La ruta nacional 34 estuvo cortada los días martes y miércoles pasados, mientras que el jueves y ayer se repitieron las protestas como parte de un jornada nacional de las organizaciones sociales y que fue adoptada por pobladores del norte provincial para hacer oír sus quejas por los aumentos en las tarifas eléctricas y por el agua potable.
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La ruta nacional 34 estuvo cortada los días martes y miércoles pasados, mientras que el jueves y ayer se repitieron las protestas como parte de un jornada nacional de las organizaciones sociales y que fue adoptada por pobladores del norte provincial para hacer oír sus quejas por los aumentos en las tarifas eléctricas y por el agua potable.
Otros sectores aprovecharon la situación y también salieron a cortar la ruta y a cobrar "peaje" en los pasos alternativos. En medio del calor agobiante y la desesperación de los automovilistas por cruzar los piquetes, ocurrió algo más asombroso aún: pequeños de 10 años, con hondas en sus manos, cobraban también peaje en uno de los pasos alternativos: 300 pesos a los vehículos que querían circular, caso contrario la honda era la velada amenaza en las manos infantiles a la que pocos querían confrontar. Una escena casi surrealista.
"Llegué a Mosconi con mi nuera y mis tres nietos pequeños, la menor una bebé de un año y no podíamos seguir esperando debajo del sol porque era insoportable. Un aborigen nos indicó el desvío que está antes del cementerio de General Mosconi a la mano izquierda viniendo desde el sur. Ingresé y un aborigen que estaba parado a metros del ingreso a ese camino de tierra nos pidió plata. Pretendía que le diéramos mil pesos para dejarnos pasar y le di $500. Me dijo que siga tranquilo porque no había nadie, pero a 300 metros habían dos originarios totalmente borrachos; a esos les dimos $300. Un poco más adelante habían dos mujeres y me exigían más, así que le di $400. Casi cuando salía del camino me encontré con dos nenes originarios de unos 10 años. Estaban con honda, así que me exigieron $300", relató una de las víctimas de esta verdadera locura.