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El nuevo superciclo de los commodities

Domingo, 09 de mayo de 2021 01:45

Todo en el capitalismo es cíclico, lo que significa que cuando la demanda crece los precios aumentan y, como consecuencia, la producción se incrementa para capturar el auge experimentado por el mercado, que dura usualmente entre 3 y 5 años.

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Todo en el capitalismo es cíclico, lo que significa que cuando la demanda crece los precios aumentan y, como consecuencia, la producción se incrementa para capturar el auge experimentado por el mercado, que dura usualmente entre 3 y 5 años.

Pero luego, por la mayor oferta, los precios tienden a decaer, y el ciclo inicia una etapa descendente, que implica menos producción, y en el extremo, el comienzo de una fase recesiva.

Los superciclos constituyen un fenómeno distinto y aparecen cuando la nueva demanda crece en forma explosiva, mientras la producción, aunque se expanda, se presenta retrasada y temporalmente inadecuada para satisfacer el nuevo boom de demanda.

De ahí que en los superciclos los precios no solo aumenten súbitamente hasta alcanzar niveles récord sino que mantienen esta condición por un largo periodo de tiempo, entre 8 y 10 años, o más.

Cambio de milenio

Es lo que ocurrió en 2001, cuando la irrupción de China, India - y, en general, Asia - en el mercado mundial transformo en sus raíces la estructura del sistema global de commodities, de todos ellos al mismo tiempo, desde los agrícolas a los energéticos, pasando por los minerales.

Hasta entonces, y desde el siglo XIX, EEUU tenía un papel decisivo en el mercado de los commodities agrícolas y energéticos.

El resultado de la hegemonía norteamericana fue que el precio de los commodities cayó sistemáticamente en el siglo XIX más de 1% por año en forma acumulativa; y en este marco es que aparecieron nuevos productores agrícolas, sobre todo en América del Sur, la Argentina en primer lugar, convertida en menos de 30 años en una de las grandes protagonistas de la economía mundial, a la que se sumaron Uruguay y el Sur de Brasil. La otra fue Rusia, quien a través de las "Tierras Negras" sobre el Mar Negro, se transformo en un gran productor de trigo y girasol.

De pronto, en 2001, irrumpió China en el mercado mundial, se incorporó la República Popular a la Organización Mundial de Comercio y en los siguientes años se transformó en la mayor consumidora de 40% o más de cada uno de los 5 principales commodities, con precios récord en cada uno de ellos, fenómeno que duró hasta 2008, y que luego de un breve interregno, se extendió hasta 2011. Este fue el primer superciclo de los commodities de la historia del capitalismo, y ocurrió en toda la fase inicial del siglo XXI.

El segundo superciclo

Ahora ha surgido un segundo superciclo de los commodities, también por obra de la gigantesca demanda china, devenida en la segunda economía del mundo (U$S15.6 billones / 17% del PBI global).

El nuevo superciclo emergió en el tercer trimestre del año pasado, con la recuperación plena del boom de consumo (U$S6.9 billones) de la República Popular. También China fue la única gran economía que creció en 2020, con una expansión de +2.3% anual.

La consecuencia fue que sus importaciones aumentaron más de 30% el cuarto trimestre del año pasado.

En tanto, las compras de granos soja y maíz en primer lugar-, sobre todo en el mercado estadounidense, adquirieron niveles récord con precios excepcionales y en ascenso en Chicago.

Luego, la tendencia se reforzó con un alza récord del PBI chino de +18.3% anual en el primer trimestre de 2021 el más elevado de su historia-, previéndose en el año un excepcional boom económico con un auge de 9% o más.

La OCDE estima que los bancos centrales de EEUU y Europa han inyectado una asombrosa liquidez de más de U$S16 billones en el sistema, que ahora se han volcado en su totalidad a la economía real, y ha provocado un extraordinario boom de los commodities.

Más que viento de cola

Es absolutamente esencial distinguir entre los ciclos de corto plazo denominados usualmente "vientos de cola" y la emergencia de un nuevo superciclo de los commodities, porque los precios no solo adquieren ahora niveles récord, sino que además, por motivos estructurales, van durar mucho tiempo, quizás un década o más.

Esto les otorga a los productores argentinos una enorme y creciente fortaleza política y estratégica frente a un gobierno en crisis debido al notorio debilitamiento de la autoridad presidencial en un sistema absolutamente presidencialista como es el argentino.

Para eso lo primero es comprender el cambio ocurrido en las condiciones históricas mundiales de la etapa pospandemia. El poder hoy se ejerce a través de un esfuerzo previo de lucidez.

Bioceres en el Nasdaq

En este contexto, la decisión de Bioceres de trasladarse al Nasdaq principal índice de empresas "high tech" de EEUU y del mundo- tiene un carácter trascendental, estratégicamente decisivo, porque coloca a la empresa rosarina en el núcleo de avanzada de las "high tech" agrícolas del sistema global, en el momento en que experimentan un fenomenal boom de inversiones debido a la aparición de nuevas tendencias de carácter estructural en la producción agroalimentaria mundial. Nasdaq definió a Bioceres como "un proveedor global de soluciones agrícolas de alta productividad destinadas a facilitar la transición hacia la neutralidad (en la emisión) de carbono", refiriéndose al CO2/ dióxido de carbono, que es la principal causa del "cambio climático", el desafío de la épo ca.

Esto sucede cuando las “high tech” (empresas tecnológicas de primera línea) agrícolas del Nasdaq recibieron el año pasado más de U$S31.000 millones, que implicaron un alza de 8 veces respecto a 2019, y que son parte de una tendencia que se acelera en 2021. Más de 170 “start ups” agrícolas surgidas en los últimos 2 años volcadas a la producción de proteínas alternativas (“carnes” de base vegetal). Las más favorecidas de estas “star ups” son las que utilizan mecanismos de fermentación a través de microorganismos para producir “carnes”, huevos y yogures alternativos y su objetivo es eliminar el uso de químicos en la producción, al tiempo que aumentan significativamente los rendimientos.
Esta concepción de la producción agrícola se funda en el hecho de que la actividad económica no es “externa” a la naturaleza, sino que está sumergida dentro de ella.
De ahí que el concepto central de esta concepción sea la biodiversidad que es la parte de la Tierra ocupada por organismos vivos, cuya característica central es que se regenera a sí misma en forma permanente. Es un proceso de intensificación e incremento de la productividad que se realiza a través de la propia naturaleza y utilizando sus reglas, que son las leyes de la vida, encabezadas por la ingeniería genética, que es la punta de lanza de esta extraordinaria transformación de orden biológico.
Por eso la inversión en “startups” centradas en la fermentación y los microorganismos aumentó más de 40% en 2020, y trepo a U$S2.100 millones, lo que implica un predominio prácticamente total de los recursos biotecnológicos en el proceso de innovación / acumulación de la agricultura de avanzada.
El vuelco a la fermentación ha adquirido un vuelo extraordinario debido a la utilización en gran escala de la “Inteligencia artificial” y la biotecnología de punta como instrumentos capaces de convertir con una precisión excepcional microorganismos en proteínas, el ciclo de la vida.
 </SUBTITULO>La demanda de alimentos
Lo que está en juego es la necesidad de alimentar una población mundial de más de 10.000 millones de personas en 2050, con ingresos que crecientes en ese periodo, y casi sin posibilidad de aumentar las superficies sembradas, salvo en el Cerrado brasileño.
Parte del mismo fenómeno es la aparición en gran escala de granjas verticales centradas en productos de alto valor (frutas y hortalizas en primer lugar), que lo hacen sin pesticidas, casi sin agua y dentro de grandes centros urbanos.
La tendencia es inequívoca y en el eje de ella, su pelotón de avanzada, se encuentra Bioceres después de su transferencia al Nasdaq.
La ventaja competitiva de la innovación agrícola argentina es la extraordinaria creatividad de sus investigadores y sus sectores de punta. Es parte de la identidad argentina esta capacidad excepcional para descubrir lo nuevo y transformarlo en una realidad.
Después de todo, la Argentina es el único país de América Latina que tiene 3 premios Nobel en materia de bioquímica, identificados con esos tres grandes argentinos que fueron Bernardo Houssay, Federico Leloir y César Milstein.
Lo que ha ocurrido entonces en Wall Street es un acontecimiento crucial un punto de inflexión para la producción agrícola argentina.

* Jorge Castro preside el Instituto de Planeamiento Estratégico y es miembro de la Centro de Reflexión Segundo Centenario 

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