La Asociación de Clubes Argentinos de Servicio (ACAS) Escuelas de Frontera está construyendo un edificio para el Colegio Secundario N§ 5.185 en el paraje Kilómetro 17 de Tartagal, adonde asisten diariamente más de 50 niños, niñas y adolescentes wichis y criollos que viven en las comunidades de los kilómetros 12, 14,16 y 18, a lo largo de la ruta nacional 86.
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La Asociación de Clubes Argentinos de Servicio (ACAS) Escuelas de Frontera está construyendo un edificio para el Colegio Secundario N§ 5.185 en el paraje Kilómetro 17 de Tartagal, adonde asisten diariamente más de 50 niños, niñas y adolescentes wichis y criollos que viven en las comunidades de los kilómetros 12, 14,16 y 18, a lo largo de la ruta nacional 86.
La obra de la escuela inició hace más de tres meses y sus ejecutores ya cuentan con el 70% de los fondos necesarios, pero para terminarla necesitan 4 mil bolsas de cemento.
Desde la asociación piden ayuda a la comunidad con la donación de este material para llegar al objetivo y finalizar la construcción. Para aportar una bolsa de cemento, se puede hacer la donación a través del enlace: https://bit .ly/DonarEscuelaCAS20ACAS
En agosto de 2020, en plena pandemia, ACAS firmó un convenio con la Provincia de Salta para construir su vigésima escuela CAS, en esta oportunidad, en el paraje Kilómetro 17, camino a Tonono. Se trata de la primera escuela que construye esta asociación en Salta.
En la actualidad, los chicos de nivel secundario de la comunidad toman clases en la galería y comedor de la escuela primaria porque no tienen un edificio propio. Son más de 50 chicos y chicas, la mayoría, de comunidades originarias.
La directora de la escuela, Mariel Ruiz, expresó su alegría por la posibilidad de contar con un espacio para que los chicos y chicas aprendan en un contexto más favorable: "Desde que llegó ACAS, empezamos a vislumbrar una escuela linda, un lugar donde recibir a todos los estudiantes en condiciones dignas. Este nuevo edificio tiene un valor simbólico muy importante para ellos".
Ruiz manifestó que esta obra significa una "bendición", ya que el colegio, que funciona en distintas comunidades, no cuenta con edificios propios luego de 10 años de existencia. "Funcionamos en edificios que fueron construidos para nivel primario y disponemos de lugares reducidos", expresó.
Señaló que el contar con este edificio les da "amplias posibilidades para que los chicos tengan un lugar muy bonito y propio para aprender", con las "comodidades que merecen".
Ruiz explicó que a raíz de la pandemia muchos chicos se desvincularon de la escuela. Manifestó que es esencial que existan las escuelas abiertas, sobre todo en ámbitos de ruralidad: "Lo que más necesitan los chicos es la presencialidad de sus docentes. Si no, no hay otra posibilidad de progresar".
Explicó que la escuela es la única posibilidad de crecimiento para chicos con situaciones de mucha vulnerabilidad. "La escuela tiene una gran responsabilidad, ante otras instituciones, como la familia, que atraviesan grandes inconvenientes. Si la escuela no está abierta todos los días, las cosas no funcionan", graficó.
Ruiz aseguró que la labor de la asociación ACAS es muy loable: "Están siempre en lugares donde se necesita y donde hay una necesidad muy grande".
"Esto es una alegría muy grande y nos gustaría que la compartan con las comunidades. Si no es con ayuda, no podemos salir adelante", agregó.
Ruiz señaló que se necesitan programas para acompañar el crecimiento de los jóvenes, que formen en habilidades "para que desde su propia situación sientan que pueden crecer y seguir estudiando".
Explicó que en la actualidad no hay un instituto de formación a nivel terciario en la zona y hacen falta posibilidades "para emprender y entrar en un mundo laboral complejo".
Por más educación en las fronteras
El presidente de ACAS, con sede en Córdoba capital, Jorge Durand, manifestó que si bien no tienen socios en Salta, el accionar de la organización es federal y pretenden llegar a aquellos lugares donde es más difícil el acceso a la educación de calidad.
“La construcción de la escuela es solo el primer paso. Después, vamos a seguir acompañando a los estudiantes y docentes con material didáctico, programas de salud y becas educativas para que tengan la posibilidad de continuar sus estudios al finalizar el nivel secundario. Estamos seguros de que la educación es el principal agente de cambio en nuestro país”, expresó.
El objetivo fundamental de ACAS es la construcción de escuelas en zonas de fronteras. “Visualizamos los lugares donde hay necesidades y tratamos de no complicar a los Estados provinciales”, señaló el referente.
Con este proyecto, en Tartagal buscan que los chicos tengan un lugar propio y más posibilidades: “Creemos que la educación es fundamental para estos lugares. La frontera no es el lugar donde termina, sino donde empieza nuestra Argentina”.
Desde ACAS venían con un presupuesto armado desde el año pasado y con convenios con la Provincia y el municipio. Ya pusieron el techo pero faltan las partes finales, como aberturas, cielorraso, piso, cerámicos, sanitarios y electricidad. “Se puede donar una bolsa de cemento, para que el próximo ciclo lectivo la escuela tenga su lugar propio”, manifestó. Una vez terminado, el edificio será donado a la escuela.
ACAS trabaja hace 38 años con la misión de afianzar la soberanía argentina a través de la educación. Para ello, construyen y acompañan escuelas de frontera a través de diferentes programas, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes que viven en comunidades fronterizas.
Para conocer más sobre lo que hacen, https://acas.org .ar/, celular: 3517340740. En Facebook e Instagram, “acas.escuelasdefrontera”.