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VIDEO. Más días de calor, las consecuencias en el NOA

En una nueva entrega de “Hablemos de Nuestro Hábitat”, Sergio Federovisky y Federico Colombo Speroni reflexionaron sobre la falta de acciones para proteger el medio ambiente, y que fue documentado, y lo que le espera a Salta y la región en el futuro.    
Jueves, 10 de junio de 2021 17:52

En los últimos 30 años, y desde aquella histórica cumbre de 1992 en Río de Janeiro, convocada por las Naciones Unidas para preservar el medio ambiente y tomar decisiones de cara al futuro, poco y nada se ha aprendido. 

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En los últimos 30 años, y desde aquella histórica cumbre de 1992 en Río de Janeiro, convocada por las Naciones Unidas para preservar el medio ambiente y tomar decisiones de cara al futuro, poco y nada se ha aprendido. 

“Parecía que la agenda ambiental iba a entrar en la política grande. No olvidemos que en la ECO 92 estuvo la mayor representación de los Jefes de Estados de la historia de las convenciones internacionales de Naciones Unidos, estuvo Fidel Castro, por ejemplo”, recordó Sergio Federovisky, el reconocido biólogo, periodista y viceministro de Ambiente que participó en la tercera entrega de “Hablemos de lo que viene: Nuestro Habitat”, realizada por El Tribuno.

“Todos sentíamos que se abría una etapa nueva, una bisagra, que el deterioro ambiental, que era claramente inferior al actual, íbamos a encontrar una reversión de su tendencia, que podíamos frenar lo que estabamos viendo, que en ese momento que ya era grave”, consideró Federovisky, quien además es autor del documental “Punto de no retorno”, que expone las consecuencias del cambio climático y fue presentado el sábado último.

“Esa cumbre de las Naciones Unidas vinculó la cuestión ambiental con la idea de dar una respuesta a su deterioro, pero también para dar una respuesta a la pobreza, a la desigualdad. Recuerdo que antes de ese momento había cierta tendencia muy equivocada de creer que la pobreza generaba deterioro ambiental, la historia finalmente demostró que es a la inversa. De esos 30 años a este momento dejan un sabor amargo, porque en aquel momento el diagnóstico era que faltaba consciencia. La verdad es que si algo ha habido en las últimas tres décadas es consciencia, por muchas luchas populares, por el trabajo de las ONG, porque se crearon ministerios, por las convenciones; entonces la gran paradoja, treinta años después, es que nos encontramos con una gran consciencia pero todo los indicadores aparecen empeorados”, agregó el también viceministro de Ambiente de la Nación.


 

Federico Colombo Speroni, doctor en ecología experimental y geobotánica, también formó parte de la jornada organizada por este medio y compartió sus reflexiones durante la transmisión que se realizó en vivo desde la redacción, junto con Federovisky. 

El salteño coincidió con su colega: “En los últimos 30 años hubo enormes esfuerzos en términos de concientización y en términos de desarrollos de estructuras y planificación. Y en la práctica a la hora de medir indicadores los problemas se agudizan, entonces comenzamos a jugar en dos ámbitos”.

Por otro lado, el documental “Punto de no retorno” intenta graficar precisamente lo que se ya se intentó prever a principio de los 90 y lo que vino después. Federovisky amplió: “En el documental reflejo que desde que los Estados se empezaron a ocupar del cambio climático, la emisión de los gases de efectos invernaderos crecieron más que nunca. Quiere decir que el diagnóstico no era el correcto y las herramientas tampoco”.

El especial audiovisual muestra aquello que los científicos vienen alertando desde hace mucho tiempo: si se traspasa el límite, que para la comunidad científica es el aumento de un punto y medio de la temperatura de la tierra, no habrá vuelta atrás. 

En pocas líneas, el experto explicó: “Si se traspasa ese punto de no retorno, se generarán sequías más profundas, inundaciones brutales e incendios forestales más continuos”.

La figura del “punto de no retorno” en el documental es utilizada para señalar que no se trata del fin del mundo. “Si fuese el fin del mundo, diríamos que puede ser un alivio, porque bueno, viene el fin del mundo, por lo tanto podemos hacer lo que queramos. Pero el problema, por suerte, es que el punto de no retorno es el fin del mundo tal como lo conocemos. Y cuál es el mundo que se abre, cómo podemos retrasar ese punto de no retorno”, dijo Federovisky.

Los pronósticos ambientales para el norte argentino fue otro de los temas analizados en la charla. Un tema preocupante. 
“Ni desde el punto de vista nacional ni global tenemos muchas posibilidades de revertir lo que se está dando”, dijo en primera instancia el funcionario de Ambiente. 

Luego aseguró que Salta, por ser parte del NOA, va a sufrir las consecuencias del aumento de días con olas de calor a lo largo de un año, y el aumento de las temperaturas máximas. 
“En La Poma, por ejemplo, se indica que podría llegar a tener hasta 250 días de calor al año, con temperaturas que superen los 48 o 49 grados. Estamos hablando de previsiones donde la vida va a ser muy compleja. Y si la mitigación no surge de políticas va a tener que salir de la población”.

En este punto, Colombo Speroni aportó: “Cuando uno piensa de un aumento de temperatura de un grado y medio, uno cree que va a ser para todo el mundo igual, sin embargo, no es así. Los lugares cálidos van a ser más cálidos, los fríos más fríos y el chaco salteño, que es seco, va a ser más seco”.

La deforestación fue otro punto de análisis. “Son procesos asociados a necesidades de desarrollos locales o regionales, pero en los términos de cambio climático lo comparo con el tablero de ajedrez, donde tenemos pocos movimientos, y esos movimientos tienen que ser muy inteligentemente hechos”, dijo Colombo Speroni.

Eulogia Tapia, la leyenda viviente del cambio climático

El documental “Punto de no retorno” contó con la participación de Eulogia Tapia, la pomeña, la pastora leyenda que atesoran los salteños y que perdura en una zamba. Ahora también es la voz viviente del cambio climático en la región. 

“Eulogia es independientemente de lo que representa, el pensamiento más llano, más intuitivo de lo que pasa con la tierra, con los animales. Su percepción, con su palabra y sencillez, da cuenta de casi una monumental afectación. Decía que las cabras y ovejas se esquilan solas, es una manera de graficar que es tanto el calor hasta para los animales que supuestamente están acostumbrados”, explicó Sergio Federovisky. “A la pomeña y a otras personas que entrevistamos en el documental, las buscamos para que pudieran transmitir que significa estar inmersos en este proceso de cambio climático”, añadió. 

En la charla que propuso El Tribuno sobre “Nuestro hábitat”, la pandemia del coronavirus tuvo una particular análisis. “En primer lugar, queda claro a esta altura que la pandemia es un problema ambiental. Deriva luego en un problema sanitario, pero su origen está basada en la zoonosis que provocan enfermedades en los humanos. Por lo tanto la inadecuada producción fabril de animales que tenemos en muchos lugares del mundo, más el avasallamiento sobre los ecosistemas, la desaparición de muchos ambientes naturales son caldos de cultivos para la aparición de esas zoonosis. De lo contrario cómo explicaríamos que en los últimos 20 años se concentraron zoonosis de la gripe aviar, de la fiebre porcina, la vaca loca, el sida, el ébola, todo con origen en los animales. Si no entendemos que la pandemia viene de allí, puede repetirse agudizarse u llegar otra pandemia”, aseguró Federovisky.


 

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