Ni el desgarrador testimonio de Y. P., quien con lujos y detalles contó cómo el productor de moda salteño Pablo Rangeón la llevó hasta su departamento del barrio El Huaico para sedarla con una bebida alcohólica y luego la violo, ni el relato de una joven que al momento del hecho dijo tener 15 años, entre otros testimonios, fueron suficientes para el tribunal colegiado de la Sala V, que absolvió por el principio de la duda al acusado en cinco de las seis denuncias por las que había llegado a juicio. Rangeón fue condenado a siete años de prisión en el hecho que tiene como víctima a Camilia Figueroa Ritzel, por el delito de abuso sexual con acceso carnal. Una condena que sabe a injusticia.
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Ni el desgarrador testimonio de Y. P., quien con lujos y detalles contó cómo el productor de moda salteño Pablo Rangeón la llevó hasta su departamento del barrio El Huaico para sedarla con una bebida alcohólica y luego la violo, ni el relato de una joven que al momento del hecho dijo tener 15 años, entre otros testimonios, fueron suficientes para el tribunal colegiado de la Sala V, que absolvió por el principio de la duda al acusado en cinco de las seis denuncias por las que había llegado a juicio. Rangeón fue condenado a siete años de prisión en el hecho que tiene como víctima a Camilia Figueroa Ritzel, por el delito de abuso sexual con acceso carnal. Una condena que sabe a injusticia.
Una vez más en la Justicia salteña prevaleció la duda. Los testimonios efectuados no solo por quienes denunciaron y dijeron haber sufrido una atrocidad, sino también de testigos, peritos y profesionales médicos, no bastaron para que el tribunal de la Sala V del Tribunal judicial, compuesto por Gabriela Romero Nayar (presidenta), Mónica Faber (volca) y Pablo Farah (vocal interino), tuviera la certeza a la hora de juzgar. Pero tampoco consideraron que la víctima por la que condenaron a Rangeón sufrió graves daños físicos y mentales, a pesar de que una psicóloga que testificó dejó en claro que la víctima estaba destruida.
El tribunal dispuso que se le realice examen médico y extracción de material genético al imputado para su inscripción en el banco de datos correspondiente. Los magistrados ordenaron también que el condenado pase de la Alcaidía General de la provincia a la Unidad Carcelaria 1, en Villa Las Rosas.
Tras anunciar la condena a siete años, los jueces también hicieron lugar a la demanda civil presentada por la víctima y condenaron a Rangeón al pago de 1 millón y medio de pesos en concepto de daño moral y psicológico, más los intereses correspondientes. Asimismo, tras la absolución por el beneficio de la duda -decisión unánime del tribunal- en los delitos de abuso sexual con acceso carnal continuado en perjuicio de S.Y.G.; abuso sexual con acceso carnal y estafa en perjuicio de J.P.R.P.; abuso sexual simple en perjuicio de M.L.B.; abuso sexual simple continuado en perjuicio de M.P.G.E. y abuso sexual con acceso carnal en perjuicio de C.V.A., los jueces rechazaron las demandas civiles interpuestas por las denunciantes.
La causa de Rangeón abrió una ventana donde quedó en claro que desde hace un tiempo considerable a esta parte en la noche salteña existe un modus operandi que conduce a las jóvenes al horror. Son invitadas a salir, les dan de beber alcohol y las drogan para luego abusar de ellas.
En representación del Ministerio Público intervino el fiscal de la UDIS 4, Pablo Alejandro Rivero. La defensa del imputado estuvo a cargo de Luciano Romano y Fernando Díaz Zabalaga. En la querella y actoría civil se desempeñaron Sandra Domené y Jorge Agero.
¿Y los 492 mensajes?
Durante las audiencias y en la etapa de presentación de pruebas se expusieron parte de los 492 mensajes en contra del encartado. Mientras eran expuestos y leídos en una de las audiencias, desde el tribunal preguntaron ¿cuántos faltaban? -iban solo 25- y decidieron no seguir con la lectura.
Se trata de mensajes sobre víctimas que relatan cómo fueron abusadas por Rangeón, amigas que cuentan cómo pudieron salvar a otras amigas o mujeres, también de testigos que dijeron que la primera denunciante S.Y.G. no se acordaba de cosas que ella misma les había contado sobre los abusos en su contra. También del tema de la prostitución vip y otros. En su sano juicio, ¿los jueces tampoco contemplaron esos mensajes?