Si alguno quedó asombrado con el nivel de repudio de los hinchas del Barcelona tras la humillante eliminación de la Champions League (perdió 8 a 2 con el Bayern Múnich en los cuartos de final), se exaltará aún más cuando repase lo que sucedió en la región de Umbría luego del descenso del Perugia a la Serie C.
Concluida la fase regular de la segunda división italiana, Perugia y Pescara quedaron igualados en puntos y tuvieron que enfrentarse en un desempate para definir el cuarto retroceso, después de los del Livorno, Juve Stabia y Trapani. La ida se disputó el lunes pasado y quedó en manos del Pescara por el 2 a 1 a favor, tanteador que se repitió ayer en el estadio Renato Curi y persistió luego de la prórroga. En la tanda de penales, los de la región de Abruzos se impusieron 4 a 2 y celebraron la permanencia.
El fuego se desató en la vereda de enfrente y, pese a que el duelo había sido a puertas cerradas, unos 700 tifosi del Perugia se hicieron presentes para abuchear y amenazar a los jugadores. Cuatro muñecos fueron colgados con las camisetas rojas en la carretera Trancanelli, en la zona entre Casenueova y San Sisto, con una pancarta que fue tan macabra como repudiable: “Los queremos de esta manera”.
Según informó Corriere dell’Umbria, los mayores apuntados fueron el presidente Massimiliano Santopadre y el delantero Pietro Iemmello, uno de los que erró su penal. Los fanáticos enardecidos arrojaron botellas de vidrio contra las vallas que separaban al estacionamiento con los vestuarios y también petardos detonaron cerca.
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Si alguno quedó asombrado con el nivel de repudio de los hinchas del Barcelona tras la humillante eliminación de la Champions League (perdió 8 a 2 con el Bayern Múnich en los cuartos de final), se exaltará aún más cuando repase lo que sucedió en la región de Umbría luego del descenso del Perugia a la Serie C.
Concluida la fase regular de la segunda división italiana, Perugia y Pescara quedaron igualados en puntos y tuvieron que enfrentarse en un desempate para definir el cuarto retroceso, después de los del Livorno, Juve Stabia y Trapani. La ida se disputó el lunes pasado y quedó en manos del Pescara por el 2 a 1 a favor, tanteador que se repitió ayer en el estadio Renato Curi y persistió luego de la prórroga. En la tanda de penales, los de la región de Abruzos se impusieron 4 a 2 y celebraron la permanencia.
El fuego se desató en la vereda de enfrente y, pese a que el duelo había sido a puertas cerradas, unos 700 tifosi del Perugia se hicieron presentes para abuchear y amenazar a los jugadores. Cuatro muñecos fueron colgados con las camisetas rojas en la carretera Trancanelli, en la zona entre Casenueova y San Sisto, con una pancarta que fue tan macabra como repudiable: “Los queremos de esta manera”.
Según informó Corriere dell’Umbria, los mayores apuntados fueron el presidente Massimiliano Santopadre y el delantero Pietro Iemmello, uno de los que erró su penal. Los fanáticos enardecidos arrojaron botellas de vidrio contra las vallas que separaban al estacionamiento con los vestuarios y también petardos detonaron cerca.