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El abuelo Félix Satti cumplió sus 102 años y los festejó con mucha alegría

Atravesó todas las pandemias siempre ileso. A su edad goza de una excelente salud y de una memoria envidiable. Además se hace cargo de su propia huerta.
Jueves, 27 de enero de 2022 02:16

Don Félix Satti cumplió recientemente sus 102 años de vida y festejó rodeado del cariño de sus hijas, nietos y bisnietos. El abuelo nació en El Naranjo, localidad ubicada a veinte kilómetros de Rosario de la Frontera. Fue peón rural, delegado municipal, encargado de la Policía y estuvo a cargo del registro civil del lugar.

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Don Félix Satti cumplió recientemente sus 102 años de vida y festejó rodeado del cariño de sus hijas, nietos y bisnietos. El abuelo nació en El Naranjo, localidad ubicada a veinte kilómetros de Rosario de la Frontera. Fue peón rural, delegado municipal, encargado de la Policía y estuvo a cargo del registro civil del lugar.

En el mismo pueblo de El Naranjo instaló el primer almacén en 1960, lugar que actualmente es un ícono de la ciudad, y donde hasta el día de hoy sigue atendiendo, al menos una vez por semana, por las condiciones sanitarias de la pandemia y las restricciones que le imponen su años.

Estanterías hasta el techo, muebles y mostradores lustrados, son un pasaje al recuerdo.

Un festejo íntimo

"Este año, por la situación sanitaria le hicimos al abuelo un festejo familiar. Vino su hija de Santa Fe, otra de Salta y la de Orán lamentablemente no pudo estar. Lo más importante era cuidarlo y que compartiera con la familia", recordó a El Tribuno Ana Valeria Satti, nieta de don Félix.

"Muchos nietos tampoco pudieron llegar porque dieron positivo antes de emprender el viaje que tenían programado", lamentó Anita, porque estaban preparando un festejo más grande, pero no pudo ser.

"Lo importante es que el abuelo ese día festejó con un almuerzo, vino un primo de Orán que toca la guitarra, así que ahí nomás le armamos una guitarreada. Se emocionó desde que le cantamos el feliz cumpleaños hasta la noche, todo el día estuvo muy emocionado y a la vez nos hizo emocionar a todos nosotros. Realmente fue un festejo familiar muy emocionante", aseguró.

"102 años no son nada"

En un día muy conmovedor, don Félix, en medio de la emoción, también reflexionó sobre el recorrido de su larga vida.

"Ese día se puso a recordar que toda su vida fue un hombre muy activo, incluso un día antes de su cumpleaños se puso a la tarea de cosechar los melones de su huerta, hasta el día de hoy sigue cuidando sus plantas y sembrando", enumeró su nieta.

"El abuelo en su huerta tiene plantadas sandías, melones y zapallos. También cuida rigurosamente sus plantas y hierbas aromáticas. Ahora está muy contento con la cosecha de sus melones", señaló.

Don Satti enviudó a los 54 años y quedó a cargo de sus cinco hijas, a quienes cuidó y logró hacerlas estudiar con mucho sacrificio. Nunca más volvió a casarse ni a formar pareja, ya que su único objetivo, era sacarlas adelante y lo logró.

Dedicado a sus hijas

"Cuando mi abuelo enviudó, quedó a cargo de sus hijas, la menor tenía cinco años, la mayor diecisiete, y nunca volvió a formar una familia, se dedicó pura y exclusivamente a cuidar a su hijas y a trabajar para pagarles sus estudios", recordó Anita, con inmenso cariño y agradecimiento para con el dedicado abuelo.

"En aquellos años no estaba bien visto que la mujer estudie, se acostumbraba a que sus tareas se limitaran al cuidado del hogar y de la familia, sin embargo mi abuelo tenía una apertura mental diferente, y él viviendo en El Naranjo, les pagaba una pensión en Rosario de la Frontera para que ellas estudiaran. Afortunadamente con mucho sacrificio logró sacarlas adelante sin la compañía ni el soporte de una pareja", dijo orgullosa la nieta.

Una salud envidiable y memorioso como nadie

En cuanto a la salud de don Félix, aseguró que, “Gracias a Dios todavía sigue con esa memoria, realmente es un hombre privilegiado, tiene una salud de hierro, tal es así que come de todo”, aseguró. 
“Pasó todas las pandemias a lo largo de estos cien años y nunca se enfermó con ninguna de ellas. Actualmente tiene las tres vacunas de la COVID-19, y al momento en que se las colocaron no le hizo absolutamente nada, mi abuelo es una persona muy fuerte”. 
“Mi mamá y yo estuvimos tres días en cama luego de la primera dosis, pero a él no le hizo nada, ninguna reacción, ni siquiera se quejó del dolor del brazo, como dicen todos, es un roble”, expresó contenta su nieta. 
“Todavía trabaja en su huerta, sin importar si llueve o hace frío, controla y cuida sus cosechas. Es muy activo y ojalá lo tengamos con nosotros muchos años más”, concluyó Anita contenta. 

 
 

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