Mili tiene 13 años y esperó mucho tiempo una familia que la reciba con amor. En junio El Tribuno contó su historia y hoy vive una nueva situación. Su sueño se hizo realidad. Pasó de permanecer en un centro de inclusión transitoria del Gobierno provincial a tener una mamá, un papá, abuelos y vivir en una casa.
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Mili tiene 13 años y esperó mucho tiempo una familia que la reciba con amor. En junio El Tribuno contó su historia y hoy vive una nueva situación. Su sueño se hizo realidad. Pasó de permanecer en un centro de inclusión transitoria del Gobierno provincial a tener una mamá, un papá, abuelos y vivir en una casa.
Ayer celebró su cumpleaños rodeada de cariño y afecto. Le prepararon un festejo en una casa en San Luis. Todos disfrutaron de un maravilloso día. El sol acompañó.
"Un día leyendo las noticias por internet nos dimos con la publicación que buscaban postulantes para la guarda con fines de adopción de una nena de 12 años y la describieron a Mili. Le dije a mi esposo: "Mirá, ¿Que te parece? ¿Estas de acuerdo? ¿Mando un e-mail?". Y él me respondió: "Ya, por supuesto que estoy con vos', relató Luz María Maldonado, de 33 años, en compañía de su esposo Bruno Sebastián Gómez Rivelli, de 36 años. La mujer se desempeña como preceptora en un colegio y el hombre es empleado en la Municipalidad.
Así fue como el 20 de junio pasado la familia envió el correo electrónico presentándose como postulantes.
Deseaban que los llamaran rápidamente porque pensaban que el trámite podía ser lento y engorroso.
"Pero pusimos todo siempre en manos de Dios y confiamos en su decisión", dijo Luz.
Desde el minuto uno en que comenzó la entrevista, "tanto Bruno como yo sentíamos que la conocíamos, que iba a ser igual que un parto. Nos preparamos para ver su carita", contó Luz con gran emoción.
Tras la entrevista, un licenciado, Matías, les dijo que debían esperar el llamado de la jueza por sí o por no. "Dijimos listo, es el momento de parir. Sentimos nervios, angustia, miedo, alegría, un millón de sentimientos", expresó.
Un día sonó el teléfono. "Lo atendí yo, estaba sola y lloré al escuchar que la jueza decía que ese martes conoceríamos a Mili. Sentí mucha alegría, pura emoción", manifestó.
En ese instante Luz llamó a su marido Bruno y le contó lo sucedido. "¿En serio? ¿Escuchaste bien?, le contestó Bruno del otro lado del teléfono.
"No voy a hacer una broma con esto, se dio lo que tanto esperamos", le respondió ella.
Llegó el tan ansiado martes en el que habían sido citados por la jueza. "Conocimos a Mili. Se acercó tímida. Le llevamos un regalo, pero no le importó, solo corrió a nuestros brazos y nos dijo Mi mamá y mi papá! Lo sentimos como lo más hermoso que nos pudo pasar en esta vida", contó Luz. Todos se abrazaron y lloraron de emoción.
Ver películas, bailar y cantar
Cuenta su familia que Mili es una niña muy tranquila, tímida y demasiado cariñosa. "Obvio tiene su carácter cuando no quiere algo y se impone. Es la parte que nos gusta porque sabe tomar sus decisiones. En la vinculación sentimos como que nos conocíamos de antes. Ella se integró muy bien con sus abuelos, tíos y primos", dijo Luz.
A Mili le encanta ver películas, videos de música, bailar y cantar todo el tiempo en su casa. Su abuela materna le regaló un bebote que lleva a todos lados. "Dice que es su bebé y lo cuida mucho".
Luz y Bruno quieren que Mili crezca con mucho amor, que disfrute de su familia. "Que sepa que papá y mamá están desde ahora y para siempre, que cuenta con nosotros en todo. Primordialmente queremos que sea muy feliz".
Luz contó que desde que se casaron con Bruno tuvieron la idea de formar una familia. "Siempre tuvimos la seguridad de que a pesar de tener un hijo biológico, uno iba a ser adoptado. Así lo habíamos decidido. Luego comenzó la búsqueda del hijo biológico. Pasamos por tratamientos y no se nos dio. Cansados decidimos esperar y confiar en Dios. Nosotros sabíamos que todo era cuestión de fe y confiar en él. Pasaron tres años y leímos la noticia de que Mili esperaba por una familia".
La jueza de primera instancia de Personas y Familia 3, Claudia Güemes, manifestó que ha sido muy emocionante el caso de Mili porque se han esforzado mucho para lograr que ella pueda concretar su derecho a vivir con una familia. "Haber visto que se produjo un encuentro, una integración de la niña a este matrimonio de una manera tan espontánea, natural y amorosa como si se conocieran desde siempre fue una gran emoción para todos, tanto para la tutora y asesora como para la abogada del niño y secretaria", expresó.
Aseguró que los informes de la secretaria Tutelar sobre la vinculación son positivos y dan cuenta de un proceso exitoso que los hace pensar en una adopción plena y definitiva a futuro.
"Estamos pensando en que podamos llegar a esa decisión que ponga final al camino que iniciamos hace un tiempo y que es muy corto para ser un proceso judicial", dijo.
Añadió que lo más importante es que la niña ama a sus padres y está contenta.
Los abuelos maternos han participado plenamente en la vinculación. "Han estado atentos todo el tiempo para ayudar y acompañar. Se nota que es una familia muy solidaria y que tiene mucho amor para ofrecer y Mili también tiene todo eso", sostuvo la jueza Güemes.
El inicio de la vinculación de Mili con la familia fue autorizada antes de la feria judicial de julio pasado. Luego hubo una evaluación del equipo interdisciplinario de la Secretaría Tutelar con resultados efectivos a favor de la guarda con fines de adopción.
"Hubo un dictamen favorable de la asesora, la tutora de la Secretaría de la Niñez y todos los participantes del proceso. Los adoptantes quieren la adopción. Estamos en proceso de realizar una audiencia y en base al resultado se podría resolver en forma definitiva e irrevocable la adopción de Mili", finalizó la magistrada.