Aún siguen las repercusiones por las declaraciones del exgobernador Juan Manuel Urtubey que, en una de sus furibundas apariciones en la televisión nacional, aseguró, sin medidas tintas, que durante su gobierno "no hubo planes sociales", en una forzada y pretendida mueca por mostrar sus 12 años de gobierno en la provincia, como un ejemplo de gestión y liderazgo.
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Aún siguen las repercusiones por las declaraciones del exgobernador Juan Manuel Urtubey que, en una de sus furibundas apariciones en la televisión nacional, aseguró, sin medidas tintas, que durante su gobierno "no hubo planes sociales", en una forzada y pretendida mueca por mostrar sus 12 años de gobierno en la provincia, como un ejemplo de gestión y liderazgo.
El que salió a respaldarlo en esta oportunidad fue el exdiputado y dirigente justicialista Pablo Kosiner quien, recurriendo a la etimología, aseguró que "primero hay que definir qué son los planes y planes sociales no hubo".
Lo aseguró a través de FM Aries, donde tuvo tiempo de ratificar que "la provincia no tenía planes provinciales de contención, como los que pagás a determinada cantidad de gente que no tiene trabajo. Todos los planes siempre los administraba Nación". Kosiner también aseguró que "la asistencia alimentaria es lógica, pero eso no es asistencialismo desde el punto de vista que se especula políticamente, de "tiro un bolsón de alimento por un voto'. Eso tenía que ver con un programa" y aclaró que "programas sociales han existido; lo que no ha existido eran los planes".
En este trabalenguas sobre el significado político de las palabras, y como ya se aseguró desde este mismo espacio, los archivos son inobjetables a la hora de las comparaciones.
Si Urtubey quiso demostrar ante las cámaras de TV que su gestión no tuvo que recurrir al asistencialismo, no hace falta volver a ver las imágenes del helicóptero arrojando comida a las comunidades aborígenes del norte de la provincia. No es necesario.
Contrariamente, y siguiendo con la manipulación de los hechos y las palabras que intentó Kosiner, se puede decir que los planes que otorgó Urtubey fueron "subsidios permanentes" que se otorgaron desde el Estado y que duplicaron el dinero destinado para el pago de sueldos de la administración pública.
En efecto, la relación de ingresos sobre gastos salariales de la planta del Estado durante el gobierno de Urtubey pasó del 42 por ciento, a casi el 70 por ciento, es decir que en su gestión, más de las dos terceras partes de los ingresos de la Provincia se destinaron para el pago de sueldos.
Pero la cuestión se hace más compleja cuando se analizan los números, las razones y los efectos del sobredimensionamiento del Estado propiciado por Urtubey.
No solo se trata de una masa de ingreso salarial significativa con más de 25 mil nuevos cargos, de los cuales muy pocos correspondieron a docentes o policías, sino que la mayoría fueron a ocupar espacios administrativos abiertos a partir de la ola de estatización que aún le sigue costando al Estado millonarios juicios. El último de ellos es el de Casinos Austria, luego de que Urtubey le quitara la concesión de los juegos de azar en la provincia y conformara la sociedad del Estado Enreja, donde amigos y familiares se transformaron en empleados estatales con jugosos sueldos. Ese juicio le costó a la Provincia casi 40 millones de dólares.
En esa línea aparecen los casos del hospital Santa Tecla, Tren a las Nubes, Autopistas Aunor y Aguas de Salta, entre otros menos conocidos, que pasaron a engrosar la voluminosa lista de empleados del Estado.
Para el caso, y sin balbuceos etimológicos, estos son los "planes sociales o de contención" a los que hizo referencia Kosiner y con los cuales Urtubey avanzó no solo con una premeditación populista, sino también con una herramienta clave para la disolución de los partidos políticos en Salta.