Tatiana, una joven comerciante de pollos de Cerrillos manifestó su indignación por los constantes aumentos que aplican los proveedores de pollos.
En su caso, que se abastece de un frigorífico del Valle de Lerma, de la zona de El Carril, tuvo que afrontar seis aumentos en menos de un mes, contó.
“No hay previsibilidad. Me quejé a mi proveedor. No hay justificativo para que aumenten los precios cada tres o cuatros días. En cada pedido. Cuesta hacerse de clientela y uno puede trasladar un aumento, los otros tan seguidos tenemos que asumirlos nosotros”, relató.
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Tatiana, una joven comerciante de pollos de Cerrillos manifestó su indignación por los constantes aumentos que aplican los proveedores de pollos.
En su caso, que se abastece de un frigorífico del Valle de Lerma, de la zona de El Carril, tuvo que afrontar seis aumentos en menos de un mes, contó.
“No hay previsibilidad. Me quejé a mi proveedor. No hay justificativo para que aumenten los precios cada tres o cuatros días. En cada pedido. Cuesta hacerse de clientela y uno puede trasladar un aumento, los otros tan seguidos tenemos que asumirlos nosotros”, relató.
La comerciante detalló las subas del último mes, por kg al por mayor de pollos frescos:
- 1 de febrero $215
- 9 de febrero $220
- 15 de febrero $230
- 17 de febrero $235
- 03 de marzo $240
- 06 de marzo $245
Tatiana resaltó que son pequeños incrementos pero que en los volúmenes es mucho dinero, para el escaso margen de ganancia que manejan los comercios pequeños y medianos. “Hacemos un gran esfuerzo por mantener la calidad. Nos interesa tener productos frescos y garantizar la sanidad. Si bien cada empresa es libre de poner sus precios, los consumidores también tenemos nuestros derechos y queremos que se respeten”, concluyó.