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Europa, en tensa vigilia

Viernes, 21 de enero de 2022 00:00

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cree que su homólogo ruso, Vladimir Putin, "intervendrá" en Ucrania, pero no quiere una "guerra en toda regla". Lo hizo después de que EE.UU. reafirmara, junto a la Unión Europea, la OTAN y la OSCE, la defensa de la "arquitectura de seguridad europea existente" y su determinación de resolver por la vía diplomática la crisis con "un frente transatlántico fuerte, claro y unido". Su secretario de Estado, Antony Blinken, quien se reunirá este viernes con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en Ginebra, advirtió que Rusia podría atacar a Ucrania "en muy poco tiempo".

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El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, cree que su homólogo ruso, Vladimir Putin, "intervendrá" en Ucrania, pero no quiere una "guerra en toda regla". Lo hizo después de que EE.UU. reafirmara, junto a la Unión Europea, la OTAN y la OSCE, la defensa de la "arquitectura de seguridad europea existente" y su determinación de resolver por la vía diplomática la crisis con "un frente transatlántico fuerte, claro y unido". Su secretario de Estado, Antony Blinken, quien se reunirá este viernes con el ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, en Ginebra, advirtió que Rusia podría atacar a Ucrania "en muy poco tiempo".

"Europa está más cerca de la guerra ahora de lo que ha estado desde la desintegración de la antigua Yugoslavia". Son las duras palabras de advertencia de un alto diplomático de la Unión Europea ante las tensiones actuales con Moscú, debido a su enorme refuerzo militar en la frontera con Ucrania. Existe un temor real de que Europa pueda estar cayendo en su peor crisis de seguridad en décadas.

Suecia trasladó cientos de soldados durante el fin de semana a su isla de Gotland, estratégicamente importante, que se encuentra en el mar Báltico. Y Dinamarca reforzó su presencia en la región unos días antes.

Las crecientes tensiones también han reavivado el debate tanto en Finlandia como en Suecia sobre si ambos ahora deberían unirse a la OTAN.

Pero la principal preocupación en Occidente -Washington, la OTAN, Reino Unido y la UE- no es tanto la posibilidad de una guerra convencional sobre Ucrania, sino más bien que Moscú esté tratando de dividir y desestabilizar Europa, sacudiendo el equilibrio de poder continental a favor del Kremlin.

El primer ministro de Polonia, Mateusz Morawiecki, advirtió que Occidente necesita "despertar de su letargo geopolítico" con respecto a las intenciones de Moscú.

Pero, como suele ser el caso cuando se trata de política exterior, los líderes de la UE están lejos de ponerse de acuerdo sobre qué medidas deben tomar.

Moscú, a pesar de la acumulación masiva de tropas en la frontera con Ucrania, niega que esté planeando una invasión militar. Pero le envió a la OTAN una lista de demandas de seguridad. Culpando abiertamente a la alianza por "socavar la seguridad regional", Putin insiste, entre otras cosas, en que la OTAN prohíba a Ucrania y otros estados exsoviéticos que se conviertan en miembros de la organización. La OTAN se negó rotundamente.

Lo que Vladimir Putin planea hacer a continuación no está claro, pero Occidente cree que el Kremlin ha invertido demasiado en sus públicas maniobras sobre Ucrania para dar marcha atrás ahora, sin tener nada que mostrar.

El gobierno del estadounidense Joe Biden espera con impaciencia una posición contundente de la UE sobre posibles sanciones, dependiendo de cómo proceda Moscú: una incursión militar en Ucrania, ataques cibernéticos, campañas de desinformación o, como se considera más probable, una combinación de ataques híbridos.

Varios países de la UE están indecisos. También existe una preocupación generalizada sobre los suministros de gas de Rusia, especialmente con los precios ya muy altos para los hogares europeos este invierno boreal.

Washington dice que está buscando formas de suavizar el impacto en el suministro de energía. Quiere apresurar a la UE para que acuerde una posición firme sobre las sanciones, sabiendo muy bien que, en política exterior, la aprobación debe ser unánime entre los Estados miembros.

Washington insiste en que no hay tiempo que perder. Afirman que Moscú se está preparando para repetir el patrón que se vio en 2014, cuando acusó a Kiev de abusos antes de que las fuerzas respaldadas por el Kremlin tomaran el control de la península de Crimea.

Ucrania tiene una mayoría de habla rusa. Y votó posteriormente para unirse a Rusia en un referéndum que Ucrania y Occidente consideran ilegal. Miles murieron en ese conflicto.

Occidente se está preparando para lo que podría suceder ahora.

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