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Preocupa la baja cantidad de lapachos amarillos y rosados

En el bosque pedemontano se encontraron menos ejemplares que lo esperable de ocho especies de árboles, entre ellos el roble criollo y el jacarandá.
Martes, 09 de noviembre de 2021 01:55

En la zona del bosque pedemontano de Salta se encontraron menos ejemplares que lo esperado de ocho especies de árboles sobre un total de 12 relevadas en un trabajo de la fundación CEBio. El jacarandá, el roble criollo y los lapachos amarillos y rosados son algunos de los que se encuentran en un estado inadecuado de conservación, lo que implica que sus poblaciones están menguando.

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En la zona del bosque pedemontano de Salta se encontraron menos ejemplares que lo esperado de ocho especies de árboles sobre un total de 12 relevadas en un trabajo de la fundación CEBio. El jacarandá, el roble criollo y los lapachos amarillos y rosados son algunos de los que se encuentran en un estado inadecuado de conservación, lo que implica que sus poblaciones están menguando.

La organización, que trabaja por la biodiversidad en Salta, realizó un estudio para evaluar el estado de 12 especies del bosque pedemontano de Salta y Jujuy que pueden tener valor comercial por sus maderas. Se analizó la cantidad y el tamaño de los ejemplares que se hallaron por parcela.

Se detectó que se encuentran en estado inadecuado de conservación el roble criollo; el cedro Orán; el pacará; el jacarandá, el horco cebil, el urundel y lapachos rosado y amarillo.

En el caso del roble criollo, está en peligro de extinción por el retroceso de su población a nivel internacional. Incluso en marzo de 2020 el Ministerio de Producción y Desarrollo Sustentable de Salta prohibió el aprovechamiento forestal de esta especie por medio de la resolución Nº 14/2019.

Por otro lado, en el bosque pedemontano se descubrió que se encuentran en un adecuado nivel de conservación el cebil, el palo blanco, la quina colorada y el palo amarillo.

Entre otras conclusiones del trabajo, desde CEbio se advierte que en "la mitad de las especies maderables estudiadas, la regeneración está altamente comprometida, registrando un muy bajo número de individuos pequeños y renovables".

Además, se indica que el bajo número de árboles grandes es "alarmante", ya que se ha determinado que a medida que aumenta el tamaño del ejemplar aumenta también la producción de semillas, por lo que podría estar en riesgo la regeneración de estas especies en el futuro.

El relevamiento, que estuvo a cargo de Paula Názaro, Natalia Politi y Luis Rivera, tiene el objetivo de aportar información clara y concreta para delinear respuestas y programas que colaboren con la recuperación a largo plazo de estas especies.

Estefanía Ruiz de los Llanos, bióloga de la fundación, sostuvo que el problema puede asociarse a una falta de acciones para el manejo de los bosques.

"La extracción de madera no controlada o no regulada es una de las principales causales", afirmó. Agregó que en algunas zonas de las yungas también puede incidir el cambio de uso de la tierra para agricultura sin planificación, lo que no ocurre en áreas protegidas como la del Valle de Acambuco.

Para Ruiz de los Llanos, que es consultora ambiental y tiene una maestría en manejo biosilvestre, lo prioritario sería desarrollar políticas para sostener la biodiversidad. Señaló además que la Ley de Bosques se ejecuta mal y está "desfinanciada".

La Fundación CEBio está trabajando en el Valle de Acambuco, en el Área de Gestión Territorial Integrada (AGTI), serranías de Tartagal, por medio de un convenio con la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de Salta. El objetivo es colaborar con la restauración de los ecosistemas boscosos de las yungas australes.

Entre otras tareas, realizan talleres participativos con comunidades de la zona para que se tengan en cuenta sus puntos de vista sobre lo que ocurre con los bosques.

Además, desde la fundación colaboran con el vivero de especies nativas La Simara, que inauguró en agosto la Secretaría de Ambiente. En este lugar se producen principalmente árboles para la recuperación de los bosques.

Estefanía Ruiz de los Llanos describió que promover un manejo adecuado del ganado bosque es una de las acciones que se pueden implementar para la preservación de los ecosistemas.

Recuperación

El 27 de agosto, guardaparques de Acambuco, personal del INTA y referentes de la comunidad inauguraron el vivero "La Simara".

El objetivo del proyecto es reforestar áreas degradadas de Acambuco y del AGTI Serranías de Tartagal, y a esta iniciativa se sumó también la fundación CEBio. Hasta septiembre contaban con 800 plantines de árboles de especies nativas aptas para la zona, como cebil, cedro y guayacán, entre otras.

 

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