La Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en Salta, lleva desde el viernes una serie de actividades, que buscan plasmar la realidad de este colectivo en la provinica.
La primera de la actividades fue frente a la Central de Policía de la Provincia, donde pasadas las 19 de ayer, se concretó el encendido de velas por las personas de la comunidad que fueron víctimas de la violencia policial.
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La Comisión Organizadora de la Marcha del Orgullo LGBTIQ+ en Salta, lleva desde el viernes una serie de actividades, que buscan plasmar la realidad de este colectivo en la provinica.
La primera de la actividades fue frente a la Central de Policía de la Provincia, donde pasadas las 19 de ayer, se concretó el encendido de velas por las personas de la comunidad que fueron víctimas de la violencia policial.
La segunda actividad se concretará el próximo jueves 10 en la UNSa, donde se realizará un mural . En este encuentro también se ofrecerá un conversatorio sobre disidencias de género y sexoafectivas y su transitar por la institución universitaria.
El 19 de noviembre Crianzas Diversas hará un encuentro provincial en el que invitan a diferentes familias compuestas por une o más integrantes diverses para compartir experiencias y perspectivas sobre sus problemáticas particulares. Este se realizará en el Parque Bicentenario.
Mientras que el 28 y 29 de noviembre se realizará un encuentro plurinacional, en la ciudad de Salta que tendrá su gran cierre el último día con la Marcha del Orgullo, desde las 18. El punto de encuentro será en avenida San Martín y Lavalle. También se realizara una feria ambulante desde las 16.
Pelusa Liendro, en la memoria
Pelusa organizó la primera marcha del orgullo gay en Salta y con una seguidilla de manifestaciones abrió la conciencia colectiva sobre la existencia de miles de transexuales que comenzaron, unidas, a cachetear la hipocresía, el machismo y a mostrar el horror de la violencia subterránea y delirante que padecían. Eso a Pelusa le costó la vida el 29 de noviembre de 2006.
Pasaron seis años más hasta que en mayo de 2012 se promulgó la ley 26.743 de identidad de género que permite que las personas trans (travestis, transexuales y transgéneros) puedan ser inscritas en sus documentos personales con el nombre y el género que elijan, además de ordenar que todos los tratamientos médicos de adecuación a la expresión de género sean incluidos en el Programa Médico Obligatorio, lo que debe garantizar una cobertura de las prácticas en todo el sistema de salud, tanto público como privado. Es la única ley de identidad de género del mundo que, conforme las tendencias en la materia, no patologiza la condición trans. Si el odio no hubiese acabado con su brío, Pelusa Liendro hubiese estado orgullosa de la ley.