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20 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Salta en el 2001: el camino de salida en un año de inflexión

Opinión.
Lunes, 20 de diciembre de 2021 01:57

La crisis del 2001 fue un colapso simultáneo tanto en lo económico, financiero, social e institucional. Los meses previos y posteriores fueron vertiginosos.
Las finanzas provinciales recibían el impacto del círculo vicioso en medio de un contexto nacional, conformado por un complejo marco fiscal con déficit creciente en las cuentas públicas, recesión económica persistente, fuga de divisas, caída de liquidez del sistema financiero, inexistencia de financiamiento voluntario más las dificultades de la política monetaria. Todo esto, consecuencia del desorden que generaba tener 15 provincias con cuasi monedas, $8.400 millones de circulante adicional, lo que representaba casi el 50% del total.

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La crisis del 2001 fue un colapso simultáneo tanto en lo económico, financiero, social e institucional. Los meses previos y posteriores fueron vertiginosos.
Las finanzas provinciales recibían el impacto del círculo vicioso en medio de un contexto nacional, conformado por un complejo marco fiscal con déficit creciente en las cuentas públicas, recesión económica persistente, fuga de divisas, caída de liquidez del sistema financiero, inexistencia de financiamiento voluntario más las dificultades de la política monetaria. Todo esto, consecuencia del desorden que generaba tener 15 provincias con cuasi monedas, $8.400 millones de circulante adicional, lo que representaba casi el 50% del total.

Coexistían mitad pesos y mitad cuasimonedas, en un marco en el que el sistema financiero atravesaba una situación pocas veces vista y que, sumado a todo esto se exacerbó con el corralito.

Sin dudas el gran perjuicio de las cuasimonedas era la creciente economía informal, la consecuente pérdida de recaudación y la pérdida de poder adquisitivo que sufrían los tenedores de las cuasiminedas, que cotizaban en algunos casos 30% por debajo de su valor nominal.
Los meses más complejos fueron sin duda marzo y abril del 2002 , debido a que la recaudación tributaria en su conjunto no llegaba a cubrir el 70% de la masa salarial, situación que se repitió durante estos dos meses y que nos llevó a desdoblar los pagos de salarios por franjas salariales a medida que ingresaban los recursos.

Aún en ese marco de profunda crisis que se prolongó por varios meses, en Salta no emitimos bonos (cuasimonedas) como lo hizo gran parte de las provincias en especial las del NOA y NEA, más Córdoba con los “Lecor “, Buenos Aires con los “Patacones” , incluso el Gobierno nacional que con los llamados “Lepoc” asistía a algunas provincias con necesidades agobiantes.

La recuperación vino luego de algunos meses, tras el fin de la convertibilidad el 6/1/2002 luego de casi 11 años (27/3/91 ley 23928) .
Nuestra provincia en particular tuvo un despegue muy interesante de analizar en el contexto nacional. Esto fue gracias, entre otros aspectos a una menor informalidad por no emitir bonos, a un orden fiscal, y a un programa de trabajo tendiente a respetar la ley de disciplina fiscal que ponía límites estrictos al nivel de endeudamiento y en especial al de empleo público, basado en un criterio que sostuvimos en el tiempo de asignar la mitad de los recursos al funcionamiento del estado y la otra al desarrollo económico de la provincia. Esto se visualiza a través de las importantes obras desarrolladas en esos períodos que se caracterizaron por los buenos resultados fiscales y, como consecuencia de ello, la provincia no tuvo necesidad de endeudarse para sostener el exceso de gastos por sobre los ingresos.

El 2001 fue el “punto de inflexión”, donde se recuperó la solvencia y sostenibilidad fiscal que hasta ese momento no habíamos logrado, dado que los años previos fueron fiscalmente deficitarios, y que luego de esta crisis, la situación se revirtió y perduró por más de una década.

Se logró sostener una sucesión de resultados fiscales favorables que se mantuvieron hasta el 2011.

En síntesis, el 2001 fue un año que precipitó un conjunto de complejidades probablemente irrepetibles que dejó en la provincia las bases de una consolidación fiscal, que perduró 10 años y que redundaron en un gran nivel de inversión pública y social sin endeudamiento adicional, sustentado en el orden fiscal provincial. 
 

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