“Fue loco porque dos personas antes se tiraron y vos podés elegir mojarte o no mojarte”. Así inició el relato de Martín Méndez sobre su caída accidentada desde el puente del dique Cabra Corral, mientras intentaba practicar bungge jumping.
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“Fue loco porque dos personas antes se tiraron y vos podés elegir mojarte o no mojarte”. Así inició el relato de Martín Méndez sobre su caída accidentada desde el puente del dique Cabra Corral, mientras intentaba practicar bungge jumping.
“Yo elegí no mojarme porque iba a seguir paseando todo el día y no tenía otra ropa, dije: ‘no me quiero mojar’. Claro, me encuentro totalmente empapado, no entendía nada, miro para todos lados y veo la soga flotando al lado mío”, contó el turista porteño.
Martín recordó que no llegó a sumergirse porque tenía puesto un chaleco salvavida. “No recuerdo haber estado hundido porque tenía un chaleco. No recuerdo algún golpe, es como que tengo esa parte borrada. Ahora lo que tengo es mucho dolor en cuello, en la cervical, los hombros, una contractura muy fuerte”, describió.
Luego de golpearse con el espejo de agua, una lancha fue a su rescate como cada vez que se arroja alguna persona que practica este deporte extremo.
En ese momento, y mientras tomaba en cuenta de la desorganización o negligencia, Martín contó que se movilizó desde el agua por sus propios medios. “Me subí yo solo a la lancha, me bajé en un muellecito y subí por las escaleras; fui caminando por donde estaba ésta gente que ya estaba con una adrenalina al máximo. Puteé, a los gritos, a todo el mundo”.
El turista dijo que los dueños de esa empresa no se encontraban en el lugar. “Había tres empleados. Ni me asistieron, no estaban preparados para asistirme medica ni psicológicamente”.
Luego aseguró que él, con sus amigos, fueron los que llamaron a la ambulancia. “Fui al centro de salud de Moldes, donde me atendieron muy bien, y ahí uno de mis amigos habló con una representante de una empresa, y ellos me derivaron acá”.
Con respecto al dispositivo de agarre de la soga, comentó: “Es un agarre con un velcro y un cinturón que te agarran los dos tobillos y del medio sale como una soguita. De ahí te agarran”.