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"Cone beam": cuidar la salud desde la boca

Viernes, 20 de enero de 2023 01:45

La tomografía computarizada de haz cónico (cone beam) es un sistema de imágenes maxilofaciales que mediante una sola exposición nos permite obtener imágenes en 3D y brinda proyecciones en todos los ángulos en un giro de 360 grados, generando imágenes muy claras y precisas. Años atrás nació una nueva corriente dentro de la medicina que va descubriendo que muchas infecciones ocultas en boca son las responsables de enfermedades autoinmunes.

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La tomografía computarizada de haz cónico (cone beam) es un sistema de imágenes maxilofaciales que mediante una sola exposición nos permite obtener imágenes en 3D y brinda proyecciones en todos los ángulos en un giro de 360 grados, generando imágenes muy claras y precisas. Años atrás nació una nueva corriente dentro de la medicina que va descubriendo que muchas infecciones ocultas en boca son las responsables de enfermedades autoinmunes.

Dicha revelación fue y es factible merced a una tomografía llamada cone beam, que a su vez requiere de una lectura calificada de la misma. "La tomografía "cone beam" (CBCT) maxilar y mandibular es una tomografía que permite evaluar los dientes y el hueso donde se insertan los dientes".

El doctor Ludwig Johnson y el doctor Salvador Itriago son los médicos que han puesto en marcha esta nueva mirada dentro de la medicina. Johnson es médico cirujano, creador del protocolo de reversión de diabetes tipo 2 que lleva su propio nombre, es conferencista Internacional y autor de varios best sellers.

Itriago es médico cirujano y radiólogo internacional, con especialidad en radiología y diagnóstico por imágenes, con subespecialidad en resonancia magnética y tres libros publicados en 19 países. Ambos diseñaron un inédito y único protocolo en el mundo que une el poder de la imagenología médica con la odontológica, llamado: "Dr. Ludwig Johnson de evaluación maxilar y mandibular", que se mantiene en constante evolución y desarrollo, de acuerdo a lo explicitado por el Dr. Itriago.

Explica Itriago que "solo una tomografía cone beam puede detectar las infecciones ocultas en boca, conocidas como osteonecrosis cavitarias", ya que "el equipo de rayos X para imágenes panorámicas en una consulta odontológica falla al ver infecciones que podrías tener y que pueden estar causando enfermedades tales como el cáncer, infarto, enfermedades autoinmunes, dolor, etc.".

El especialista desarrolla una segunda opinión CBCT dental pero "requiere que el estudio tenga la calidad básica para detectar las patologías". A veces este segundo informe contradice o saca a la luz causas que los informes clásicos no.

El Dr. Stuart Nunnally, un reconocido odontólogo a nivel mundial, se mostró admirador de los informes del Dr Itriago, explicando que tiene un conocimiento de la patología ósea que nunca vio en nadie. Ludwig entiende que "la odontología y la medicina clásicas no relacionan las patologías bucales con las enfermedades sistémicas", evidenciando un divorcio entre ambas y la necesidad de una reorientación de la endodoncia.

"La nueva medicina oral no permite que un paciente tenga múltiples infecciones, dientes necróticos, defectos endodónticos ni muertes óseas entre muchas otras patologías. Porque todo esto condiciona a que el sistema inmunológico se manifieste de forma agresiva de múltiples maneras, síntomas, signos, síndromes y clasificaciones que confunden al paciente y lo mantienen en tratamientos crónicos farmacológicos, frustrándolo y desesperándolo hasta llevarlo a la depresión ansiosa", explica Itriago y agrega: "La muerte ósea posee un rol inmunomodulador en receptores cerebrales ligados a los trastornos emocionales y cognitivos". Es una experiencia nueva y aún no generalizada en la práctica profesional.

Muchos médicos se quejan de la trivialización de la medicina difundida a través de las redes sociales. Información indiscriminada, gente que no está capacitada para darla, poca seriedad, entre otras, son algunas razones en su contra. Pero se dan, asimismo, muchos casos en que profesionales capacitados alzan sus voces digitales en pos de ayudar, compartiendo conocimientos valiosos, aunque cuestionados por innovadores.

Como toda ciencia, la medicina avanza en muchos aspectos, provocando en un momento dado una mirada distinta que resquebraja algún cimiento y desafía al modelo anterior. A veces quienes propulsaron este cambio fueron incomprendidos, pero luego tras mucha investigación pudieron justificar su visión y terminaron siendo los creadores de "un antes y un después". La cuestión es que muchas veces un giro para bien lleva mucho tiempo y el sistema lo excluye porque lo sacude y no queda otra manera de darlo a conocer sino es por otras vías. Esto es: a través de las redes sociales y el empoderamiento de los pacientes que no han encontrado respuestas hasta la fecha y que siguiendo un protocolo sin riesgo alguno logran sanar, reivindicando a aquellos médicos catalogados de locos. No podemos obviar el hecho desde un punto de vista, cuando se tocan intereses de ese sistema esas voces fácilmente son canceladas. No sé si será este el caso, pero vale la pena exponerlo por cuanto no haría ningún daño y podría hacer mucho bien.

Es alentadora e impactante la gran cantidad de testimonios de curación y gratitud por parte de pacientes que llevan sufriendo largos años y que encontraron en esta nueva visión, la solución. Una de ellas es Sonia Arajo, @soniaarojo, la única persona que se ha curado de la vasculitis de Wegener a nivel mundial, proceso que se inició a partir de un buen informe cone beam. Claro que no ha de ser esta la respuesta para todos, pero parece que de este modo se estaría abriendo otra puerta de salida al laberinto de enfermedades crónicas que causan tanto dolor.

Pero abrirse a escuchar una corriente que solo pide ser tomada en cuenta por su base científica y experiencia probada, parecería no restar sino sumar.

 

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