Otro accidente en medio de la repavimentación de la ruta provincial 23 pone de relieve lo peligroso que es circular en estos momentos por este camino que comunica Cerrillos con Rosario de Lerma.
inicia sesión o regístrate.
Otro accidente en medio de la repavimentación de la ruta provincial 23 pone de relieve lo peligroso que es circular en estos momentos por este camino que comunica Cerrillos con Rosario de Lerma.
Cuatro automóviles chocaron en cadena antes de ingresar a la zona de tránsito lento. El banderillero hizo las señas para mermar la velocidad, pero igualmente la imprudencia desencadenó el percance vial.
Solo hubo daños materiales, y un enorme atolladero de vehículos intentando pasar en ambas direcciones. "Así no se puede circular. Es tanto el tránsito en circulación de un lado y del otro, que origina estos accidentes. Deberían realizar un camino alternativo a un costado de la ruta para evitar estos problemas", opina Pablo, uno de los accidentados.
El hecho sucedió a plena luz del día. Las obras muy demoradas están en el límite con Cerrillos. La empresa aduce que por los factores climáticos e inconvenientes con el tránsito se han demorado, sin embargo, están dentro de los plazos previstos de terminación de la obra.
En 6 meses
Se estima que en seis meses pueden terminar los trabajos con las obras complementarias, tales como alcantarillas y banquinas en algunos sectores.
A pesar de ello, la falta de iluminación y la imprudencia son motivos de nuevos accidentes en la noche. De día la velocidad y el estado de la obra deriva en choques y vuelcos.
"Es complicado circular por la 23 hacia Rosario de Lerma. Prefiero llegar a la ciudad por la ruta de Campo Quijano. Hago 10 kilómetros más todos los días y es mucho más seguro" acotó un trabajador de una empresa que opera en esta ciudad.
De hecho el tránsito cuando se interrumpe por accidentes en este tramo en obras es derivado por la 36 hacia Campo Quijano y de ahí a Salta capital.
Cuestionamientos constantes
Numerosos usuarios de este importante camino aseguran que pese a la repavimentación continúan percibiendo en los vehículos las ondulaciones de la traza.
"Sin dudas que se trata de una obra que estábamos esperando hace años. Lo que nos preocupa es que vemos que va avanzando, pero los desniveles y ondulaciones en el tramo que ya se realizó siguen sintiéndose considerablemente. Sería una lástima que este enorme esfuerzo del Estado no resuelva definitivamente el tema y que se sigan produciendo inconvenientes a la hora de transitar por allí", expresó Ernesto Rivas, comerciante de Cerrillos, quien diariamente transita entre ambas ciudades.
"La ruta quedó más ancha. Del lado de la banquina los bordes se ven frágiles, esperemos que el transporte pesado no termine estropeándolos", señaló otro vecino de la zona de Rosario de Lerma.
El tramo de la reparación es de 13 kilómetros y tiene obras en varios sectores. El principal, donde avanza la repavimentación, tiene dificultades por las demoras. El tránsito no se puede desviar por falta de banquinas y caminos alternativos. O sea que a la par de las obras circulan ida y vuelta los pobladores de Rosario de Lerma.
La empresa deja señalizaciones a lo largo de la repavimentación con conos y flechas luminosas. En las noches es sumamente peligrosa la circulación por esta ruta que comunica a las ciudades cabeceras del Valle de Lerma.
Los trabajos obligan a dejar la máquina pesada vial a un costado de la ruta. Pero la falta de señalización y las lluvias han provocado varios accidentes, por fortuna sin consecuencias para los conductores.