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Segunda exposición de muñecas en la Biblioteca de la Legislatura

Edith Giménez muestra dioramas de Disney y recreaciones de otros personajes. Las piezas, recuperadas e intervenidas, dan un resultado muy personal. 
Jueves, 11 de mayo de 2023 19:01

Hasta el 19 de mayo, de 9 a 15, se podrá visitar la segunda exposición de muñecas organizada por la Biblioteca de la Legislatura (Caseros 519). La entrada es libre y gratuita, y en esta ocasión la coleccionista y restauradora de juguetes Edith Giménez muestra dioramas de películas de Disney y recreaciones de otros personajes como Shakira y la Gatúbela de Halle Berry. También un par de catrinas inspiradas en las muñecas de la línea Día de Muertos de Mattel y otras piezas recuperadas y agrupadas por temática.

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Hasta el 19 de mayo, de 9 a 15, se podrá visitar la segunda exposición de muñecas organizada por la Biblioteca de la Legislatura (Caseros 519). La entrada es libre y gratuita, y en esta ocasión la coleccionista y restauradora de juguetes Edith Giménez muestra dioramas de películas de Disney y recreaciones de otros personajes como Shakira y la Gatúbela de Halle Berry. También un par de catrinas inspiradas en las muñecas de la línea Día de Muertos de Mattel y otras piezas recuperadas y agrupadas por temática.

A contrapelo de ciertos dictámenes de que para coleccionar hay que invertir mucho dinero, Edith prescinde del consumismo y comulga con líneas sustentables y artísticas. "Solo un coleccionista podría adquirir una muñeca rota, porque para uno tiene un valor. La gente que no es coleccionista compra muñecas sanas para que sus hijos las rompan y luego las tiran", definió y es entonces cuando aparece Edith en escena para, de manera autodidacta y cruzando técnicas, recomponer miembros faltantes, hacer pelucas y crear un entorno significativo.

Puesta por este medio a recorrer su muestra se detuvo para describir cada sector.

El primer diorama es la escenificación del momento en que Aurora yace dormida tras pinchar su dedo de rosa en un huso guardado celosamente, con gran similitud al del filme de Disney, de 1959, y en el que tres hadas madrinas y el príncipe Felipe salvan a la princesa de la maldición de la bruja Maléfica.

Relató que hace unos años decidió conservar la carcasa de un televisor antiguo, de marca Telefunken, que había cumplido con creces su periodo útil, pero que a ella le daba pena tirarlo. "Le tenía afecto al artefacto porque formaba parte de los recuerdos de mi infancia. De allí me surgió la idea de aprovecharlo", contó. Añadió que un técnico electricista se lo desmanteló y que luego cubrió cada pared interna con cartones duros pintados a mano con acrílico. Para la imagen encontró su aliciente en un dibujo que aparecía en un video de YouTube y que complementaba música dark. "Me fascinó y decidí tratar de copiarlo como lo veía. Me llevó varios días y con el tiempo descubrí que ese lugar existe. Representaba a una abadía llamada Mont Saint Michel en honor al arcángel Miguel, ubicado en Francia, en Normandía", precisó.

La particular mirada de Edith sobre esta escena de "La Bella Durmiente". Jan Touzeau

La princesa es de la colección Disney Classics que en 1991 lanzó Mattel y originalmente traía un líquido para que abriera o cerrara los ojos a voluntad de su dueña. La de Edith está en un sueño perpetuo y se la regaló una coleccionista salteña. La observa atentamente la primera versión articulada de Maléfica de Disney Store, vestida con un primoroso traje confeccionado por la madre de Edith, Yolanda Rodríguez, en una imitación que supera al original. La cama sobre la que yace Aurora y la rueca fueron hechas con cartones y papel de diario, utilizando masilla artística para los detalles de la cabecera y la piecera. Completa el cuadro un singular espectro, una barbie esquelo customizada por un desconocido (Edith la compró así). Todo el trabajo está iluminado por luces led.

Como si el universo dispusiera que Edith se cruce con objetos que aún no sabe que precisa su corazón, un día encontró en la calle otro televisor de un estilo similar al primero que había intervenido. Este albergó otra escena clásica, esta vez de la recordada película "La Bella y la Bestia" de Disney, de 1991. Basta ponerle los ojos encima para revivir los compases de "La Bella y la Bestia", de Howard Ashman y Alan Menken.

"La Bella y la Bestia", en su mejor escena del filme de 1991. Jan Touzeau

"Usé otra técnica para que las paredes simulen dibujos en relieve. En este caso silicona en pistola y a esos trazos después los pinté en dorado. Para que se puedan apreciar elegí que las paredes sean en tono azul simulando ese salón de baile, aunque el espacio era muy pequeño, y aproveché una concavidad en la parte posterior para recrear el patio donde la Bella y la Bestia disfrutan de la noche estrellada para vivir ese momento de romance", destacó Edith.

También fabricó con cartón las escaleras por las que ellos descienden hasta llegar al salón. Precisó que el diorama tiene dos versiones. La otra muestra a Bella con su vestido celeste de diario y su delantal blanco, mientras que el vestido de fiesta amarillo fue tejido a croché por Yolanda.

La Bestia es un muñeco que representa a Adam antes de caer bajo el influjo del hechizo de la bruja desconocida que lo convirtió en una criatura horrenda, pero trae una máscara para que se convierta en el temible monstruo.

"Le modifiqué esos rasgos de la cara para hacerlo más dramático y tuve que fabricarle unas patas de león en papel maché, que están puestas a modo de botas. También le puse goma espuma en el pecho para que parezca más musculoso", describió Edith.

Shakira, alzando uno de sus tantos premios Grammy. Jan Touzeau

El tercer televisor que se ve en la muestra es de cuño más moderno y obra de exhibidor para fotografiar muñecas. En la exposición la favorecida es Shakira, de la que Mattel hizo media docena de versiones, luciendo un vestido dorado. En una de sus manos porta un Grammy y a sus pies descansa una guitarra hecha de cartón reciclado.

Catrinas

Desde hace cuatro años Mattel Sacó las ediciones de colección Día de Muertos, con las que la compañía juguetera dice homenajear a la cultura de México. Para recrearlas Edith rescató del olvido unas muñecas casi irrecuperables. "Estaban muy deterioradas, hasta los ojos tenían despistados. Entonces se me ocurrió pintarles los rostros y convertirlas en catrinas", señaló Edith. La primera lleva un vestido largo y negro con volantes decorados con flores y mariposas monarca. "A ellas las hice con plástico de botellas de gaseosa y están pintadas en acrílico. La vincha tiene flores de cempasúchil hechas en masilla, pero lo verdaderamente destacable son los bordados de mi madre y los dibujos de calaveras", ponderó la coleccionista.

Una de las catrinas realizadas por Edith y Yolanda. Pablo Yapura

Otro tanto sucedió con la segunda catrina, que luce un hermoso vestido color palo rosa con encajes, detalles perlados y una capa bordada con flores. Mientras que en su cabello destacan los mechones dorados bajo una corona formada por manos de esqueletos que sostienen rosas y margaritas. "A esta segunda decidí presentarla en sociedad tanto en mi canal de YouTube como en Facebook de una manera especial. Me fui una tarde nublada de agosto de 2021 al cementerio de la Santa Cruz acompañada por mi secretaria y modista sin sueldo (en mención a Yolanda) y allí tomé fotos en todas las obras de arte fúnebre y tumbas más reconocidas por su historia como la del viborón y la de Pedrito Sanhueso. Después los empleados de allí comenzaron a notar nuestra presencia, a pesar de que tratábamos de disimular, hasta que no nos dejaron avanzar más allá y tuvimos que retirarnos, pero me fui con el objetivo cumplido", relató.

Puesta a pensar en cuál será su próximo proyecto señaló: "En realidad no tengo muchos planes de nuevas adquisiciones, pero sí de transformar algunas de mis muñecas en otros personajes. Sobre todo, algún villano de interesante vida y que se entienda el porqué un día pasó de ser bueno a ser el malo. Tengo a un personaje en mente, que se ríe mucho por fuera, pero por dentro guarda un gran dolor y solo hasta allí diré".

Mundos ideales y efímeros

En la muestra también hay dioramas con fondo de cartón, como si las figuras semejaran un libro pop up. Pocahontas enviándole una hojarasca mezclada de vientos benéficos que inflan las velas del barco que lleva al herido John Smith de regreso a Inglaterra. La madrastra de Blancanieves ofreciéndole a la cándida niña una manzana tan envenenada como su corazón. Gatúbela, en la versión de Pitof (2004) protagonizada por Halle Berry.

La coleccionista Edith Giménez. Pablo Yapura

Acerca de qué representan para ella las princesas Edith explicó: "Belleza, delicadeza y lo que toda niña y mujer desea: encontrar al príncipe que nos ame, nos proteja y nos lleve a su castillo para vivir eternamente felices sin problemas económicos y con una vida cómoda. Creo que esa es la ilusión generada por estas princesas que además de portar una gran belleza son gentiles, tiernas y sensibles con los demás, siempre acompañas por algún animal de mascota. Realmente muestran el mundo ideal, aunque la vida real sea antagónica a estos personajes ficticios, pero de seguro en algún lugar del planeta -aunque sea por breve tiempo- pueden llegar a ocurrir este tipo de situaciones ideales y de ensueño".

Por último, entre las filas de barbies recuperadas, cualquier visitante puede sentirse identificada y rememorar tantas tardes de juego con amigas, de peinados y vestidos confeccionados a mano y tejidos a croché por familiares que gustaban de encender miradas con un pequeño gesto, el de entrelazar lanas e hilos en un movimiento similar al que hacían las niñas, componiendo ficciones en un juego que, cuando se es coleccionista, puede nunca acabar.

 

 

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