Más allá de cualquier religión, el inmensa obra social llevada a cabo por el sacerdote Sigfrido “Crifri” Moroder en las comunidades de la Quebrada del Toro, es orgullo de todos los salteños. Su alcance sobrepasó los límites provinciales y fue premiada a nivel nacional, entre otras cosas, porque las herramientas necesarias para desarrollarse a los poblaciones vulnerables y postergadas.
inicia sesión o regístrate.
Más allá de cualquier religión, el inmensa obra social llevada a cabo por el sacerdote Sigfrido “Crifri” Moroder en las comunidades de la Quebrada del Toro, es orgullo de todos los salteños. Su alcance sobrepasó los límites provinciales y fue premiada a nivel nacional, entre otras cosas, porque las herramientas necesarias para desarrollarse a los poblaciones vulnerables y postergadas.
Es así, que en su honor diseñaron en 2014 un paseo con una escultura suya en el Parque Evita, de la ciudad de Rosario de Lerma. Sin embargo, el homenaje no escapó de los inadaptados y vándalos que destruyeron su rostro esta madrugada. El hecho generó un repudio generalizado de los salteños. De acuerdo a los primeros trascendidos, habría un detenido. Según informaron fuentes municipales, también fueron dañados la Terminal de Autogestión de Saeta que se encuentra en el lugar y los espejos de los baños del Parque.
Además rompieron el cajero de saeta y los espejos del baño del Parque Evita
Vecinos de la localidad recordaron, que en su momento la obra fue encargada al artista plástico reconocido mundialmente, Fernando Pugliese.
Frente a esta situación, el intendente Enrique Martínez anticipó que la obra será restaurada. Personal de la comuna local ya la retiró del lugar para comenzar con los trabajos.
¿Quién fue Chifri?
La comunidad de la Quebrada del Toro, especialmente de Alfarcito, y todos los salteños recuerdan al padre Sigfrido Moroder, “Chifri” como lo llamaban cariñosamente.
Su obra en las comunidades más aisladas y necesitadas de los cerros del departamento Rosario de Lerma es monumental, no solo por su infraestructura educativa y de formación en oficios, sino porque además logró poner en valor la cultura local y grabar a fuego en el corazón de la gente el deseo y la esperanza de crecer y progresar en su propia tierra.
Hoy Chifri tendría 56 años. Y pese a haber partido hacia la eternidad un 23 de noviembre de 2011, su espíritu impregna cada metro cuadrado y cada alma en la interminable cadena montañosa. Centenares de familias de los 25 poblados de la zona han visto su vida influenciada de alguna manera, por la huella del “curita” Moroder.
Impulsó, entre otras cosas, la apertura del primer Colegio Albergue de Montaña Número 8.214 “Alfarcito”.