El 19 de enero es el Día de los Cerveceros y El Tribuno salió a buscar a los trabajadores que fabrican el elixir milenario. Encontramos a Vilma Vilte, quien es la jefa de Control de Calidad y Ambiente de una planta cervecera ubicada en barrio 20 de Febrero.
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El 19 de enero es el Día de los Cerveceros y El Tribuno salió a buscar a los trabajadores que fabrican el elixir milenario. Encontramos a Vilma Vilte, quien es la jefa de Control de Calidad y Ambiente de una planta cervecera ubicada en barrio 20 de Febrero.
"Alguna vez dijimos que es el mejor oficio del mundo, porque lo que hago es probar la calidad de la cerveza que fabricamos. Entonces, cuando la gente se entera de mi trabajo cree que solo me dedico a tomar cervezas todo el horario", comenzó Vilma.
Y agregó: "Elaborar cerveza pareciera ser un producto más dentro de la industria, pero no lo es. Hacer un producto de calidad tiene sus exigencias y sus conocimientos de tecnología, pero se necesita algo fundamental que es la pasión. No es un trabajo que se realice de manera individual, sino que hay un gran grupo de trabajo".
Ella dice que la calidad de su cerveza está en el trabajo de cada uno de sus compañeros, que tienen el objetivo en común que es tener la cerveza con un calidad determinada.
"No debemos olvidarnos que lo que producimos nosotros es un alimento porque debemos decirlo: la cerveza es un alimento. Entonces debemos cuidar a la gente que nos consume y eso exige otra responsabilidad. También se debe decir que esto contribuye a la seguridad alimentaria", explicó Vilma.
Para ella y sus compañeros cerveceros, esto de la fabricación de cerveza es un arte. Es decir que trabajan en una industria, pero que el producto que están haciendo es una artesanía por el amor que le ponen a las tareas que realizan día a día.
"En esta etapa de mi vida laboral estoy en un punto en el cual ya estoy enseñando a otros compañeros sobre el control de la calidad. Estamos en la formación de gente nueva transmitiendo el arte de hacer cerveza. Además estamos en una etapa de expansión del volumen de producción y, por lo tanto, del personal. Entonces ahora me encargo de enseñar ese control de calidad que se da en todos los procesos de producción, porque no es que llega al último paso en donde tenemos un vaso de cerveza fresca, la probamos y damos el veredicto. Vamos controlando y verificando cada paso en la fabricación. Con eso se mejora además la gestión de los recursos; se los optimiza y se puede trabajar más tranquilos", explicó la jefa.
Ella ingresó a trabajar en la planta en diciembre de 2003, como pasante, cuando tenía tan solo 24 años de edad. En septiembre de 2004 quedó en planta como trabajadora registrada, es decir que tiene 18 años de antigüedad en la empresa lo que la convierte en una referente.
Aún recuerda sus primeros momentos y cómo ingresó a la empresa. "Yo estudié la Licenciatura en Bromatología en la UNSa y en eso sale la convocatoria para las pasantías. Como vivía con mis padres en el barrio no dudé en postularme. Vine a la entrevista y veía que todo era muy grande. Nunca pensé que luego me llamarían para comenzar a trabajar. Yo era muy joven y mujer, tenía muchos miedos primero y luego cuando comencé a conocer a mis compañeros me sentí como una más, todos pechando para adelante y ahora estoy muy agradecida. Siento que debo corresponder esa actitud con los compañeros que van ingresando", dijo la cervecera.
Vilma es la "dueña de las temperaturas", pues ella define, controla y verifica las altas y bajas de todo el camino de la elaboración. Sus ojos deben velar el proceso desde que se cocina la cebada a alta temperatura hasta el filtrado que se realiza en frío.
Luego de los 21 días que demora esta artesanía etílica es cuando la saborea por primera vez. Para aquellos amantes de la cerveza negra salteña hay que decir que hay un grifo por donde emana el líquido fresquito; el sueño del pibe. Vilma abre la canilla, voltea el vaso, se enfría todo, el silencio corta el aire, ella mira ese líquido, lo toma, lo disfruta, sonríe y lo tira por una canaleta. "La negra salteña es la vedette", dice y sonríe cómplice.
Mujeres protagonistas
Estamos atravesando un momento en la industria cervecera en la que se están incorporando gran cantidad de mujeres; en menos en Salta pasa eso. Hoy tienen supervisoras de elaboración, supervisoras de envasado, supervisoras de seguridad e higiene. "Nuestra jefa de marketing es mujer, hemos alcanzado una diversidad dentro del grupo cervecero y esto no sólo ocurre en Salta sino también en todas las plantas cerveceras. Ser trabajador cervecero es apostar por buenos momentos sabiendo que el producto que elaboramos acompaña a todas esas personas que nos eligen", dijo Vilma.
Producción salteña
Todos los 19 de enero CCU Argentina, la compañía que elabora Cerveza Salta, celebra el Día del Trabajador Cervecero en homenaje a la creación de la Federación Argentina de Trabajadores Cerveceros y Afines de 1936.
Nuestra provincia tiene muchos motivos para enorgullecerse y entre ellos se encuentra la cerveza nacida y elaborada en nuestra ciudad. Caracterizada por su espuma cremosa y sostenida, su suave amargor y su aroma a cereales, Cerveza Salta se convirtió en un placer que hace más de 60 años disfrutan los salteños y turistas.
Esta fecha se vive de manera especial en la planta productora de Cerveza Salta, que está formada por un grupo de más de 150 trabajadores salteños comprometidos y apasionados por el trabajo que realizan.