Directivos de diferentes escuelas y colegios expresaron que la vuelta a clases de los estudiantes se desarrolló con normalidad y que hubo poco ausentismo.
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Directivos de diferentes escuelas y colegios expresaron que la vuelta a clases de los estudiantes se desarrolló con normalidad y que hubo poco ausentismo.
Durante un relevamiento efectuado por El Tribuno en instituciones educativas de la zona sur de la capital salteña, ayer se pudo observar que la jornada transcurrió de forma tranquila, sin inconvenientes.
En la escuela 4732 San Carlos Borromeo, del barrio homónimo, los alumnos ingresaron desde las 7.45 hasta las 8. Fueron acompañados por sus padres o tutores solamente hasta la entrada, por protocolo. "Ha sido un día de clases normal. Los chicos entraron como habitualmente. Tenemos los carteles de señalización para que se respete la distancia. En la puerta se toma la temperatura y se coloca alcohol en gel", explicó la directora de la escuela, Edith Aranda.
Para el ingreso se abren las tres puertas de la institución de par en par y cada docente espera a sus alumnos. Una vez que ingresan a las aulas el personal de maestranza comienza a desinfectar nuevamente.
A la institución asistieron ayer por la mañana unos 150 alumnos distribuidos en 16 grados, a razón de unos 9 o 10 por burbuja. "El Ministerio de Educación ha dispuesto que volvamos a la presencialidad y eso se está cumpliendo. Esperamos seguir así toda la semana", manifestó.
Durante los recreos que duran 15 minutos se desinfectan las aulas. "A pesar de que están abiertas las ventanas toda la jornada y amen del frío igual las ordenanzas constatan la ventilación y desinfectan las mesitas y bancos. Todo es para resguardar a los alumnos y docentes", indicó.
La directora sostuvo que "el temor por la COVID-19 está todos los días, en todas partes. Tomamos todos los recaudos posibles, aunque sabemos que nadie está exento. Los docentes han sido vacunados. Falta la segunda dosis para el segundo ciclo, pero el primero ya está todo vacunado, nivel inicial también, tanto profesores como directivos".
Anticipó que pronto cerrará el primer trimestre y se analizará el rendimiento de cada grado. "Podríamos decir que están entre bueno y muy bueno", dijo.
Y añadió: "Quiero que la comunidad sepa que estamos bien. Resguardamos a los chicos. Los papás pueden quedarse tranquilos porque la escuela toma todas las medidas. Se sirve la copa de leche y se tiene muchísimo cuidado con la manipulación de los alimentos, el pan. La escuela está al servicio de ellos".
Con las mismas ganas
Desde el Instituto Modelo situado en el barrio Intersindical también expresaron que la jornada transcurrió con normalidad. "Cada alumno vino según la burbuja que le correspondía y estamos trabajando con las mismas ganas que tenemos siempre", refirió la directora Felisa Solís.
Destacó que los estudiantes son quienes más acatan las órdenes, ya que permanentemente están pendientes del uso del barbijo, el alcohol y la distancia social.
"Por ahí cuando se juntan en el patio tenemos que controlar un poquito más. Cada burbuja tiene su lugar delimitado y al recreo salen de forma escalonada", puntualizó.
Aseguró que las aulas se desinfectan constantemente y que por el frío implementaron hace poco un desayuno para los chicos. "Traen sus galletas, sandwichitos. Les servimos la infusión caliente y ellos están encantados", dijo.
Unos 200 estudiantes son los que concurren al instituto. "Nos sentimos contentísimos. La presencialidad es importante. Cuando los chicos se reencontraron se les notaba una alegría tremenda en la carita. Estamos felices de poder trabajar y compartimos esta alegría de los estudiantes", finalizó.
Incertidumbre previa
Desde la escuela 4730, Nuestra Señora del Milagro, del barrio Limache, comentaron que los días previos hubo incertidumbre sobre lo que iba a ocurrir, hasta que el domingo se confirmó el retorno a la presencialidad.
"Son muy poquitos los chicos que faltaron, es decir, el ausentismo. La realidad es que se trabaja día a día sin saber lo que puede ocurrir mañana, pero lo hacemos con gran esmero y dedicación", informó la directora Noemí Liendro.
"Las familias son muy responsables y si un chico tiene síntomas respiratorios o tuvo un contacto estrecho inmediatamente nos informan y cumplen el aislamiento", dijo. Mencionó que el rendimiento escolar es óptimo y que los chicos cumplen con sus tareas.
Cada curso tiene tres burbujas de 10 niños cada una. Al mediodía funciona un comedor en el establecimiento que brinda el almuerzo.
En las escuelas relevadas se pudo observar que se cumple con los carteles de señalización, el uso de alcohol en gel, la medición de temperatura y la distancia social. "La realidad es que tenemos que aprender a sobrellevar la situación por este virus, porque puede que dure muchos meses más y hay que adaptarse", finalizó una de las directoras.