Después de conseguir su máximo objetivo en 2021, Kevin Benavides llegó al Rally Dakar de este año como el principal candidato a quedarse con el título. El número 1 en su KTM lo deja en claro, pese a que él prefiere la numeración 47 (el que le tocó cuando debutó en 2016 y pudo ubicarlo a un costado de su dorsal).
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Después de conseguir su máximo objetivo en 2021, Kevin Benavides llegó al Rally Dakar de este año como el principal candidato a quedarse con el título. El número 1 en su KTM lo deja en claro, pese a que él prefiere la numeración 47 (el que le tocó cuando debutó en 2016 y pudo ubicarlo a un costado de su dorsal).
Con seis etapas concluidas y otras seis por disputarse, desde Riyadh, la capital de Arabia Saudita, dialogó con El Tribuno sobre su candidatura, el balance de lo realizado, la última semana de carrera que viene y un posible atentado que rompería el contrato de la organización con el país árabe.
¿Cómo te sentiste en la primera semana de competencia?
Fue una semana complicada para mí. El primer día me dio bastantes dolores de cabeza en haber perdido tanto tiempo junto a muchos pilotos de punta.
Perdí entre 30 y 40 minutos. No fue fácil arrancar así. Después tuve días buenos, otros no tan buenos como la etapa 4 y 5 así que considero que fue una semana regular. No fue muy buena pero he sorteado las dificultades que se me presentaron y así es el Dakar.
Llevás el número 1 y al ser el último campeón, hay muchas expectativas puestas hacia vos, ¿te sentís presionado?
Llevar el 1 no significó sentir una presión, porque yo vine a realizar mi carrera y no tuve una presión extra, pero más allá de tener el 1 pero yo sigo siendo el 47.
El Dakar es la carrera más difícil del planeta con factores externos que pueden dejarte fuera de carrera en cualquier momento. Primero fue el problema en el roadbook, luego el recorte de etapas, ¿cómo convivís con esto?
Los factores externos no se pueden controlar y eso significa que muchas veces las cosas no sean como uno espera, como ocurrió con el roadbook en la primera etapa. También hay otras cosas como el recorte de la sexta etapa, pero creo que en este último caso la organización estuvo bien porque era muy peligroso correr en el estado en el que estaba la pista. Sin embargo no queda en nuestras manos algunas cosas que pasan acá.
Estás en el octavo puesto de la general a 24 minutos y 56 segundos del líder, Sam Sunderland. Es un tiempo importante, pero no imposible de alcanzar a falta de seis etapas, ¿seguís en pelea?
Quedan seis etapas y voy a apuntar a recuperar esas posiciones. Obviamente que intentaré darlo todo, el juego está muy abierto y todo puede cambiar hasta el final.
¿Creés que el líder de la general hoy (y ganador de la edición 2017) es el máximo candidato a quedarse con el título?
Sam (Sunderland) estuvo ahí no porque haya sido el más rápido, sino porque le salieron bien las etapas, se posicionó bien y no le tocó abrir ni salir muy de atrás. Estuvo en el juego desde el principio.
Hay rumores sobre un atentado ocurrido antes del inicio del Dakar y se estudia la posibilidad de que el Dakar deje Arabia Saudita, ¿cuál es el clima que se vive allá?
Sabemos del atentado que hubo antes de la carrera y algo que ocurrió con un camión dentro del vivac pero no lo tengo muy en claro. La organización salió a decir que estaba todo en orden, pero uno está muy metido en la carrera y no está atento a esas cosas. Sí te puedo decir que se siente algo extraño, que la gente habla pero yo intento no prestarle demasiada atención porque estoy muy enfocado en lo mío.
¿Te gustaría que el Dakar se vaya de Arabia Saudita?
Estaría muy contento si llevan el Dakar a otro lado y en especial si es a Sudamérica. Si tiene que ser por estos atentados, sería un buen motivo para que vaya para allá nuevamente.