El fiscal Ramiro Ramos Ossorio manifestó esta mañana a los medios de comunicación, que ya cuentan con los informes de bomberos que ratifican las primeras especulaciones respecto del origen del incendio que arrasó días atrás con la galería Centro Comercial del Norte, ubicada en Ituzaingó entre Av. San Martín y Urquiza.
“No se trató de un incendio provocado por un problema estructural de la red eléctrica del local, sino de una situación generada dentro de uno de los puestos a partir de un artefacto que pudo haber sufrido un desperfecto técnico, lo que habría generado un cortocircuito”, detalló.
El foco ígneo se ubicó en los locales del fondo de la galería y luego se expandió a todo el edificio.
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El fiscal Ramiro Ramos Ossorio manifestó esta mañana a los medios de comunicación, que ya cuentan con los informes de bomberos que ratifican las primeras especulaciones respecto del origen del incendio que arrasó días atrás con la galería Centro Comercial del Norte, ubicada en Ituzaingó entre Av. San Martín y Urquiza.
“No se trató de un incendio provocado por un problema estructural de la red eléctrica del local, sino de una situación generada dentro de uno de los puestos a partir de un artefacto que pudo haber sufrido un desperfecto técnico, lo que habría generado un cortocircuito”, detalló.
El foco ígneo se ubicó en los locales del fondo de la galería y luego se expandió a todo el edificio.
En síntesis, se trató de un episodio de carácter accidental derivado de un desperfecto técnico de un artefacto conectado a la red eléctrica de la galería.
En cuanto a la infraestructura comercial, Ossorio señaló que contaba con una instalación específica para el uso de bomberos, con acceso desde la vía pública. El sistema consta de una manguera conectada a una cisterna, que funciona mediante una bomba. De acuerdo al informe, no se encontraba operativa al momento de producirse los hechos. No obstante, el fiscal señaló que ya pidieron mayores datos a Bomberos, para que indiquen cuánto pudo haber afectado esta situación a su desempeño durante la tarea de controlar el fuego.
El edificio también contaba con disyuntores y una red eléctrica individual para cada local. Se descarta una sobrecarga en la red, ya que a la hora de producido el siniestro los locales se encontraban cerrados y solo permanecía prendida la iluminación de los pasillos.