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"Yo pedí ayuda, no llegó y ahora está aquí, en un cajón"

Gallardo “no la dejaba en paz. Cambió tres veces de celular en este último tiempo”.
Domingo, 24 de octubre de 2021 00:00

Quebrada, Yanina Cruz, la mamá de Agustina, dijo ayer a El Tribuno: "Yo quería la ayuda de la policía antes, porque si me hubieran ayudado estaría aquí conmigo y no en el cajón".

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Quebrada, Yanina Cruz, la mamá de Agustina, dijo ayer a El Tribuno: "Yo quería la ayuda de la policía antes, porque si me hubieran ayudado estaría aquí conmigo y no en el cajón".

El velatorio de la joven estudiante se realizó con honores en el complejo municipal de Coronel Moldes, adonde asistieron centenares de personas.

Sus compañeros de colegio, luego de la misa de cuerpo presente, bailaron para ella un caporal negro, doloroso e inolvidable para esa generación de estudiantes.

El viernes, Agustina Cruz murió degollada cuando caminaba hacia el colegio. Iván Gallardo, su victimario, fue detenido poco después en la casa de su abuela, en la misma localidad vallista.

El trágico episodio ocurrió cerca de las 8 del viernes en barrio La Loma, manzana 40, de la localidad de Coronel Moldes. En una esquina, Iván Gallardo esperó entre un grupo de usuarios de Saeta (transporte público) con un buzo con capucha, guantes y un cuchillo carnicero a la joven. Allí la comenzó a increpar.

La mamá de la joven dijo que el sujeto había subido a su estado de WhatsApp, en las horas previas al crimen, fotos en distintos puntos de la capital salteña, había creado una coartada y pensó que con guantes y capucha nadie lo iba a reconocer.

En la entrevista, la mamá de Agustina, Yanina Cruz, dijo que jamás perdonará a Iván Gallardo y avanzó más aún al sostener que si fuera por ella con sus propias manos le haría pagar el haberle quitado a su hija.

"De nada vale la cárcel ni esos sufrimientos, eso no devuelve la vida", aseguró con indignación e impotencia ante la tragedia.

Luego, la dolida mamá relató cómo se enteró del indignante hecho. "Me dijeron que la había agarrado un chico. Me imaginé que era él, pero pensé que le había pegado y cuando llegué estaba tirada. Él tenía guante de látex y sabía dónde cortarla y puso un estado de él en el cerro San Bernardo para que piensen que estaba ahí".

"Todo es de terror. Por eso quiero que la prensa no calle nada, Agustina no merece el olvido", dijo la mamá.

 

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