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14 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Incertidumbre y esperanza

Domingo, 02 de enero de 2022 20:55

A pocas horas de haber comenzado un año nuevo, y más allá de toda la incertidumbre que dejamos atrás, el mundo todavía se muestra incierto. En la nochevieja se produce una inflexión entre lo que vemos que sucede y lo que realmente deseamos. El panorama actual nos muestra que no se puede proyectar mucho más que dentro de una semana o dos. Y los deseos y propósitos se multiplican porque uno apuesta. Entonces, ¿cómo poner en palabras tantas contradicciones?

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A pocas horas de haber comenzado un año nuevo, y más allá de toda la incertidumbre que dejamos atrás, el mundo todavía se muestra incierto. En la nochevieja se produce una inflexión entre lo que vemos que sucede y lo que realmente deseamos. El panorama actual nos muestra que no se puede proyectar mucho más que dentro de una semana o dos. Y los deseos y propósitos se multiplican porque uno apuesta. Entonces, ¿cómo poner en palabras tantas contradicciones?

Sin duda la palabra clave del 2021 fue incertidumbre. Y será la que nos dé la mano entrando al 2022. Incertidumbre: alrededor de las vacunas, de las decisiones tomadas y por tomar, de la realidad social y económica. Instalada en el corazón de cada familia, marcando el compás de los pasos a seguir.

Nada más desalentador que no tener en claro el próximo paso. Sin embargo, aprendimos y nos resistimos a los miedos, las angustias y las dudas. Jugados por la esperanza nos pusimos al hombro todas las expectativas guardadas en el bolsillo el año anterior y salimos a pelearla. No tuvimos chance de hacerlo distinto.

El abrazo necesario llegó entre barbijos, máscaras y alcohol en gel, como debe ser. Las burbujas nos envolvieron el tiempo necesario y, con el compromiso de muchas partes superamos, relativamente, el desafío.

Pero alrededor de esta realidad pandémica la fragmentación se hizo aún más visible. Desde hace tiempo la época que vivimos se define por la desigualdad: en términos de ingresos y riqueza, la inestabilidad económica, la corrupción, las crisis financieras, la mala salud física y mental, la discriminación, el abuso y la falta de acceso a la Justicia. Y dentro de este escenario la desigualdad y consiguiente fragmentación, frente a un virus hasta ahora bastante difícil de controlar, se hicieron y se hacen más evidentes.

Entonces, ¿dónde estamos hoy? Algunos atravesando la angustia de postergar un viaje para encontrarnos con el abrazo de hijos, de familiares por una cepa nueva de COVID que no pasa desapercibida. Otros sin trabajo, sin respuestas. Entonces mis preguntas y las de muchos tienen que ver con tratar de entender esta incertidumbre. Porque nos sobrevuela la amarga sensación de que todo esto, realmente, no ha pasado aún. Depende de nosotros y el criterio de cuidarnos y suspender besos, abrazos, encuentros... una vez más.

Sin saber qué nos depara el 2022 soñemos con otra Argentina, con escuelas abiertas, con más empleo, con un mundo de mirada esperanzada y solidaria, soñemos y trabajemos por esos sueños. Valoremos la enorme resiliencia que hemos ejercitado estos dos años transcurridos y tengamos fe. Sin ella no hay posibilidades. Que el brindis sea con la mirada abierta y dispuesta a seguir adelante más allá de los desafíos y las incertidumbres.

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