La celebración del merendero Dibujando Sonrisas se llevó a cabo en un lugar amplio para que la aplicación de los correspondientes protocolos sea posible, permitiendo a padres y niños permanecer en la plaza en forma cómoda.
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La celebración del merendero Dibujando Sonrisas se llevó a cabo en un lugar amplio para que la aplicación de los correspondientes protocolos sea posible, permitiendo a padres y niños permanecer en la plaza en forma cómoda.
Una soleada tarde acompañó la celebración, que comenzó con la degustación de un rico chocolate. Luego hubo juegos y peloteros para los homenajeados, mientras que los papás pudieron disfrutar y emocionarse con las presentaciones que los niños prepararon en los distintos talleres.
"Fue una tarde genial, nuestros niños y los papás disfrutaron por igual, cada taller presentó un número artístico para poder mostrar lo que trabajaron durante el presente año", explicó Diana Sandoval como una de las responsables.
Lo que comenzó en mayo del 2020 como un merendero destinado a niños de escasos recursos se transformó en un espacio de contención para más de 150 chicos de la zona. Ya no se trata solo de una merienda que se sirve dos veces a la semana. Desde principios de este año los chicos participan de otras actividades en distintos talleres como folclore, educación física, teclado y baile libre.
"Los talleres son dictados por profesores que trabajan como voluntarios y se llevan a cabo los días sábados; por eso hoy (por el sábado), los chicos pudieron mostrar todo lo que aprendieron en cada uno de esos talleres", dijo Diana.
Un año atrás, en medio de la pandemia, dos amigas de barrio El Cruce, Diana Sandoval y Ana Garay abrieron un merendero con el objetivo de brindar una asistencia alimentaria a los niños residentes en la zona, los que se veían afectados por un cierto nivel de pobreza.