Tras la renuncia del exdiputado Juan Emilio Ameri por el escándalo que protagonizó durante una sesión legislativa el jueves último, Justino Ustarez consideró que podría reemplazarlo en virtud de la ley de paridad de género y un antecedente reciente en otra provincia.
El médico pediatra es el segundo suplente detrás de la antropóloga Alcira Figueroa, principal candidata -por ser primera suplente- a asumir el cargo legislativo nacional por el Frente de Todos.
Apoyado por colegas médicos y personas cercanas al Partido de la Victoria, Ustarez considera que por la ley de paridad de género él debería suceder a Ameri por el hecho de ser varón, aunque esta normativa entró en vigencia luego de que la lista en la que él figura fuera electa.
Abogados cercanos a él quizás estudian el caso que se dio en Neuquén con una lista de 2019 -la ley de paridad ya estaba vigente-, en el que la jueza federal con competencia electoral María Servini consideró que el candidato varón -suplente- debía reemplazar a un diputado varón, pese a que una mujer era la segunda candidata titular.
La damnificada apeló ante la Cámara Nacional Electoral (CNE), con tres “amicus curiae”, pero el tribunal aún no se expidió. La mujer piensa en encarar una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Hay dos antecedentes que conspiran en contra de los intereses de Ustarez, que son los reemplazos por parte de mujeres a los exdiputados bonaerenses Felipe Solá y Guillermo Montenegro, quienes habían sido elegidos antes de la sanción de la ley de paridad de género.
Tanto esta ley como la de cupo y la jurisprudencia que existe buscan garantizar una igualdad de participación de las mujeres en el Congreso, tratando de ampliar sus derechos políticos, no de restringirlos.
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Tras la renuncia del exdiputado Juan Emilio Ameri por el escándalo que protagonizó durante una sesión legislativa el jueves último, Justino Ustarez consideró que podría reemplazarlo en virtud de la ley de paridad de género y un antecedente reciente en otra provincia.
El médico pediatra es el segundo suplente detrás de la antropóloga Alcira Figueroa, principal candidata -por ser primera suplente- a asumir el cargo legislativo nacional por el Frente de Todos.
Apoyado por colegas médicos y personas cercanas al Partido de la Victoria, Ustarez considera que por la ley de paridad de género él debería suceder a Ameri por el hecho de ser varón, aunque esta normativa entró en vigencia luego de que la lista en la que él figura fuera electa.
Abogados cercanos a él quizás estudian el caso que se dio en Neuquén con una lista de 2019 -la ley de paridad ya estaba vigente-, en el que la jueza federal con competencia electoral María Servini consideró que el candidato varón -suplente- debía reemplazar a un diputado varón, pese a que una mujer era la segunda candidata titular.
La damnificada apeló ante la Cámara Nacional Electoral (CNE), con tres “amicus curiae”, pero el tribunal aún no se expidió. La mujer piensa en encarar una denuncia ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos.
Hay dos antecedentes que conspiran en contra de los intereses de Ustarez, que son los reemplazos por parte de mujeres a los exdiputados bonaerenses Felipe Solá y Guillermo Montenegro, quienes habían sido elegidos antes de la sanción de la ley de paridad de género.
Tanto esta ley como la de cupo y la jurisprudencia que existe buscan garantizar una igualdad de participación de las mujeres en el Congreso, tratando de ampliar sus derechos políticos, no de restringirlos.
¿A favor o en contra?
Consultado por El Tribuno, Ustarez consideró que el aborto tiene que estar legalizado: “Es importante que se apruebe esa ley, aunque hay compañeros que no están de acuerdo”. Evaluó que de esta manera se “busca evitar muertes maternas, sobre todo”.
“Estoy de acuerdo con que se realice la ley. Hay sectores que no tienen dinero para ir a lugares privados. Ellos son los que más necesitan”, expresó.
El viernes último, en diálogo con Radio Nacional, el médico dijo que, si fuera diputado, en principio, votaría en contra y agregó: “Todo es cuestión de conversar. Depende del paciente. Hay que ver situaciones sociales que ocurren”.
“Como pediatras, no estamos de acuerdo, pero hay situaciones que hay que contemplar. Es cuestión de estudiar y ver cómo lo analizan los ginecólogos. La postura nuestra es en defensa de la vida”, cerró.