Ayer, 11 de marzo, se cumplió el cincuenta aniversario de las elecciones generales que permitieron que el país retornara al estado de derecho el 25 de mayo de 1973. Estos comicios consagraron a nivel nacional la fórmula presidencial del Frente Justicialista integrada por Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima. En tanto aquí en Salta triunfó el binomio integrado por el médico Miguel Ragone y el telefónico Olivio Ríos.
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Ayer, 11 de marzo, se cumplió el cincuenta aniversario de las elecciones generales que permitieron que el país retornara al estado de derecho el 25 de mayo de 1973. Estos comicios consagraron a nivel nacional la fórmula presidencial del Frente Justicialista integrada por Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima. En tanto aquí en Salta triunfó el binomio integrado por el médico Miguel Ragone y el telefónico Olivio Ríos.
Ese día la ciudadanía concurrió a las urnas con la esperanza de que con su participación sacaría adelante al país después de haber sufrido dos frustraciones electorales en 18 años: las de 1958 y 1963. La primera, cuando una avalancha de votos le dio el triunfo al Dr. Arturo Frondizi y a una coalición que se creyó era el nacimiento de una nueva línea nacional y popular. Pero antes del 1° de mayo, a días de la asunción del presidente electo, la victoria ya estaba ajada por múltiples presiones. Luego vinieron los errores, las antinomias y los enfrentamientos que a poco pusieron otra vez al país en crisis. Y así, tras los comicios parciales del 18 de marzo de 1962, el triunfo del peronismo hizo otra vez crujir la frágil institucionalidad del país, proceso que finalmente concluyó con el presidente Frondizi encarcelado en la mítica isla Martín García.
La otra frustración llegó después del 7 de julio de 1963. Ese día nuevamente el pueblo argentino concurrió esperanzado a las urnas, aunque estaba contrariado por la proscripción de un vasto sector de la ciudadanía y porque un expresidente constitucional aún estaba en prisión. Pero aun así, acudió a los comicios creyendo que con su voto los tanques regresarían a los cuarteles y que, por fin, dentro de la Constitución y la ley la Argentina levantaría cabeza.
El 12 de octubre de 1963 el Dr. Arturo Illía asumió la presidencia de la Nación, pero luego de tres años, de nuevo los tanques estaban en las calles y otra vez para derrocar un presidente. Ahora con el general Juan Carlos Onganía a la cabeza y en nombre de la una "Revolución Argentina".
Reemplazos militares
Pero, como dice el refrán, "el que a hierro mata, a hierro muere", en 1970, a días del secuestro del general Pedro Eugenio Aramburu, y después de sucesivos "cordobazos" en el interior del país, Onganía fue reemplazado por un ignoto camarada. Un militar que de estar en la Embajada argentina en Washington pasó a ser presidente de facto de Argentina. Era el general Roberto Marcelo Lévingston (1920-2015), quien nunca pudo saber por qué ni para qué la Junta de Comandantes lo había destinado a la Casa Rosada. Pero no duró mucho y antes del año otro militar lo reemplazó, era el general Alejando Agustín Lanusse, quien sabiendo que la "Revolución Argentina" estaba agotada y muy exigida por graves circunstancias inició un proceso de apertura política en el que se vio obligado a incluir el diálogo con la multipartidaria "La Hora del Pueblo", la legalización del Partido Justicialista y el llamado a elecciones sin proscripciones. Y, en medio de ello, aceptar el regreso de Perón después de 18 años de exilio.
Y así, el 11 de marzo de 1973, un día como ayer pero de hace cincuenta años, la mayoría de los argentinos concurrimos ilusionados al cuarto oscuro. Creímos que entre todos podíamos sacar adelante al país. Pero no pudo ser, pues a días de los comicios en los que votó el 85% de la ciudadanía, la violencia hizo lo suyo. No se entendió o no se quiso entender que la lucha por el retorno a la democracia había concluido luego de 18 años de andar a los tumbos y desencontrados. Y así, la reconciliación a través del abrazo de Perón y Balbín fue rechazada por un farsante: Mario Firmenich, que respondió con una frase ajena y brutal: "El poder político brota de la boca de un fusil".
La violencia
Estaba claro que para "algunos" el retorno a la democracia les era inconveniente y por eso 72 horas antes de los comicios, un comando de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR) intentó volar la base naval de Mar del Plata y el submarino "Santiago del Estero". Pero aun más, luego de las elecciones, entre el 12 y el 30 de marzo, cuando el fallo de las urnas ya era inapelable, hubo más de 10 ataques terroristas. El primero, el 16 de marzo cuando en Angélica, a 60 kilómetros de Buenos Aires, un grupo comando asaltó un camión militar y se robó 5 toneladas de explosivos. Después, el 19 de marzo, en el límite de la Capital Federal y Vicente López, cerca de la casa de Perón en Gaspar Campos, un comando del "ERP" copó e incendió un puesto policial y el 25 copó la central atómica de Atucha. Y para concluir el mes, en Córdoba el día 29 las "FAR" coparon la comuna de Villa Allende; en Buenos Aires, ese mismo día, un comando "montonero" incendió el automóvil de la esposa de Edgardo Sajón, secretario de la Presidencia de la Nación. Y, como si fuese poco, al mediodía una bomba en el edificio "Libertad" mató una persona. En tanto en Rosario de Santa Fe se desató una ola de atentados cuyo saldo fue la muerte de la madre del diputado nacional Rubén Contesti y la destrucción del inmueble del gobernador Carlos Silvestre Begnis (Frejuli). Ambos recién electos y que aun no habían asumido sus cargos.
Los candidatos
A nivel nacional los principales protagonistas de la salida electoral de 1973 fueron mayoritariamente de los partidos que en 1970 habían fundado "La Hora del Pueblo". Por el radicalismo la fórmula presidencial fue Ricardo Balbín-Eduardo Gamond (21,29%). Por el "Frente Justicialista de Liberación" Héctor Cámpora y Vicente Solano Lima"(49,53%). Otros protagonistas fueron: "Alianza Popular Federalista" (14,91%), de Francisco Manrique-Rafael Raymonda, y la "Alianza Popular Revolucionaria"(7,49%), de Oscar Alende-Horacio Sueldo. A ellas debe sumarse la "Alianza Republicana Federal"(2,92%), del brigadier Ezequiel Martínez y el exgobernador sanjuanino Leopoldo Bravo. También "Nueva Fuerza" (1,97%), de Julio Roberto Chamizo-Raúl Ondarts; el "Partido Socialista" (1,3%) de Américo Ghioldi-René Balestra; "Partido Socialista de los Trabajadores" (0,6%) con Juan Coral-Nora Ciapponi, y por fin, el "Frente de Izquierda Popular" (0,5%) de Jorge Abelardo Ramos-José Silvetto.
En Salta
En nuestra provincia los principales protagonistas del día que hoy recordamos fueron el Partido Justicialista, el Movimiento Popular Salteño, la Unión Cívica Radical y la Unión Provincial, únicos partidos que lograron representación legislativa. El PJ con 18 senadores y 42 diputados; el MPS, de Ricardo Durand y Eduardo Paz Chaín, 3 senadores y 8 diputados; la UCR, de Martínez Saravia y Ricardo Daud, 1 senador y 9 diputados, y por su parte la histórica Unión Provincial, que propuso el binomio de gobernador y vice a Patricio Colombo Murua-Alberto Arteche, logró por última vez en su historia solo dos legisladores: el senador Luis Herrero de Cafayate y el diputado Humberto Oliver, de Cachi.
Los que no llegaron
Hubo otros entusiastas que aunque no lograron sus objetivos pusieron pasión en la lucha por el retorno a la Democracia. Entre muchos otros y de distintos partidos recordemos a Ana María Giacosa, primera mujer que aspiró ser gobernadora de Salta; Bernardo Solá, Juan Cavalli, Musa Chain, Juan Benachio, Telma Torán de Yazbeck, Carlos Pfister, Humberto Cornejo D'Andrea, Fernando Ruiz Moreno, Jorgelina Ortiz Vargas, Teresa Mezquida de Martín, Román Raposo, Argentina Carranza de Rebuffi, Luis de los Ríos, Vicente Solá, Rodolfo Fiore López, Martín Cornejo, Luis Roberto López y Roberto Adán Galli.