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Salta, la segunda provincia del norte con más cantidad de niñas casadas o en convivencia

El 5% de las menores de 18 años están casadas o conviviendo con hombres mayores. Desde la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer, que llevó adelante este relevamiento, advierten que estos hechos están relacionados con la pobreza y cuestiones socio culturales.  
Lunes, 24 de mayo de 2021 19:49

Los matrimonios o convivencias infantiles siguen existiendo en la Argentina donde, en los peores casos, alcanzan a niñas menores de 10 años. “Cuando se trata de menores de 15 años, se consideran matrimonios no consentidos”, remarca Mabel Bianco, directora de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) en base a los datos del Censo 2010.

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Los matrimonios o convivencias infantiles siguen existiendo en la Argentina donde, en los peores casos, alcanzan a niñas menores de 10 años. “Cuando se trata de menores de 15 años, se consideran matrimonios no consentidos”, remarca Mabel Bianco, directora de la Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer (FEIM) en base a los datos del Censo 2010.

El 4,7% de niñas -menores de 18 años- están casadas o conviviendo en todo el país, aunque la mayoría de los casos se concentra en el Noreste argentino. Las razones son económicas. “Generalmente se lo vincula a la pobreza”, explica Bianco. En muchos casos de la región, los matrimonios se vinculan a la trata de personas.

Una de las conclusiones del estudio es que “el matrimonio o las uniones convivenciales infantiles se consideran pertenecientes al ámbito familiar y privado. Los mandatos culturales y ancestrales existentes aún en muchas provincias y los roles estereotipados de género contribuyen a propiciar la persistencia y naturalización de estos matrimonios o uniones a edades tempranas en la sociedad”.

La investigación también resalta que las provincias de Misiones (7,2%), Chaco (6,9%) y Formosa (6,4%) lideran las cifras de niñas y adolescentes madres que viven en matrimonio o convivencia. Les siguen Santa Fe y Entre Ríos (5,4%), Santiago del Estero y Corrientes (5,3%), Salta (5%), La Rioja (4,9%).

Bianco, destacó en la conferencia que si se analizan los datos por departamentos, Formosa queda "a la cabeza, con el departamento Ramón Lista", que junto a Matacos, lindan con el extenso departamento Rivadavia, de Salta. “Tienen una alta frecuencia y los tenemos que tomar casi como una unidad”, explicó antes de recordar que en esa zona “predominan poblaciones indígenas”. 

En Ramón Lista el porcentaje de niñas y adolescentes en uniones convivenciales es del 15,4% (206 personas) de la población total de ese grupo etario y duplica la media provincial. Más del 80% de los habitantes de ese departamento son del Pueblo Wichí. 

Cruzando la frontera interprovincial, en el Chaco salteño la población indígena es también mayoritaria. Ese departamento vecino, Rivadavia, que FEIM también señala como los lugares con mayor frecuencia de matrimonios infantiles: el porcentaje asciende aquí al 9,9%, casi el doble de la media provincial. En ese lugar se registraron 295 niñas y adolescentes en matrimonio infantil, en el Censo 2010. La mayor cantidad de nenas en esta condición se encuentra en el departamento vecino, General San Martín, donde el porcentaje es del 9,5%. 

Hay una relación con el embarazo adolescente. En las provincias de Tucumán, Entre Ríos, Misiones y Chaco 
hay un mayor número de madres menores de 20 años que ya son convivientes.


Los números

El estudio realizado por FEIM advierte que casi el 5 % de las niñas y adolescentes del país están casadas o conviven con varones que les llevan entre 10 y 15 años. Son al menos 230 mil las menores de 18 años en esta situación. 

“Todavía es un tema que está invisibilizado, y esto tiene que ver con su naturalización, con factures sociales y culturales que no cambian. Intentamos analizar cuáles son los factores determinantes familiares que favorecen estas uniones para ver de qué manera se pueden prevenir estas situaciones”, explica Mabel Bianco, médica y directora de FEIM.

Para Bianco, lo más importante es insistir en que “las uniones con niñas y adolescentes no son vistas como una forma de abuso y de violencia, cuando en la mayoría de los casos lo son”.

En el estudio se analizó la relación de estas uniones con problemáticas como el abandono escolar, la maternidad adolescente y el aumento de la violencia de género. Se hizo en base a datos del Censo de 2010, el último disponible.

Qué es matrimonio infantil

El matrimonio infantil incluye toda unión formal o informal en la que una o ambas partes tienen menos de 18 años. Es forzado si uno o ambos no consintieron libremente. En menores de 15 es siempre forzado ya que no tienen capacidad de consentir.

Una de las conclusiones del estudio es que “el matrimonio o las uniones convivenciales infantiles se consideran pertenecientes al ámbito familiar y privado. Los mandatos culturales y ancestrales existentes aún en muchas provincias y los roles estereotipados de género contribuyen a propiciar la persistencia y naturalización de estos matrimonios o uniones a edades tempranas en la sociedad”.

Expuestas a la violencia

También hay una causalidad que acerca el tema a la violencia. Según datos de la Corte Suprema de Justicia, entre 2017 y 2019 hubo 119 niñas y adolescentes victimas de femicidio, tanto directo, como vinculado, 72 niñas y adolescentes entre 14 y 19 años fueron víctimas directas de femicidio. El 50% de manos de parejas y ex parejas convivientes.

“Alrededor del 80-90 % de las niñas y adolescentes conviven con el agresor y en la mayoría de los casos de violencia y/o femicidio se dan en los mismos hogares y/o de familiares próximos”, detalla el estudio.

Que también suma; “La violencia contra las niñas menores de 14 años es ejercida por los padres o padrastros y en las adolescentes de 15 a 18 años, varones jóvenes entre 18 a 29 años. El tipo de violencia que prima es la física y psicológica, pero también inciden violencias de tipo simbólica, sexual y económica, especialmente para el rango de 15 a 19 años”. Se estima que la situación empeoró con el COVID.

Con respecto a la violencia entre relaciones de adolescentes convivientes, según la Línea 144 el año pasado hubo 688 llamado de menores de 18 años. En el 50% de los casos, el agresor era la pareja, novio o ex.

“Es necesario un análisis sobre la interseccionalidad de las niñas y adolescentes víctimas de violencia (migrantes, indígenas, con discapacidad). Si bien en las regiones de NEA y NOA, el factor cultural y étnico influye, debido a la migración a otras provincias es difícil saber en qué medida siguen pesando estos factores en otras áreas. La pobreza es un determinante también de estas uniones o matrimonios”, asegura Bianco.

“El aislamiento, la restricción de la libertad y el embarazo posicionan a las niñas y adolescentes en una relación desigual de poder con sus parejas y con la imposibilidad de poder acceder a información, atención de su salud, educación y a sus redes familiares, volviéndose un círculo peligroso de violencia. Esto último se vio incrementado con el COVID”, agrega.


Mantener a las niñas en las escuelas

Para la especialista, una de las acciones más importantes para evitar estas situaciones es “mantener a las niñas en las escuelas”. También, “concientizar sobre esta problemática, y desnaturalizarla. No hablamos de esto como si fuera una práctica nociva”.

“Es claramente una forma de violencia hacia ellas, que van a ser madres precoces, que van a dejar los estudios, que van a incrementar la pobreza -opina Bianco-. En lo que menos se ha avanzado es en el combate contra el abuso sexual infantil. Estas parejas son desparejas, hay aún valores que están muy metidos pero hay que desnaturalizarlos”.

El estudio de FEIM cuenta con el apoyo del Fondo Fiduciario de ONU Mujeres para la Lucha contra la Violencia. Según Girls Not Brides -una alianza global de más de 1.500 organizaciones de la sociedad civil en más de 100 países- hoy más de 650 millones de mujeres en el mundo viven las consecuencias de los matrimonios y las uniones infantiles, tempranas y forzadas. Estiman que en 2030 habrá 150 millones más de niñas y adolescentes unidas. 

“Hay varones también menores que están conviviendo”, agrega Bianco y detalla que un tercio de los menores son varones. Los datos muestran que sus parejas tienen parejas uno o dos años más en promedio, mientras que las parejas de las nenas tienen un promedio de 10 a 15 más edad.

En la comparación con el nivel de matrimonios o convivencias de niñas en América latina, el análisis de FEIM detalla que un 30% mujeres de 20 a 49 años se casaron o convivían antes de los 18 años y el 18% antes de los 15 años. En la región, el número de casos es más alto que en Argentina. El factor preocupante es que “permanece estable”, mientras que en otras regiones con indicadores más altos, como Asia-Pacífico-, a partir de 1980 se registra un descenso de los matrimonios infantiles.

Según Unicef, una de cada cuatro mujeres jóvenes de América Latina y el Caribe se casa o une antes de cumplir 18 años. Esta cifra es la misma desde hace 25 años. De mantenerse esa tendencia, la región podría tener uno de los índices más elevados de matrimonio infantil del mundo.
 

 

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