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Hospital, cabildo abierto y la nueva provincia de Orán

Hace medio siglo, la sospechosa demora de una licitación, hizo que en Orán se meneara una bandera secesionista.
Domingo, 11 de abril de 2021 02:40

La iniciativa de un legislador mendocino de hacer un referéndum para que su provincia se defina frente al proyecto “Mendoza independiente” del exgobernador Alfredo Cornejo, nos retrotrajo a los años 70, cuando aquí en Salta, también se levantó una bandera separatista. Por supuesto, aquí nadie quería separarse de la Argentina sino de Salta nomás. 

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La iniciativa de un legislador mendocino de hacer un referéndum para que su provincia se defina frente al proyecto “Mendoza independiente” del exgobernador Alfredo Cornejo, nos retrotrajo a los años 70, cuando aquí en Salta, también se levantó una bandera separatista. Por supuesto, aquí nadie quería separarse de la Argentina sino de Salta nomás. 

Una importante pero retrasada obra pública nacional administrada por la Provincia, fue la gota que desbordó un vaso que estaba colmado de justos y añejos reclamos. 

Transcurría 1970, eran tiempos de dictadura y en Orán, toda una comunidad bregaba por dinamizar importantes proyectos que, por culpa de la burocracia, llevaban años de postergación. En esa ola de reclamos motorizada por las “fuerzas vivas” de Orán, sobrevolaba también una vieja frustración: la canalización del río Bermejo. Un caballito de batalla que, por décadas, los partidos políticos habían meneado en cuanta campaña electoral afrontaron en la provincia.

Los oranenses insistían que el aprovechamiento del caudaloso río no era una quimera sino algo que se podía concretar.

Y así, con viajes al viejo mundo, especialmente de siriolibaneses residentes en Orán, constataban que allá, ríos menos caudalosos que el Bermejo, dinamizaban enérgicamente la economía de una o varias regiones de Europa. “¿Porque aquí eso no se puede hacer?” Se preguntaban.

Pero a la frustración del Bermejo, con los años se fueron sumando otros reclamos: el aeropuerto internacional, una obra incluida en el segundo Plan Quinquenal de Perón (1952-1957) pero desechada definitivamente luego de 1955, cuando la Provincia se negó donar las tierras necesarias. Para los oranenses de hace cincuenta años, el aeropuerto internacional de El Cadillal de Jujuy, era el que se tendría que haber construido en Orán, según contó el Dr. Ricardo Daud a El Tribuno.

Pero había más, aquella gente tenía otra añosa queja: la postergada pavimentación de la RN34, bautizada como la Ruta del Diablo por la cantidad de accidentes fatales que causaba su pésimo estado.
Y tras del Bermejo, el aeropuerto, la Ruta del Diablo, se sumaban otros reclamos como el mentado obras sanitarias y el mercado frigorífico regional, otra obra que estaba paralizada desde la década anterior. Y por supuesto, a todo esto había que sumarle la presa Zanja del Tigre, “El Chocón del Norte”.

Y a estos innumerables y justos reclamos, había que sumarle los planteos de comerciantes, empresarios e industriales madereros que pedían a la Provincia, una activa política de fomento para dinamizar la alicaída economía departamental. Todo esto fue creando un clima de tensión que hizo eclosión en marzo de 1971. 

Causas del conflicto

En el transcurso de 1970, se había licitado la construcción del Hospital Regional de Orán. De las empresas presentadas, dos fueron seleccionadas por la Provincia: Caminos SA, de Salta, y Benito Roggio e Hijos, de Córdoba. Días después, la Dirección de Vivienda y Arquitectura de Salta, adjudicó la obra a la empresa cordobesa, pese a que la salteña había presentado una propuesta menor a lo presupuestado. Al verse perjudicada, Camino SA presentó una protesta y el expediente de adjudicación pasó a consideración de la secretaría de Obras Públicas. Y así fue que la adjudicación comenzó a dilatarse mientras en Orán cundía el temor de que la millonaria obra quedase en la nada. Para la Nación, el hospital de Orán era prioritario pero si el trámite tardaba, tenía otros cuatro nosocomios más en carpeta, en condiciones de reemplazar al salteño. Y de esta forma, para los oranenses, de nuevo se presentaba el fantasma del aeropuerto perdido en los años 50.

Alarma en Orán

Y por supuesto, de inmediato en Orán corrió la voz de alarma como reguero de pólvora, tanto que el 4 de febrero de 1971, distintas instituciones del medio resolvieron reunirse y constituir la “Comisión Pro Defensa del Hospital Regional”. Participaban el Colegio de Abogados, la CGT Regional, Club de Leones, Centro Comercial, Rotary Club, Centro Agrario, Unión de Centros Vecinales, Centro de Obrajeros del Norte, la Iglesia y distintas personalidades del departamento. Luego de analizada la situación resolvieron de inmediato iniciar las gestiones tendientes a agilizar el tema de la licitación. Y así fue que se reunieron con autoridades municipales y provinciales pero aun así, el expediente continuó paralizado en Salta.

Luego de dos meses de gestiones y de una exasperante espera, la Comisión resolvió convocar a un paro general y a un acto público para el martes 9 de marzo. Pero días antes, tres dirigentes de Orán, hicieron declaraciones a El Tribuno, responsabilizando al Gobierno provincial por la demora y los perjuicios que podrían sobrevenir. Fueron Benito Gaona, presidente de la Unión de Centros Vecinales, el Dr. Ricardo Daud, presidente del Colegio de Abogados, y Santiago Pérez, exsenador provincial justicialista.

Solicitada y comunicado

En respuesta a la convocatoria al paro y al acto público, el gobierno provincial del mayor (r) Raúl Aguirre Molinas, respondió con una solicitada donde prometió la pronta solución de la licitación, pero criticando la reacción de los oranenses.

La respuesta de la Comisión de Orán no se hizo esperar y en un comunicado señaló entre cosas: “Los motivos de la reacción popular debe buscarlo el Gobierno, no en el descreimiento de la población ante nuevas promesas, sino en obras indispensables que todos los gobierno prometieron y no se realizaron. Dan la espalda a los pueblos del interior. Se han limitado a circunscribir la noble tarea de gobernar, en beneficio de los sectores de privilegio, enclaustrados en los despachos oficiales. Motiva nuestra preocupación el hecho de que muchas promesas anteriores tampoco fueron cumplidas, por lo que nos encontramos en el justo derecho de no creer ahora”. Y así, con los ánimos caldeados, los oranenses esperaron la llegada del día del paro para que el Gobierno provincial de facto los escuchara. 
 

Paro general y cabildo abierto

Finalmente llegó el 9 de marzo de 1971. Ni un solo comercio abrió sus puertas al igual que los establecimientos industriales. Nadie trabajó, ni siquiera los obreros y empleados municipales. Por la mañana, la ciudad parecía estar vacía, pero puertas adentro todo el mundo se estaba preparando para participar del acto público con carteles.
La concentración, no autorizada por la policía, comenzaría a la siete de la tarde y la cita era en la tradicional esquina de Egües y Pellegrini. Una hora y media después y ante una multitud de más de diez mil personas, comenzó el acto. El primer orador fue don Agustín Porcelo, por el Club de Leones. Una frase suya quedó: “Este es todo Orán de pie ante una inquietud que lo lleva a estar presente, para hacer escuchar su voz a esa lejana Salta, que parece no querer oír nuestros reclamos”. Le siguió en la palabra, el presidente de la Unión de Centros Vecinales, don Benicio Gauna quien señaló: “Estamos aquí porque la pasividad del Gobierno nos está retaceando la posibilidad de contar con una obra monumental que necesitamos”.

Después vino el turno de doña Blanca Diez Ojeda de Fernández, de la Liga de Madres y luego de los estudiantes Luis Cura y Mirta Vidaurres quienes además de reclamar por el nosocomio, pidieron la creación de la UNSa. A ellos siguieron Severo Cáceres Cano, Alfredo Abraham, de Pichanal, Ramón Orquera, y los docentes, José García Gilabert, del Centro Maderero de Orán y Jorge Tejerina del Colegio de Abogados.

El cierre estuvo a cargo del presidente del Colegio de Abogados, Dr. Ricardo Daud, que entre otras cosas señaló “En otras oportunidades ya dijimos que desde Salta se nos pretende acollarar y quitar nuestras riquezas para sostener a los sectores de privilegio de la capital de la provincia. El Gobierno con gran torpeza afirmó que este acto es injustificado. Razones nos sobran para esta y otras muchas manifestaciones de fuerza”. Y tras enumerar los beneficios de un nuevo hospital, Daud remató: “Yo me pregunto si no ha llegado la hora que empecemos (los oranenses) a hablar claro. Esta noche, desde este cabildo abierto, tenemos que comenzar la marcha hacia la formación de un nuevo estado: el de la provincia de Orán”. Una cerrada ovación aceptó el reto del joven abogado, mientras estribillos y cantos, acompasaban el movimiento de carteles y cartelones. El acto había terminado en paz, pero la secesión quedó en el aire.

Décadas después, Daud, ya hombre maduro, fue diputado nacional por Salta y la UCR. Su discurso separatista de los 70, fue sin duda, parte de su lucha contra la dictadura. 
 

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