A horas del primer superclásico de 2022 en el fútbol argentino, los entrenadores siguen jugando, y muy fuerte. Esta vez fue el estratega de Boca, Sebastián Battaglia, el que tomó la “letra” que en la previa de otros duelos le correspondía a su par de River, Marcelo Gallardo, y puso la “guardia alta”, advirtiendo posibles perjuicios arbitrales en el clásico del domingo, a las 19, en el Monumental, por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional, cita en la que impartirá justicia el neuquino Darío Herrera, a quien el técnico xeneize ya comenzó a condicionar antes de tiempo con sus declaraciones públicas.
inicia sesión o regístrate.
A horas del primer superclásico de 2022 en el fútbol argentino, los entrenadores siguen jugando, y muy fuerte. Esta vez fue el estratega de Boca, Sebastián Battaglia, el que tomó la “letra” que en la previa de otros duelos le correspondía a su par de River, Marcelo Gallardo, y puso la “guardia alta”, advirtiendo posibles perjuicios arbitrales en el clásico del domingo, a las 19, en el Monumental, por la séptima fecha de la Copa de la Liga Profesional, cita en la que impartirá justicia el neuquino Darío Herrera, a quien el técnico xeneize ya comenzó a condicionar antes de tiempo con sus declaraciones públicas.
Y fue claro al advertir que no quiere “más equivocaciones en contra” de su equipo, refiriéndose a polémicos fallos cobrados a favor de sus rivales en partidos anteriores, y a expulsiones que el “mundo Boca” consideró injustas. “No quiero que me favorezcan, quiero que no se equivoquen más en contra de Boca. Ya fueron varios los errores que pudieron haber cambiado el rumbo de los partidos. El árbitro está bien designado, (Darío) Herrera es el mejor que está para este partido”, opinó el técnico, metiéndole presión al juez.
Battaglia remarcó en la conferencia de prensa brindada ayer en el predio boquense de Ezeiza, y lo hizo en varias oportunidades, su preocupación por los recientes fallos arbitrales que perjudicaron a su equipo.
“Nos han perjudicado un poco en los últimos partidos. Si no fuese por Agustín (Rossi) nos hubiéramos ido abajo”, dijo el DT en referencia al polémico penal que luego fue atajado por el arquero boquense contra Estudiantes, cuando el partido estaba igualado, al igual que el lanzamiento desde los doce pasos neutralizado ante Rosario Central, aunque omitió recordar que en aquel partido, dos jugadores de Boca (Diego González y Darío Benedetto) deberían haberse ido expulsados por arteras agresiones sin pelota a dos contrincantes.
Le gusta la amarilla
El entrenador fue consultado también por la camiseta alternativa amarilla que utilizará el equipo el domingo en el Monumental, y que genera controversias, polémicas y resistencia de varios hinchas.
“Me encanta la amarilla, dice Casa Amarilla atrás y me tocó vivir ahí. Está muy linda”, subrayó el futbolista más ganador de la historia de Boca.