"A través de la inflación continuada, los gobiernos pueden confiscar -secreta y disimuladamente- una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos. Este proceso lleva al empobrecimiento de la mayoría, enriqueciendo a algunos" (John Maynard Keynes).
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"A través de la inflación continuada, los gobiernos pueden confiscar -secreta y disimuladamente- una parte importante de la riqueza de sus ciudadanos. Este proceso lleva al empobrecimiento de la mayoría, enriqueciendo a algunos" (John Maynard Keynes).
Sigue la batalla naval intra Frente de Todos, más cerca ya de la madre de todas, el pulso de tarifas y subsidios, que enfrenta a neokeynesiano Martín Guzmán a los "FF.BB.", Federico Basualdo y Federico Bernal, a quienes el albertismo escuálido ha decidido acorralar, un día sí y otro no (porque "la pelota no siempre la tenemos nosotros", Pasarella dixit).
"Les dejo las manos libres", ha dicho el renunciante talibán Roberto Feletti. El supersecretario de Deuda Externa y Afines se hará cargo de la secretaría de Comercio e Inflación. Tras los abrazos palaciegos en un ala de Balcarce 53, porque la otra es Casa Tomada, como la de Julio Cortázar, llegó una ocasión impagable para demostrar valías, poner a prueba simpatías del mundo real y contrastar doctrinas de think tank con la cruda realidad.
Salió, tras echarle la culpa de los precios a Ucrania (!), quien se iba a comer crudos a los chicos remarcadores (al igual que su predecesora Paula Español, pero con más presencia y en clave masculina).
Festejo silente de Matías Kulfas al que le sacaron este muerto de los precios. Entra Guillermo Hang, un no ká y amigo de Martín Guzmán para controlar los precios; no hay como la carpa chica para proyectarse en la vida.
Bienvenidos al infierno los nóveles discípulos del Nobel Stiglitz, el banquero maldito.
A partir de este momento el ministro zen ingresará en el torbellino que se ha devorado trasatlánticos y portaviones. Es probable que termine preso de sus dialécticas si no logra frenar la estampida del IPC, hoy por el 70%, pero con billetes de estreno, de próceres que regresan en llamativa baja denominación y poder de compra. Seis gobernadores del PJ han reclamado que se acabe el "Pimpinela" CFK vs. AF, o lo que es lo mismo, no se dan cuenta de que están echando a perder todo. Apelación sensata, más profesional que la de Juntos por el Cambio, que decidió no hace mucho expulsar ad portas al cuco Javier Milei para luego recitar que no era amenaza alguna.
A este gobierno sui generis, cuyo 70% de cajas clave la maneja el arco ká que lo despedaza a diario, lo mismo que a la oposición, donde una docena de ambiciosos aspiran a la Presidencia 2023, los une el desamor y el espanto. La política argentina en su conjunto, al igual que en buena parte de América Latina y el globo, brilla por impericia y blindaje mental y espiritual frente a las urgencias de sus mandantes / mandados. Por eso, un 30% de los encuestados en las Américas descreen de la democracia. ¿Vieron? Se lo advertimos, dicen los carniceros del Kremlin que han dinamitado un comercio global que vamos a extrañar, excepto los brokers del hambre que se están forrando y van por más.
La versión argentina es el desquicio del Estado que le impide organizar un asado sin que se le quemen los choris. El censo 2022, un "masomenómetro" delivery y presencial, lejos de la épica sarmientina de relevar, contar y educar, ha terminado en un anuncio estadístico de 47 millones de almas que pueblan la patria, que no ha salido de la compulsa de hogares no visitados sino de la suma y resta de los registros demográficos.
Volvamos a Guzmán. Además de su asombrosa resistencia al fuego amigo, tiene todavía en su cartuchera un par de balas de plata. Y una de oro, el peronismo sabe que lo peor sería caer en un clima de desasosiego como el de 1975 en las vísperas del golpe militar y el Rodrigazo que terminó con nuestra virginidad. Entre aquel gobierno justicialista de hace 47 años y éste hay diferencias grosas. Entre ellas, el estatus empobrecido del país que contrasta con su prosperidad agroindustrial y su potencial energético y minero, además de la decadencia de sus recursos humanos.
Desde aquel ayer a este ahorita, la Argentina ha quedado más vieja, pobre y desigual. Los burócratas y el establishment vienen recitando que el belicismo de Rusia ha abierto un mar de oportunidades para nuestras commodities, aunque estemos perdiendo por goleada en lo que va del siglo. Con la Secretaría de Comercio Interior en la bolsa, el martes anunció estímulos para las petroleras.
Sólo hay que intentar abatir la inflación, como hicieron nuestros mayores un par de veces, con más o menos éxito. Para lo cual Guzmán comenzó por reclamar un "gesto patriótico" (como sus antepasados) y treguas de precios, un mensaje a los empresarios que lo vienen aplaudiendo. Mientras, diseña y sueña con un escenario de paz cambiaria y comercio exterior hiper regulado, entre otras cosas, sabiendo que su flanco débil está en la propia coalición gobernante.
Adelante Martín "Castigue maestro!", como dicen los tangueros.
Su destino está marcado, la gloria o Columbia University.