Tras el caso de un niño de solo nueve años que fue citado a declarar por el juez Ramón Alberto Haddad, de Metán, una madre de la misma ciudad hizo público otro caso en que el magistrado le envió con la Policía reiteradas citaciones a su hijo de ocho años por haber presenciado una pelea a la salida de la escuela. La situación generó que el niño terminara con ataques de pánico y tratamiento psicológico.
inicia sesión o regístrate.
Tras el caso de un niño de solo nueve años que fue citado a declarar por el juez Ramón Alberto Haddad, de Metán, una madre de la misma ciudad hizo público otro caso en que el magistrado le envió con la Policía reiteradas citaciones a su hijo de ocho años por haber presenciado una pelea a la salida de la escuela. La situación generó que el niño terminara con ataques de pánico y tratamiento psicológico.
A mediados de abril llegó a los medios nacionales la noticia del juez salteño que citó a un niño de nueve años y ordenó que se hiciera un procedimiento policial para identificarlo en su casa, en el que uniformados lo hicieron firmar un documento. Tomó estas medidas porque un vecino aseguró que alguien le había contado que el niño le habría rayado el auto. Consultado sobre el caso, Haddad respondió que actuaba "a derecho" y que debía "investigar" la denuncia contra el "menor".
Ahora Noelia, otra madre de Metán, se decidió a contar lo que tuvo que vivir a su hijo de ocho años, quien también fue sido citado por Haddad en 2018, cuando tenía tan solo ocho años.
El hijo de Noelia va a la misma escuela que su primo. "Me contó que otro compañero le hacía burlas a mi sobrino y le decía tartamudo. Mi sobrino le pedía que no lo molestara. Un día mi hijo y mi sobrino salieron juntos de la escuela y entonces mi sobrino le pegó al otro nene porque lo volvió a molestar", repasó la mamá.
La mujer contó que la madre del niño golpeado decidió hacer una denuncia en la comisaría. A los pocos días, llegó una notificación a la casa de Noelia. "Me decían que me tenía que presentar con mi hijo para tomarle declaración. Yo me presenté, pero sola. Hablé con el secretario del juez y le dije que no iba a llevarlo, le pregunté dónde decía que debía declarar, si era un menor", indicó Noelia.
El secretario del Juzgado le insistió y ella se opuso. Luego, otro episodio que la llevó nuevamente al juzgado. "A las dos o tres semanas lo vuelven a llamar y yo no estaba, mi hijo estaba en la casa con mi mamá y un policía lo hizo firmar una notificación", contó la mujer.
El niño comenzó a tener síntomas que duraron hasta el año pasado. "Tenía ataques de pánico, se le caía el cabello y le dolía el pecho y lloraba... decía que se iba a morir", recordó Noelia.
Preocupada, la mujer buscó a un pediatra, que lo derivó a un cardiólogo. El especialista se sorprendió por los síntomas y ordenó un estudio para descartar un problema del corazón. Al no encontrar ningún padecimiento físico, el cardiólogo finalmente derivó al niño a la psicóloga. Durante años, recibió tratamiento psicológico.
Cuando su hijo tuvo que firmar una citación judicial, Noelia se presentó a reclamarle al juez. "Le dije que lo citaran 50 veces más, pero que iba a ir yo sola, que a mi hijo no lo iban a llevar, que le estaban causando daños psicológicos. Ahí el juez me pidió que le trajera un certificado por el tratamiento", recordó.
Finalmente Noelia no presentó el certificado y del caso no supo más. La mujer explicó que todo fue muy difícil para su hijo y que le cambió la vida. "Asistía a la escuelita de policía infantil y, a raíz de todo esto, no quiso saber más nada. Veía un policía y entraba en pánico", describió.
A diferencia del caso de 2018, en el que se produjo hace semanas intervino la asesora de Menores e Incapaces para garantizar los derechos del niño. También, la Secretaría de Niñez y Familia. Ante consultas periodísticas, Haddad negó que su forma de proceder con niños inimputables sea desproporcionada y trató de justificarse con un tecnicismo: dijo que citó a declarar al niño pero que la declaración no sería "indagatoria".