El 23 de noviembre del año pasado Tomás Fausto Emanuel Martínez estaba en su domicilio cuando agredió a su pareja, la golpeó en el rostro por haberle revisado el celular, mientras la amenazaba para que no siga gritando; luego comenzó a afilar un cuchillo y sacó el cable del parlante de música, encerrándose junto a ella en el baño, impidiéndole de manera violenta que saliera de allí.
El hombre ya había sido denunciado, y el Juzgado de Violencia Familiar y de Genero interviniente había dictado de medidas cautelares de protección, entre ellas prohibición de acercamiento.
En ese contexto, la jueza de Garantías 7 en feria, María Victoria Montoya Quiroga, condenó en juicio abreviado a Martínez y le impuso la pena de tres años de prisión de ejecución condicional por desobediencia judicial, coacción, amenazas agravadas por el uso de arma, privación ilegitima de la libertad agravada y lesiones leves agravadas por el vínculo y la relación preexistente, y por constituir violencia de género, todo ello en concurso real.
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Deberá realizar un tratamiento médico y psicológico para su adicción al alcohol y el análisis de su conducta y control de impulsos violentos y revalorización de la figura femenina. La jueza lo instó a realizar los trámites para un eventual régimen comunicacional con los hijos que tiene en común con la víctima.
