En el pequeño paraje de San Lorenzo, en la escuela Nº 4336, perteneciente al municipio de El Potrero, una madre pide hace tiempo que su pequeña hija, con síndrome de Down (según el diagnóstico de los especialistas: "retraso mental grave con Síndrome de Down), pueda tener clases con una maestra integradora de lunes a viernes, al igual que el resto de los alumnos.
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En el pequeño paraje de San Lorenzo, en la escuela Nº 4336, perteneciente al municipio de El Potrero, una madre pide hace tiempo que su pequeña hija, con síndrome de Down (según el diagnóstico de los especialistas: "retraso mental grave con Síndrome de Down), pueda tener clases con una maestra integradora de lunes a viernes, al igual que el resto de los alumnos.
A pesar de los diversos pedidos, la respuesta que le dieron las autoridades escolares es que "ni el mismo gobernador ni el presidente le podrían dar una solución, ya que no hay suficiente personal para la zona rural y solamente acudirá una maestra integradora tres veces a la semana, dos horas de clases".
Cabe recordar que, según la Ley de Educación Nacional Nº 26.206, se permite a las personas portadoras de discapacidad el acceso a la educación en nuestro país en los distintos niveles (desde el inicial hasta el superior). La ley fue sancionada el 16 de diciembre del 2006, para luchar contra la desigualdad y la discriminación en los ámbitos educativos.
Laura Sosa, madre de Jazmín, de 8 años de edad, convocó nuevamente a El Tribuno para manifestar su angustia y con la esperanza de que las autoridades de Educación respondan a este derecho de una alumna al que hasta ahora han sido indiferentes.
"Mi hija tiene 8 años y va a cuarto grado. Cuando empezaron las clases a Jazmín le designaron una maestra especial que va a dar clases en Copo Quile tres veces a la semana y en San Lorenzo solo dos días. No estoy de acuerdo con esa decisión porque mi hija necesita acudir los cinco días de clases y no dos. Luego de gestionar y de pedir, me terminaron dando como solución que la maestra vendrá tres veces por semana, y tampoco sirve, porque el resto de las horas y de los días no hay quien le enseñe".
Avance físico y educativo
Vale señalar que Jazmín, por la pandemia y luego por la falta de personal docente, estuvo dos años sin poder acudir a la escuela en San Lorenzo. Pero el año pasado pudo volver a clases de manera normal y de lunes a viernes, lo que permitió que la pequeña tuviera un gran avance tanto físico como educativo.
"El año pasado mi nena, después de tanto tiempo, volvió a clases y la atención que tenía por parte de la maestra integradora era muy buena. Jazmín pudo aprender, avanzar bastante y hasta logró caminar gracias a la buena atención que le dio esa maestra", señaló la mamá.
En cuanto a las necesidades de la nena, dijo que si bien ya camina, necesita quien la lleve al baño.
"Mi hija, a pesar de que ya camina, siempre necesita que estén pendientes de ella, que la acompañen al baño para evitar que se caiga o se golpee, pero esas cuestiones, desde la escuela de San Lorenzo, no las ven y encima la maestra integradora que consiguieron llega a las diez de la mañana y se retira a las 12 del mediodía, o sea que solamente está dos horas con ella y con eso no alcanza para lograr una evolución", manifestó.
Y agregó que, "El resto de los chicos van a clases de ocho a doce y mi hija también entra a las ocho de la mañana y está con la maestra del grado hasta que llega la maestra integradora, entonces, me parece que esto no es justo, porque mi hija tiene los mismos derechos que el resto de los demás alumnos".
Las excusas
Si bien ya hay una ley de educación que permite y garantiza al acceso a la educación en todos los niveles educativos, según los directivos, para que la nena tenga clases de lunes a viernes tiene que haber una determinada cantidad de alumnos.
Al respecto, la madre contó: "Me dijeron que para que mi hija puede acudir de lunes a viernes de ocho a doce tiene que haber entre cuatro y seis chicos más con capacidades diferentes en la escuela, para que así pueda ir la maestra".
"Es más, me dijeron que a sí me quejara con el presidente de la Nación o con el gobernador de la Provincia no va a haber una respuesta para Jazmín".
Finalmente Sosa, pidió: "Por favor, lo único que pido es que manden una maestra integradora para Jazmín y que venga toda la semana completa, porque ella está descuidada desde que entra a las ocho de la mañana hasta las diez, que es cuando llega la maestra especial. Por eso pido que la maestra esté desde las ocho hasta las doce, para que le pueda brindar la atención que necesita, lo ideal es que tenga clases normales como las tuvo el año pasado".