¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

18°
27 de Abril,  Salta, Centro, Argentina
PUBLICIDAD

“Los bosques tardaron millones de años en recuperarse, no hay que descuidarlos”

Lo señaló Paula Narváez, una científica salteña que formó parte de un equipo de investigadores que realizó hallazgos mediante un estudio paleontológico internacional.
Domingo, 11 de abril de 2021 02:40

La científica salteña Paula Narváez participó de una investigación a nivel internacional que arrojó un hallazgo asombroso: los bosques tropicales actuales con su biodiversidad son el resultado de la extinción masiva provocada por la caída de un meteorito, ocurrida a finales del Cretácico, período en que proliferaron y reinaron los dinosaurios, hace 66 millones de años.
El trabajo llevó más de 10 años de análisis y recolección de datos sobre más de cincuenta mil granos de polen, esporas y más de seis mil especímenes de hojas fósiles encontradas en Colombia. Las muestras tuvieron que manipularse con extremo cuidado, bajo las condiciones ambientales óptimas.
Participaron varios palinólogos y paleobotánicos de diversas instituciones, de diferentes países, liderados por la doctora Mónica Carvalho, miembro del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales o STRIS, de Panamá. 
“La conclusión más importante que se dio es que luego del impacto del meteorito muy famoso, porque fue el que extinguió a los dinosaurios, es que los bosques cambiaron drásticamente. Antes de la caída del meteorito eran más bien abiertos, los árboles crecían separados entre sí y la luz llegaba hasta el suelo, pero posterior a la caída, los bosques se parecieron más a los actuales de los trópicos. Son más densos, cerrados y la luz ya casi no penetra hasta el suelo”, precisó Narváez, flamante investigadora asistente del Conicet en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) en Mendoza. Añadió que de esa manera se formó una vegetación más compleja, en estratos verticales y se diversificaron plantas como lianas y otras que crecen a la sombra.
El estudio contempló fósiles de Colombia, pero se puede hacer extensivo a los bosques tropicales, en la parte norte de la selva del Amazonas. 
Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista Science.

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

La científica salteña Paula Narváez participó de una investigación a nivel internacional que arrojó un hallazgo asombroso: los bosques tropicales actuales con su biodiversidad son el resultado de la extinción masiva provocada por la caída de un meteorito, ocurrida a finales del Cretácico, período en que proliferaron y reinaron los dinosaurios, hace 66 millones de años.
El trabajo llevó más de 10 años de análisis y recolección de datos sobre más de cincuenta mil granos de polen, esporas y más de seis mil especímenes de hojas fósiles encontradas en Colombia. Las muestras tuvieron que manipularse con extremo cuidado, bajo las condiciones ambientales óptimas.
Participaron varios palinólogos y paleobotánicos de diversas instituciones, de diferentes países, liderados por la doctora Mónica Carvalho, miembro del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales o STRIS, de Panamá. 
“La conclusión más importante que se dio es que luego del impacto del meteorito muy famoso, porque fue el que extinguió a los dinosaurios, es que los bosques cambiaron drásticamente. Antes de la caída del meteorito eran más bien abiertos, los árboles crecían separados entre sí y la luz llegaba hasta el suelo, pero posterior a la caída, los bosques se parecieron más a los actuales de los trópicos. Son más densos, cerrados y la luz ya casi no penetra hasta el suelo”, precisó Narváez, flamante investigadora asistente del Conicet en el Instituto Argentino de Nivología, Glaciología y Ciencias Ambientales (IANIGLA) en Mendoza. Añadió que de esa manera se formó una vegetación más compleja, en estratos verticales y se diversificaron plantas como lianas y otras que crecen a la sombra.
El estudio contempló fósiles de Colombia, pero se puede hacer extensivo a los bosques tropicales, en la parte norte de la selva del Amazonas. 
Los resultados de la investigación fueron publicados en la prestigiosa revista Science.

Insectos

Otro descubrimiento tiene que ver con los insectos hervíboros, puesto que cambiaron sus estrategias ecológicas. 
Antes de la caída del meteorito, los insectos eran muy específicos. “Esto se vio en el análisis de marcas de daño dejadas por los insectos en hojas. Se observó que en el Cretácico pocas especies de plantas compartían el mismo tipo de marca. En cambio, posterior a la caída del meteorito, en el Paleoceno, los insectos eran más generalistas, es decir, comían cualquier tipo de hojas. Se encontraron los mismos tipos de mordiscos en distintas especies de plantas”, detalló la salteña. 
En la investigación, los científicos también plantearon tres hipótesis para explicar por qué cambiaron tan drásticamente los bosques.
La primera es que los dinosaurios hervíboros, al ser tan grandes, pisotearon toda la vegetación de abajo, se la comieron y eso favoreció que los bosques sean más abiertos. También derribaron árboles. “Esto se puede comparar más o menos a lo que pasa con los elefantes en África. Al ser tan grandes, cuando caminan van tirando los árboles a su paso”, indicó Narváez. 
Agregó que al desaparecer los dinosaurios, las plantas con flores aprovecharon esos espacios vacíos que quedaron para diversificarse y formar un bosque más denso.
La segunda premisa es que con la caída del meteorito se produjeron muchos incendios en los bosques, que generaron bastante ceniza. Esta fue en principio hacia la atmósfera y después cayó a los suelos. “Funcionó como nutrientes, entonces las plantas con flores aprovecharon los mismos, crecieron rápidamente y formaron estos bosques”, sostuvo. 
La tercera hipótesis es que las especies tienen una tasa de extinción diferencial. “Algunas son más susceptibles de extinguirse que otras. Puede haber sido el caso de las coníferas como las araucarias que estaban en el Cretácico, se extinguieron ante este cambio tan drástico y por ende las plantas con flores aprovecharon ese espacio”. 

La profesional

Paula Narváez nació en Salta, cursó la carrera de licenciatura en Ciencias Biológicas en la Universidad Nacional de Salta y se graduó en 2002. Vivía en cercanías a la Terminal de Ómnibus. Luego se mudó a Mendoza para hacer el doctorado y se radicó allí. Tiene 42 años y es la única argentina que participó de esta investigación inédita. Contó que fue muy participar del trabajo.
“Lo empecé en 2010 cuando fui a una beca en Panamá, a este instituto donde fue la mayor parte de los investigadores. Estuve ahí seis años trabajando y estudiando las muestras, frente al microscopio”, relató.
Durante los seis meses subsiguientes hizo una estadía en Estados Unidos donde continuó la labor. Luego se sumaron más investigadores.
La científica Narváez recalcó que otra de las conclusiones es que no hay que descuidar los bosques actuales. 
“Uno puede decir, bueno luego de semejante evento catastrófico el bosque resurgió y ahora es el que tiene más diversidad en la tierra, pero hay que tener en cuenta que le llevaron millones de años recuperarla. Es decir, luego de la caída del meteorito se perdió un 45% de las especies de plantas que estaban antes. Todo esto significa que si uno genera en los bosques actuales daños terribles, pasaran muchísimos años, que no vamos a vivirlos para que se recuperen, entonces hay que tener muchísimo cuidado con la tala indiscriminada y como se afectan los bosques actualmente”, finalizó. 
 

PUBLICIDAD