El 20 de febrero María Alcoba de Subelza viajó desde Rosario de la Frontera hasta Puerto Deseado con Santino, su hijo de cuatro años. Hacía varios meses que no veía a uno de sus hijos mayores, que vive en esa localidad de Santa Cruz. Lo que tendría que haber sido un viaje de vacaciones se convirtió en un infierno que la enmudeció durante estos seis meses.
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El 20 de febrero María Alcoba de Subelza viajó desde Rosario de la Frontera hasta Puerto Deseado con Santino, su hijo de cuatro años. Hacía varios meses que no veía a uno de sus hijos mayores, que vive en esa localidad de Santa Cruz. Lo que tendría que haber sido un viaje de vacaciones se convirtió en un infierno que la enmudeció durante estos seis meses.
Durante su estadía junto a su familia, María y Santino decidieron tomar un paseo por la costa de Punta Cavendish, como solían hacerlo en otras oportunidades. Ese día fue asaltada por dos sujetos, un hombre y un adolescente.
Ayer habló por primera vez en memoria de su hijo Santino, asesinado durante el ataque.
Agradecimiento.
Con coraje, el mismo que día a día la lleva a levantarse y retomar su vida en la carpintería de la familia, los Subelza, como los conocen en la ciudad de Rosario de la Frontera, levantó el teléfono y habló con el canal Todo Noticias.
"Quiero agradecer a tanta gente que me ayudó y acompañó durante todo este tiempo, pero cada vez que hablo de lo que nos pasó a mí y a mi pequeño Santino en Puerto Deseado se mezclan las emociones y me quiebro, sabe ...", dijo mientras su voz se entrecortaba entre lágrimas. "Quiero que sepan que se dijeron muchas cosas, algunas ciertas, otras no. Que todos se enteren que es un milagro que hoy esté viva y pueda seguir", resumió la mujer de 45 años.
Ese 20 de febrero, dos delincuentes abusaron sexualmente de ella y la golpearon con una piedra gigante. Pensando que estaba muerta, se fueron del lugar. También mataron a su hijo Santino y lo dejaron a orilla del mar esperando que la marea se lo lleve. "Cuando me enteré de que mi hijo había fallecido pensé que me iba a volver loca, pero no. Sufrí mucho, todos los días lloro un poco, pero cada vez menos y tengo que superarme". Por el caso fueron detenidos Omar Alvarado, de 35 años, quien se suicidó un mes después en una celda de Caleta Olivia. Fue acusado de haberla asaltado y llevado hasta un lugar en las rocas donde abusó de ella luego de golpearla con una piedra. "El día que esté la sentencia contra el hombre que mató a mi hijo, quiero ir y escucharla", afirmó.