Las bibliotecarias Patricia Alancay y Ana Quipildor, a cargo de la biblioteca escolar del colegio secundario de Campo Santo "Enrique Cornejo", lograron la compra de 100 nuevos ejemplares en la última Feria del Libro llevada a cabo en la ciudad de Buenos Aires. Los nuevos ejemplares van a enriquecer los estantes para el uso interno de los alumnos que asisten a clases.
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Las bibliotecarias Patricia Alancay y Ana Quipildor, a cargo de la biblioteca escolar del colegio secundario de Campo Santo "Enrique Cornejo", lograron la compra de 100 nuevos ejemplares en la última Feria del Libro llevada a cabo en la ciudad de Buenos Aires. Los nuevos ejemplares van a enriquecer los estantes para el uso interno de los alumnos que asisten a clases.
La dos bibliotecarias viajaron hasta Buenos Aires, formando parte del contingente integrado por personal de las Bibliotecas Populares del departamento Gemes, quienes todos los años tienen la posibilidad de adquirir libros a mitad de precio, por tratarse bibliotecas de la Conabip, entidad que financia la compra de libros con la entrega de subsidios que incluyen el gasto de pasajes y alojamiento. Pero este no es el caso de la biblioteca del colegio, que debe solventar con fondos propios el gasto y compra de libros.
El proyecto de la compra de los libros en la Feria de Buenos Aires surge de un concurso ganado por la bibliotecaria Alancay en un Encuentro Iberoamericano de Bibliotecas Escolares.
Como premio al proyecto ganador, tuvo la oportunidad de viajar con todos los gastos pagos hacia la Feria del Libro en el 2013. "Quedé tan fascinada con todo lo que pude ver, toda esa enorme cantidad de libros que se pueden comprar, que me sentí motivada para elevar una propuesta al entonces director del colegio, Rogelio Castaño, para hacer el esfuerzo y podamos viajar todos los años a la feria en busca de nuevo material bibliográfico. Por suerte tuve todo el apoyo", comentó Patricia Alancay.
Para poder juntar dinero, durante el año se realizaron actividades como venta de comidas, bonos contribución y veladas artísticas, pero el apoyo más importante se logró desde las bibliotecas populares del departamento, que las "adoptaron" como integrantes de sus grupos, para que pudieran viajar en el micro especial e ingresar a la Feria del Libro