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21 de Mayo,  Salta, Centro, Argentina
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Norte Grande: necesidad, desafío y derecho

Jueves, 27 de octubre de 2022 02:32

El Tratado Interprovincial de la Región del Norte Grande, celebrado en Salta el 9 de abril de 1999, fue referido en el minucioso artículo de Gustavo Barbarán, con clara definición sustentada en la geopolítica, historia, y dinámica de los espacios, definida por el politólogo uruguayo Alberto Methol Ferré en Estados Continentales. Su impecable contenido exige para su implementación desarrollar una planificación ordenada de las estrategias de inclusión y relación subcontinental de las regiones de un país organizado. Al respecto, nuestros gobernadores podrán conocer los contenidos en juego dentro del contexto nacional e internacional, pero lo cierto es que la Región Norte Grande Argentino no avanzó en absoluto en estos 23 años en la concreción de ninguna estrategia global, integradora y orientada con firmeza y objetivos precisos y consensuados hacia el desarrollo territorial.

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El Tratado Interprovincial de la Región del Norte Grande, celebrado en Salta el 9 de abril de 1999, fue referido en el minucioso artículo de Gustavo Barbarán, con clara definición sustentada en la geopolítica, historia, y dinámica de los espacios, definida por el politólogo uruguayo Alberto Methol Ferré en Estados Continentales. Su impecable contenido exige para su implementación desarrollar una planificación ordenada de las estrategias de inclusión y relación subcontinental de las regiones de un país organizado. Al respecto, nuestros gobernadores podrán conocer los contenidos en juego dentro del contexto nacional e internacional, pero lo cierto es que la Región Norte Grande Argentino no avanzó en absoluto en estos 23 años en la concreción de ninguna estrategia global, integradora y orientada con firmeza y objetivos precisos y consensuados hacia el desarrollo territorial.

La asimetría territorial se mantiene intacta y el territorio de la Argentina sigue absolutamente desarticulado, mientras la vertebración regional sudamericana, especialmente con los países limítrofes, es virtualmente nula; todo por la ausencia histórica de una planificación y de políticas de Estado por parte de los gobiernos provinciales, en la materia, en el corto y largo plazos. Así, el Art. 124 de la Constitución Nacional fue ignorado durante dos décadas. Y es explícito: "Las provincias podrán crear regiones para el desarrollo económico y social y establecer órganos con facultades para el cumplimiento de sus fines y podrán también celebrar convenios internacionales en tanto no sean incompatibles con la política exterior de la Nación y no afecten las facultades delegadas al Gobierno federal o el crédito público de la Nación; con conocimiento del Congreso Nacional. La ciudad de Buenos Aires tendrá el régimen que se establezca a tal efecto. Corresponde a las provincias el dominio originario de los recursos naturales existentes en su territorio". No hubo quien escuchara a Juan Enrique Guglialmelli sobre la Argentina continental ni para la peninsular, y menos la bicontinental, pues todo está descontrolado y subdesarrollado en la Nación Argentina. Las políticas públicas, de gobierno y Estado, si las hubo, resultaron asimismo estériles para el conjunto argentino, y nada se ha logrado todavía orgánicamente en la República en gobierno, territorialidad, fronteras y política externa.

El corredor bioceánico, las conexiones ferroviales, aéreas, terrestres y fluviales del Pilcomayo y el Bermejo en el Norte Grande no funcionaron ni produjeron bienestar para sus postergadas gentes y pueblos; más bien asombra el peligro de la heterogeneidad poblacional, lo sublime de la desconexión del territorio, la pérdida y no vigencia de la Zicozur, sobreviviendo únicamente papeles y leyes en demasía, pero sin un proyecto de desarrollo estratégico territorial económico social sustentable.

Toda esta realidad debe ser asumida por nuestras juventudes, porque lo que hay en juego son los derechos de los habitantes de la región, con realidades y necesidades incomprensibles para un Estado "ambacentrista" y antifederal. Concluyendo, podríamos reiterar que a pesar del brillante aporte de inteligencias como las de Methol Ferre, Guglialmelli, del economista Guillermo Adolfo Koutoudjian, y la de Gustavo Barbarán, contamos sí con teorías fundadas pero no desarrolladas, no obstante sus valiosos contenidos. La idea genial de los gobernadores firmantes y autores del Proyecto Región Norte Grande Argentino permanece no obstante aun trunco, por el fracaso de la política y la ausencia de vocación.

 

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