hay una irregularidad en la documentación. Yo tengo ya 47 años de aportes jubilatorios, pero desde mi amputación que fue años atrás, faltan otros años de aporte".
"Pisé un clavo, no lo sentí por mi diabetes, y me amputaron un dedo, después otro, luego el pie y finalmente me cortaron la pierna", lamentó.
Con muchos otros problemas
"Además de ser diabético, tengo problemas de presión, soy hipertenso y la verdad que desde que empecé con los trámites, de tanto renegar produjo un desequilibrio en los valores automáticamente".
"Al menos necesito que alguien se haga cargo de esto, que venga un gestor a mi domicilio ya que de manera on line mediante el Anses no se puede hacer nada. Se supone que esta institución tienen una base de datos, sin embargo figura que faltan siete años de aporte", dijo y aseguró: "Lo cual es imposible porque trabajo desde los dieciocho años. No sabemos si esto es un error de la empresa de YPF la cual cambió de dueños varias veces o del Anses, pero lo cierto es que los datos no coinciden", aseguró.
"De YPF, al faltar esos años de aporte me pidieron que busque los recibos, lo cual es una locura, imagínese que tendría que buscar los recibos del año 73 hasta la fecha, todo esto no tiene sentido cuando se supone que hay una base de datos".
"Todo esto es producto de una burocracia que me indigna. A esta altura tendría que estar disfrutando de mi jubilación después de haber entregado mi vida al trabajo. No puedo gozar de mis nietos, de mis hijos, ni de nada por estar renegando de esta manera".
Finalmente el hombre señaló, "Lo ideal sería que alguien venga a mi casa, que me otorguen un turno extraordinario ya que por mi discapacidad no puedo trasladarme a las oficinas de acá o de Salta. Necesito que alguien se apiade para tener un poco de paz en mi vida".
"Ya no sé si me corresponde una jubilación más la pensión por mi discapacidad o qué, pero por favor que alguien se haga cargo y le pueda mostrar todos los papeles que tengo como prueba y la antigedad que tengo de tantos años de trabajo", concluyó.